Ficha técnica
Eugenia Martínez de Irujo deja muy claro una vez más los motivos por los que no va a la misa de su madre: "yo no sé ni lo que ha soltado ni no, yo sé lo que siento, yo desde el primer funeral de mi madre, lógicamente, por supuestísimo, el día que murió se hace el funeral y fui. A partir de ahí yo vivo y siento a mi madre como a mí me da la gana, desde luego no es yendo a misa. Para mí ella siempre está en mi corazón, siempre está conmigo, la recuerdo constantemente y así es porque de verdad que para mí es como si estuviera conmigo siempre. No me hace falta ir a misa para recordar a mi madre y no es ni por malos rollos, ni por no sé qué, porque la familia esté separada". Sobre el distanciamiento con su hermano cayetano, reconoce: "yo adoro a todos mis hermanos, tendré diferencias con mi hermano Cayetano, no lo voy a negar, es así, pero tarde o temprano se arreglará, seguramente, lo tengo claro, no tengo nada más que aclarar. Más claro no lo puedo decir, a mi madre la llevo aquí, lo digo todos los años, de verdad, no me hace falta ir a misa, ya hace diez años que murió, qué vamos a estar así todos los años". Sobre si es verdad que su hermano Cayetano era el más querido por su madre, Eugenia añade: "mi madre nos quería muchísimo a todos, si él era el favorito, imagínate yo que era la niña. Creo que mi madre nos ha querido a todos por igual. Lo siento". Total Eugenia Martínez de Irujo: - Por cierto, que no estoy celebrando mi cumpleaños, estoy celebrando la maravillosa vajilla. - Lorenzo Caprile: Estas celebrando tu cumpleaños que cumples 18. - E: No, es que le han dicho a Mónica que venía a mi cumple. no, estamos celebrando la maravillosa vajilla que nos ha hecho Lorenzo Caprile. Mi cumpleaños es el 26 de noviembre. Cumplo 56, con un par. - ¿Cómo estás Eugenia? - Muy bien. - ¿Cómo lo estáis pasando? - Bien, muy bien. La verdad es que han venido muchos a amigos y estamos muy contentos. - Hemos visto a tu hija, tus sobrinos, toda la familia. - Sí. - Ese cariño familiar siempre. - Sí, la verdad. Ahora la misa, ¿no? - ¿Cómo estás? ¿Qué te ha parecido todo este revuelo creado? - Lo digo todos los años, me da igual repetirlo, pero de verdad, hasta el día que me muera será así, por qué - Estás agotada. - Creo que sí, todos los años me hacéis la misma pregunta. - Tu hermano también en la misa lo que soltó ayer. - Yo no sé ni lo que ha soltado ni no, yo sé lo que siento, yo desde el primer funeral de mi madre, lógicamente, por supuestísimo, el día que murió se hace el funeral y fui. A partir de ahí yo vivo y siento a mi madre como a mí me da la gana, desde luego no es yendo a misa. Para mí ella siempre está en mi corazón, siempre está conmigo, la recuerdo constantemente y así es porque de verdad que para mí es como si estuviera conmigo siempre. No me hace falta ir a misa para recordar a mi madre y no es ni por malos rollos, ni por no sé qué, porque la familia esté separada. Yo adoro a todos mis hermanos, tendré diferencias con mi hermano Cayetano, no lo voy a negar, es así, pero tarde o temprano se arreglará, seguramente, lo tengo claro, no tengo nada más que aclarar. Más claro no lo puedo decir, a mi madre la llevo aquí, lo digo todos los años, de verdad, no me hace falta ir a misa, ya hace diez años que murió, qué vamos a estar así todos los años. - Tu hermano ha dicho que él era el elegido y os ha podido molestar. Se ha definido a él mismo como el elegido. - No, desde luego yo os lo cuento de corazón y cómo lo siento yo, si él tienen esa percepción, por mi parte creo que está equivocado, nada más lejos, mis hermanos creo que no opinan lo mismo. - Tu mamá nunca hizo distinciones. - Mi madre nos quería muchísimo a todos, si él era el favorito, imagínate yo que era la niña. Creo que mi madre nos ha querido a todos por igual. Lo siento. - ¿Veremos pronto un encuentro entre hermanos? - Pues mira, no lo sé. - ¿Te gustaría, estarías por la labor? - Yo ya lo he dicho, que tarde o temprano haremos un acercamiento seguro. - Yo recuerdo una frase - Yo me remito a la misa, por favor, a todo el mundo, con todo el cariño, no voy a las misas de mi madre porque no me hace falta ir, la llevo aquí, punto y fin. - Una de las frases que un día hablando me dijiste es que la suerte que tiene Cayetano es que nunca habéis hablado el resto de hermanos. - No empiezo todo menos una polémica. - ¿Eso es cierto? - Gracias por todo. - ¿Tú darías el primer paso en ese acercamiento? - ... - Gracias Eugenia.
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