Ficha técnica
Raquel Meroño nos habla de sus hijas influencers: "que ellas están felices, yo también, de verlas disfrutar. Y mira, es un trabajo bonito porque hay que tener mucha creatividad". La presentadora también nos comenta qué le está pareciendo el concursos de Makoke: "yo no había descubierto todavía lo jabata que es. Yo estoy flipando. Esa fuerza. Bueno, me he puesto a entrenar de verla". Raquel Meroño no se plantea de momento ser abuela: "yo me gustaría que mis hijas disfrutaran de su juventud y que tuviesen una experiencia previa antes de ser mamás. Porque al final lo de los hijos, pues te quita muchísima libertad". Este tema es en exclusiva Total Raquel Meroño: - Hola Raquel. - Hola, ¿cómo estáis? - Oye, ese bolso vale lo suyo. - ¿Has visto? Que me han dicho que solamente hay 40 y uno es mío, es mío. - Te digo una cosa, te lo van a quitar tus hijas. - Pero vamos, lo he tenido que esconder para que no lo estrenaran. Pero bueno, soy buena, soy buena y una vez que está estrenado luego se comparte. Y ya. Sí, es muy bonito. - Y también saber, bueno, la famosa Aitana. Lo hemos visto. - Ah, también, claro. Es de las pocos más privilegiadas. - Ah, mira. Mira, Melissa también lo lleva. - No, no, no, 40, 40, solo somos 40 de las afortunadas. Aunque me acaban de decir y de chivar que van a hacer un sorteo de otros cinco en redes, o sea que hay que estar pendientes. Pues yo voy a estar pendiente. Claro. - Tus hijas también. Al final te quitan el protagonista. - Bueno, yo encantada. Cuando te quitan tus hijas, lo que sea, es mucho mejor que te lo quite cualquier otra persona. Eso está claro. - ¿Cómo estás? ¿Cómo estás? Vas a usar mucho el aceite tú también, los fogones. - El aceite se utiliza a diario y quien no utilice el aceite de oliva virgen extra, que también hay que hacer esa distinción, que no todos los aceites son iguales. El virgen extra, que es un tesoro muy nuestro, hay que utilizarlo a diario porque es saludable, nutritivo y sobre todo porque está delicioso. Coge todos los platos y le da un toque especial. - Sigues siendo cocinillas. Yo no digo cocinillas, vamos, te daba una estrella. - Mira, pues me la guardo en el bolso. Otro tesoro. - Oye, ¿cómo se lleva que tus hijas te quiten protagonismo, entre comillas? Permíteme que te diga. Son maravillosas los que las seguimos en las redes. Nos tienen enganchadas. - Sí, sí. - Yo me he seguido en los viajes al colegio, en ese automóvil con música a tope. Eso era... - Contra el reguetón. Ah, sí, sí. Esos fueron los inicios. - Qué maravilla. - La verdad es que ha sido todo tan rápido y tan divertido que ellas están felices, yo también, de verlas disfrutar. Y mira, es un trabajo bonito porque hay que tener mucha creatividad y hay mucha... Sí, sí. Hay que tener el ingenio de crear tus propias ideas, de desarrollarlas, grabarlas, editarlas, meterle la música. O sea, te quiero decir que hay mucho trabajo detrás, que muchas veces parece que los vídeos se hacen solos. Y no es así. Entonces yo, pues todo ese tiempo que ellas estén creativas y se pongan a trabajar, es tiempo que les quita de otras cosas que, como adolescentes, me preocupa muchísimo más. Sí. - Qué vínculo más bonito. Es verdad que tenemos a ti, en este caso, con ellas, en las redes y tal. Me imagino que, como mujer separada, el vínculo de ellas también con el papá es bueno. - Sí, sí, es bueno. Es diferente porque viven conmigo el 100% del tiempo. Entonces, nosotras hemos creado ahí una piña y una conexión muy profunda y muy bonita. Y ellas, pues mira, son de ese tipo de adolescentes que hay pocos y no sé cuánto va a durar porque yo creo que es que las hormonas hacen ¡cha! Y de repente lo cambian todo para ellas y para mí. Claro que estamos todas, cada una, con su momentazo. - Con quien salen, con quien entran, esos novios, esas novias... - Eso pasa, sí, abiertas a todo, pero de momento pasan todos por casa. En mi casa, la verdad es que es un punto... A mí me gusta abrir mi casa a todos los amigos y que se hagan las reuniones en casa y las previas, como les llaman, y las no previas. Sí, me gusta. Mis padres lo hicieron conmigo y yo lo hice también. Al final lo que haces también es... Es echar un ojo a ver, ¿con quién más? Y luego, aparte, cuando sus amigos te quieren y desarrollas también una relación con ellos, también creas todavía más vínculos con ellas. - Oye, te quería preguntar, ¿tú estás siguiendo el concurso de la Isla de Supervivientes de Makoke? - Sí, sí. - Por ejemplo, ¿te digo Makoke? - No lo veo todo el rato, pero sí es verdad que... - ¿Qué te parece Makoke? - Digo, por edad... Esta mujer me tiene impresionada. - ¿Cómo la conoces tan bien? - Es muy amiga de muchas amigas mías y estamos dentro de un chat de mujeres estupendísimas y te diré que yo no había descubierto todavía lo jabata que es. Yo estoy flipando. Esa fuerza. Bueno, me he puesto a entrenar de verla. - Seguro lo mismo la mandan en su mensajito. - Pues mira, no, no, no. Señoras a partir de 50. Tenemos que ponernos todas la pila y ser unas tías tan estupendísimas como la rubiaza de Supervivientes de Makoke que nos está dejando a todos con la boca abierta. - ¿Tú irías? - No. No, no, no. A mí me meten en la noria esa y a dormir y con los bichos. - Y no tomar un buen aceite. - Y sin aceite, oliva virgen extra y sin mi bolso de palomo. Y mira, yo soy muy rock and roll, pero tanto no. - Te deseo lo mejor. A disfrutar de la vida y de ese aceite. Oye, el protagonista es el aceite. El complemento. - Pues vamos a celebrarlo porque tenemos una joya. Dos. - Hablábamos de Makoke, perdona que me ha venido. Ella es abuela, es una abuela joven. ¿A ti te gustaría ser abuela joven? - No. - Eres muy joven, evidentemente. Digo la palabra abuela, permítemelo. - Yo me gustaría que mis hijas disfrutaran de su juventud y que tuviesen una experiencia previa antes de ser mamás. Porque al final lo de los hijos, pues te quita muchísima libertad. A no ser que se la encasquetes a la abuela y te vayas de viaje, que pues haría una posibilidad y eso sí que aceptaría como animal de compañía. Un perro no, pero un nietecito así al final. He hecho tantas cosas, ¿sabes? Tengo la sensación, yo creo que muchas de las madres, cuando veo las fotos me pongo tan melancólica. Y fíjate que me las comía a besos a diario, pero todavía más. Y lo de tener un nieto tiene que ser una experiencia muy flipante, la verdad. Pero no he dicho nada, Universo, cancelo, ¿eh? Que se esperen, que se esperen. - Gracias y a disfrutar de la vida siempre. Este tema es en exclusiva
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