María Castro tiene ya su favorito para que gane el reality de supervivencia

Ficha técnica


Fecha 12/03/2025
Parte 1
Duración 00:07:11
Sonido Totales
Edición Editado
Localización Madrid
Firma Europa Press

María Castro tiene ya su favorito para que gane el reality de supervivencia: "es que yo no veo nada. Está Álex Adrover, mucha suerte para nuestro compañero, que además estuvo en hermanas con nosotros, pero no veo nada. Yo no sé quién está, pero está un amigo, pues ya él, que gane él" En cuanto a la participación de Terelu Campos, comenta: "he ido al programa de su madre hace tiempo, pero con ella nunca he coincidido, pues que tenga suerte, que le vaya bien también" Por su parte, ella no estaría dispuesta a participar: "así como caigo del helicóptero, yo ya muero, ya me picaría los bichos, me quemaría con el sol, porque soy pelirroja, coger... Esto no, yo en mi casa mejor, con las niñas" Si le preguntan por la serie diaria en la que trabaja y el secreto para que funcione, reconoce: "todos los personajes son bonitos y tienen una gran empatía y alma. Hay gente que a lo mejor es muy fan de uno, pero otro de otro, yo, si me cambias, me quitas a pía, es que no sabría cuál elegir a la hora de interpretar de otro personaje, porque todos son tan bonitos, que es lo que hace que a alguien te entre por el ojo y te enganches a su historia, ¿sabes? No es una historia, son muchos grupos de historia" Sobre la maternidad y si se animaría de nuevo con un bebé, sentencia: "ya no puedo porque son tres cesáreas y ya se me acabó, ya tampoco, ya son 43, ya son tres, ya he aportado a este círculo de vida mucho. Pero además es que ya la vida he elegido por mí y no te lo recomiendan, la verdad es peligroso, así que... Eso ha sido una de las cosas que más he agradado" Por su parte, ella está feliz con la familia numerosa que ya ha formado: "somos tres en mi casa, él son tres también y siempre he pensado, fíjate tú que tontería, digo, una hermana era para mí necesario porque son mi mejor regalo, pero pensaba, si una de las dos se pone malita, o en algún momento de su vida, o sea, cuando sean, pues que no tenga solamente un apoyo sino que esa también tenga el apoyo de otra, no sé, me parecía que tres era como cerrar el círculo" Total de María Castro - ¿Qué tal? ¿Cómo estás? - Muy bien. - ¿La favorita? - Pues es que no te puedo contar nada porque no he visto nada, pero estoy deseando verla, eso sí. Deseando porque tiene el sello de bambú, que siempre es un sello de seguridad a nivel estético ya para empezar, de vestuarios, decorados y demás. La cabeza de Joseph, que es un señor muy inteligente, que también escribe La Promesa y la verdad que las cosas que escribe, yo creo que son tan empáticas a nivel de personajes que hace que la gente se enganche a las historias de verdad que ocurren dentro de las series. Yo me pienso enganchar. Y luego Telecinco... Esto es un sello asegurado. - La Promesa, o sea, qué fuerte. - Es que llevamos dos años y medio y lo increíble es que no decae la audiencia, o sea, sigue subiendo cada vez un poquito más, es como que no toca techo y estamos felices, además de que el ambiente de rodaje de verdad que es buenísimo, o sea, vamos encantados a trabajar, quiero decir, me quedo en mi casa durmiendo mejor, pero una vez llego, es que el ambiente es muy bueno y la gente por la calle nos da mucho cariño con todo lo que estamos rodando, o sea, qué felices. - Se debe agradecer mucho en esos giros de guión de repente que estás como ahí - Qué bien, ahora no dediquéis a pensar nada porque no sé si va a ocurrir y yo creo que la gente le va a hacer que se ancle más al sofá si cabe. - Qué nos puedes adelantar. - No puedo decir nada porque me echan, me echan. Va a ocurrir algo para lo que creo que la gente no está preparada, pero cuando ocurra creo que les va a molar. Ya me he mojado mucho. - Como mujer trabajadora, conciliadora, recién en dada a Luz tuviste que ir con la niña al rodaje. ¿Cómo llevas todas estas cosas? - Yo con mucha ilusión. Es que yo creo que al final el motor de todo es la ilusión y la alegría y yo creo que soy una persona muy optimista. O sea, así como hay cosas que debo cambiar, esa creo que no la debo cambiar porque es como me tomo las cosas. Intento relativizar bastante y la ilusión hace que me levante por la mañana, que no haya dormido, pero me levante con una sonrisa, que no tengo tiempo, pero quiero hacer un bizcocho. O sea, al final la gente me dice, ¿cómo te da tiempo? Bueno, me da tiempo porque tengo tantas ganas e ilusión por hacerlo que es lo que mi madre es igual, que creo que es lo que nos hace movernos. Y luego tengo momentos que me estreso también, pero bueno, soy tan feliz de ver lo que he conseguido con mi marido, de tener tres que siempre fue mi sueño y fue difícil el camino, que bueno, verlas ahí pues me llena de ilusión y de alegría. - ¿Siempre querías familia? - Sí, siempre. Somos tres en mi casa, él son tres también y siempre he pensado, fíjate tú que tontería, digo, una hermana era para mí necesario porque son mi mejor regalo, pero pensaba, si una de las dos se pone malita, o en algún momento de su vida, o sea, cuando sean, pues que no tenga solamente un apoyo sino que esa también tenga el apoyo de otra, no sé, me parecía que tres era como cerrar el círculo. - Te plantas con tres. - Ya no puedo porque son tres cesáreas y ya se me acabó, ya tampoco, ya son 43, ya son tres, ya he aportado a este círculo de vida mucho. Pero además es que ya la vida he elegido por mí y no te lo recomiendan, la verdad es peligroso, así que... Eso ha sido una de las cosas que más he agradado. - Se agradece de ti, de tu perfil y todo, es la naturalidad con la que has mostrado todo, ¿no?, y has contado todo lo que te ha ido pasando en este y en otros temas. - Es que yo lo he hecho en falta, por ejemplo, la primera vez que di de mamar y me costó tanto, tanto. A mí nadie me había dicho que eso era tan difícil y que luego fue genial, o sea, he hecho la segunda mamo tres años y medio, o sea, muchísimo. Pero los arranques, muchas veces, no siempre son complicados, entonces, si nadie te dice nada, piensas ya, lo estoy haciendo mal, lo valgo para esto, encima las hormonas revolucionadas... Yo creo que es importante que lo que te vas a encontrar, te lo cuenten, o sea, ¿por qué nos callamos? O sea, no tiene sentido. Y así luego, si no te ocurre, fenomenal, pero si te ocurre, que sepas que no eres la única desgraciada que no duerme, que sus hijas se pelean, que te llegas tarde a los sitios... Bueno, no sé, lo normal. - Decías que hay muchas cosas que no tienes que cambiar y otras que sí, ¿cuáles serían esas que crees que puedes mejorar? - Pues la autoexigencia, que a veces me cuesta, perdono más a los demás que mis errores, sobre todo en la maternidad. Que a veces me vas con la culpa por delante, y es que, siempre digo, jolín, si les quiero vender que nadie es perfecto, que ellas no deben serlo, yo tampoco... Me decía una vez una amiga psicóloga, me decía, no hay que ser una madre perfecta, hay que ser una madre lo suficientemente buena para ellas, y eso a veces nos olvidamos. Entonces, eso sí que lo cambiaría, ¿y qué más cambiaría? Bueno, y que a veces quiero hacerlo todo ayer, y no puede ser ayer, igual tengo que hacerlo mañana. Sí, mañana también es correcto. El rollo es hacerlo, nada más. - ¿El día del padre lo celebráis? - Es que yo celebro todo, por lo mismo que te digo, por la ilusión, o sea, San Valentín lo celebro también, o de Fallas, no soy valenciana, pero hay que... yo todo. No sé, creo que ya en el proceso de elegir qué le puedo regalar, pero a veces no es algo material, es pues qué le hago con las niñas, o qué bizcocho le puedo hacer, o qué globos le puedo poner cuando se levante por la mañana... A mí también me gusta que me lo hagan, y creo que esas pequeñas cosas dan un impulso, sí. - He escuchado varias veces ya lo del bizcocho, la favorita, como que la cocina es bastante importante en la trama. ¿Eres tú, bueno, y tú en la promesa también? - Claro, claro, también, también. - ¿Qué tal se te da a ti? ¿Te gusta, aparte de los bizcochos? Cuéntanos un poco. - A mí me encanta cocinar, especialmente la repostería, porque me encanta comérmela también. De hecho acabo de hacer en casa ahora una vica gallega, que hice una y la enseñé hoy en redes, y cuando la estaba enseñando pasó Carmen Flores, que es Simona en la promesa, la cocinera, y dijo, yo quiero una, y digo, mañana la tienes, y claro, lo dije con la audiencia, pues hay que cumplirlo. Entonces llegué a mi casa ahora, que hoy no dormí nada, porque está con mocos de rodar, y he dicho, no, pues bato aquí un momento esto, y lo dejé, como se hacía en el horno solito ahí, y ahí está la vica para llevar mañana a la promesa, claro, lo había prometido, y la promesa es la promesa. Efectivamente. - ¿Qué os ha sorprendido a vosotros del éxito de la promesa? O sea, independientemente de que no baje, ¿qué es lo que creéis que más engancha con la audiencia? - Fíjate, o sea, todo en general, lo que te dije, Bambú, Josep, la cabeza, los giros de guion pero creo que algo fundamental en la promesa son los personajes. Todos los personajes son bonitos y tienen una gran empatía y alma. Hay gente que a lo mejor es muy fan de uno, pero otro de otro, yo, si me cambias, me quitas a Pía, es que no sabría cuál elegir a la hora de interpretar de otro personaje, porque todos son tan bonitos, que es lo que hace que a alguien te entre por el ojo y te enganches a su historia, ¿sabes? No es una historia, son muchos grupos de historias. - Estamos hablando de series, ¿tú eres también de realities? - No tengo tiempo, yo... - ¿Supervivientes? - Es que yo no veo nada. Está Álex Adrover ahí, mucha suerte para nuestro compañero, que además estuvo en Hermanas con nosotros, pero no veo nada. - Pero es tu favorito igual, ¿no? - Hombre, claro, yo no sé quién está, pero está un amigo, pues ya él, que gane él, ¿no? Ya está, y punto. - Está también Terelu, queríamos preguntarle si has trabajado con Terelu. - No, ni con Terelu, ni con ninguna. Bueno, he ido al programa de su madre hace tiempo, pero con ella nunca he coincidido, pues que tenga suerte, que le vaya bien también. - ¿Te atreverías tú a lanzarte con algún reality o algo? - Así como caigo del helicóptero, yo ya muero, ya me picaría los bichos, me quemaría con el sol, porque soy pelirroja, coger... Esto no, yo en mi casa mejor, con las niñas. ¿Y qué hacen las niñas con la madre ahí? No, no, mucho tiempo fuera de casa. Si me cuesta venir aquí a hacer el photocall, como para echarme tres... No, no puedo, no puede ser.

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