Ficha técnica
Sandra Gago y Feliciano López: "la verdad que no nos podemos quejar de cómo ha pasado, de lo rápido que ha pasado el tiempo y de la cantidad de cosas que nos han pasado, porque dos hijos, la verdad que sí, no podemos estar más agradecidos a la vida". Para la pareja sus joyas son sus hijos: "no hay nada mejor que un hijo y hasta que no te pasa no lo puedes explicar ni sentir, porque al final son cosas que tienes que vivirlas en primera persona". Al hijo mayor de la pareja le encanta jugar al tenis, aunque a Feliciano no le gustaría que se dedicara a ello de forma profesional: "me encanta que mi hijo haga deporte, pero, no sé si él estaría dispuesto a pagar el precio. A mí me ha ido muy bien, pero mucha gente paga un precio muy caro y se sacrifica mucho y no consigue llegar a ser profesional". Feliciano también nos cuenta qué le ha parecido la retirada de Rafa Nadal: "se va una persona que ha significado mucho para todos nosotros y que a través de sus partidos ha conseguido emocionar a millones de personas en el mundo. Y es muy triste porque no vamos a vivir eso más y no va a haber nunca uno como él". Total Sandra Gago y Feliciano López: - ¡Hola! ¡Vaya dos joyas! - ¿Nosotros? Muchas gracias, no no, todas las que llevamos. - Una noche especial, ¿qué significa para vosotros Rabat? - Pues Rabat es ya una familia, en toda regla. Llevamos muchísimos años con ellos, es un placer siempre celebrar con ellos todo, cada año, y es una maravilla. Es una maravilla de equipo, y ojalá que sigamos estando cerquita de ellos mucho tiempo más. - Imagino que los momentos importantes siempre os acompañan, ¿no? - Siempre, siempre, siempre, en nuestra boda nos acompañaros, y en todas las celebraciones que hemos hecho así especiales. - Porque hablábamos antes con los demás que han ido pasando, que no solo hay que regalar joyas a las mujeres, también a los hombres, evidentemente. ¿Alguna joya la has regalado a tu marido? - Sí, un reloj cuando nos casamos. Un reloj, sí, sí, un reloj por la boda, sí. Pero bueno, yo creo que en joyas de momento voy ganando, ¿eh? De momento voy ganando yo. Pero bueno, como debe ser, como debe ser. - Chicos, ahora que hacéis referencia a la boda, yo os estaba mirando y cuando estáis posando os mirabais con unos ojos, ¿cuál es el secreto de miraros así? - No hace tanto tiempo, esperemos que dentro de muchos años siga... Cinco, cinco años. No, la verdad que no nos podemos quejar de cómo ha pasado, de lo rápido que ha pasado el tiempo y de la cantidad de cosas que nos han pasado, porque dos hijos, la verdad que sí, no podemos estar más agradecidos a la vida, sinceramente. - Y típico, vuestros hijos son vuestras joyas. - Por supuesto, no son nuestras joyas más que... Sí, sí, no hay nada mejor que un hijo y hasta que no te pasa no lo puedes explicar ni sentir, porque al final son cosas que tienes que vivirlas en primera persona. Te cuentan y te cuentan historias siempre de cuando seas padre ya te acordarás de lo que te digo. Y ahora, pero bueno, queda mucho tiempo todavía, son muy pequeños. - Son muy pequeños, ¿pero tienen madera de tenista? - No, sí. Sinceramente, al mayor le encanta el tenis, pero yo creo que de lo poquito que me ha podido ver jugar a mí y de las veces que he llevado a ver a Rafa en Madrid o tal, está enamorado del tenis, pero es muy pequeñito. - Es un deporte que se está practicando mucho desde pequeñitos. Muchas escuelas, muchos clubs y a las le ponemos la raqueta en la mano, o la pala de padre. - Tiene tres años y medio, es que es muy pronto. Yo mientras haga deporte soy feliz. A él ahora le hace ilusión ir a jugar al tenis, pues vamos a jugar al tenis. A lo mejor dentro de un año se cansa y quiere jugar a otra cosa, al fútbol o al básquet, de momento está feliz. - Oye, ¿es fundamental dedicarse a eso? - ¿La verdad? No mucho. - ¿Cómo, cómo? - Que no me gustaría. Bueno, a ver, o sea... O sea, me encanta que mi hijo haga deporte, pero... No, no, no, no. No sé si él estaría dispuesto a pagar el precio y a todo lo que yo he... Y a mí me ha ido muy bien, pero mucha gente paga un precio muy caro y se sacrifica mucho y no consigue llegar a ser profesional. Entonces, bueno, no todo el mundo a lo mejor tiene la misma capacidad de aguantar pues el perder los partidos, la frustración de los niños. - Y gestionar esa frustración. - No es fácil, entonces, bueno. Yo haré lo que él quiera hacer en la vida y yo lo voy a apoyar, pero... - Se nos va Rafa Nadal de las pistas, qué tristeza. - ¿Qué quieres que te diga? La misma tristeza que siente cualquier ciudadano de a pie, siento yo. Yo al final también lo he vivido más de cerca, como amigo, como compañero. Al final se va una persona que ha significado mucho para todos nosotros y que a través de sus partidos ha conseguido emocionar a millones de personas en el mundo. Y es muy triste porque no vamos a vivir eso más y no va a haber nunca uno como él. - ¿Has hablado con él después de eso? - Sí, sí, sí, hemos hablado. Bueno, ahora va a jugar en Málaga la Copa Davis, si Dios quiere. Y hemos hablado, sí, no mucho, pero sí, hemos podido hablar y... - ¿Podéis compartir ese tema de la paternidad, que él está empezando también en esa faceta, y qué le parece? - Bueno, a ver, no nos vemos mucho, es verdad. Hemos sido padres un poco más tarde también, yo sobre todo, él un poco más joven, pero no nos ha coincidido en el circuito, viajando, compartiendo con los niños tanto tiempo, pero bueno. Bueno, seguro, seguro que sí. - Oye, un placer, de verdad, y a disfrutar de vuestras cosas. - Y que no mienta, que se le cae la baba cuando vea a su niño jugar al tenis, o sea, mira, temo que muere. Eso no tiene nada que ver con que quiero que sea jugador. - Serías un buen entrenador. - Mi padre era bueno, yo creo que no voy a ser yo tan bueno. - Gracias chicos, muy amables.
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