Ficha técnica
Lidia Torrent recuerda la pedida de mano 'fallida' que le hizo su pareja Jaime Astrain: "ahí Jaime jugó con mis sentimientos, pero lo digo en plan en coña porque hubo mucha gente que empatizó con la situación y le puso a caer de un burro y es verdad que yo me lo tomé con humor porque al final en el contexto él es así, él es bromista, al final cada uno ya sabe con quién está y en el buen sentido lo digo". Además explica que ella supo entender la broma: "esa broma le pega mucho y luego nos reímos mucho y lo recordamos como un momento chulo, o sea, para nada nuevo reproche luego ni ¿por qué me has hecho esto? O sea, que lo recuerdo con cariño y fue una broma y hasta no hay pedida, tenemos una hija en común, pero ni estamos casados, ni hay nada oficial entre nosotros". En cuanto a si puede haber planes de boda en el futuro, reconoce: "por poder puede, sí, sí, sí, puede ser, no lo sé, ya te digo que al final es algo que no hemos tampoco ni hablado ni tratado mucho, creo que ninguno de los dos, como siempre digo, ha fantaseado nunca con casarse, con lo cual no creo que sea algo que vaya a suceder a corto plazo". Sobre el momento que viven con su hija Elsa, confiesa: "me están diciendo que estos dos años ya vas viendo un poco más la luz en cosas, ¿no? De igual descansar más, dormir más o, bueno, que ya es más independiente en ciertas cosas, aunque es verdad que me sigue reclamando muchísimo, pero bueno, siempre lo romantizo mucho, ¿no? Todo lo que es más malo, romantizarlo" y confiesa que de momento la niña tiene a su progenitor favorito: "de momento tengo que ser realista y te digo que es más de mamá, pero no lo sé, igual, ¿sabes? Dicen que las niñas, de repente, llega un día que con el padre pierden la cabeza. De momento tiene una mamitis aguda, o sea, desternillante". Total Lidia Torrent - Qué noche tan bonita. - Sí, sí, con mujeres maravillosas. Y además, bueno, he tenido la suerte de hace casi ya 10 años trabajar con Roventa, o sea, que ha formado parte de mi camino, con lo cual me hace mucha ilusión estar aquí. - Te hemos visto durante estos años casi siempre con el mismo look, yo creo, ¿no? Como pelo moreno y largo. ¿Va a haber algún día un cambio radical? ¿Se te va a pasar por la cabeza? - Pues mira, siempre he sido como muy fiel a decir que mi pelo no se toca, pero últimamente estaba aparejando la posibilidad de que sucediera. Así que lo dejo como un tema abierto porque puede que suceda, aunque me cuesta, porque hay depositada mucha confianza personal en el pelo largo, también te digo. - Tu madre también, ¿no? Un cambio de look y ahora está como súper clarita. - Sí, sí, sí, sí. Ahora está más rubita, tal. No te creas que a veces dice... No sé, yo se me convence, pero bueno, está guapísima siempre. - ¿Cuál te va a pasar algún día con el pelo cortísimo también? - Cortísimo no lo sé, pero que de repente pegue un tijeretazo, eso sí que puede pasar. Estoy meditándolo. Yo creo que tengo que ver aún pros y contras. De momento está la cosa... Bueno, voy a ser prudente, no lo sé. - El pelo tiene personalidad, entonces. - Sí, sí. A ver, a mí el pelo largo me gusta, me siento cómoda con la melena, me parece un accesorio más, ¿no? O sea, es algo que siento que me viste y, bueno, me hace sentir muy cómoda llevarlo. Leo, no sé, como muy leona. Me siento como muy mimetizada con este pelo largo. Pero ya te digo que se me abrió la posibilidad además justo este año de decir, oye, si pego un tijeretazo, ¿qué? El pelo crece, tengo 30 añitos, aún lo puedo defender, ¿sabes? No lo sé, me parecía como una opción que antes no me había planteado, así que bueno, es tiempo de arriesgar, imagino. - ¿Y qué tal la peque? Cuéntanos, cositas, avances. - No, nada, la peque cumplió dos años hace una semana, lo celebramos con la familia, con los más cercanos, y muy bien, está divertida, despierta, bueno, inteligente, graciosa. Yo me deshago en halagos, pero la estamos disfrutando mucho y es una pasada verla crecer. - Ahora ella entra en otra etapa, porque ya pues va siendo más consciente, hablando, más cosas, ¿no? Es como otra etapa también para ti. - Sí, sí, sí, o sea, cada cosa tiene como una fase. Yo, me están diciendo que estos dos años ya vas viendo un poco más la luz en cosas, ¿no? De igual descansar más, dormir más o, bueno, que ya es más independiente en ciertas cosas, aunque es verdad que me sigue reclamando muchísimo, pero bueno, siempre lo romantizo mucho, ¿no? Todo lo que es más malo, romantizarlo. - ¿De qué eres más, de papá o de mamá? - De momento tengo que ser realista y te digo que es más de mamá, pero no lo sé, igual, ¿sabes? Dicen que las niñas, de repente, llega un día que con el padre pierden la cabeza. De momento tiene una mamitis aguda, o sea, destermillante. - Protagonizasteis un vídeo muy viral, como una especie de pedida de mano fallida, que además tú, súper natural, que te pillaste un rebote. - Ahí Jaime jugó con mis sentimientos, pero lo digo en plan en coña porque hubo mucha gente que empatizó con la situación y le puso a caer de un burro y es verdad que yo me lo tomé con humor porque al final en el contexto él es así, él es bromista, al final cada uno ya sabe con quién está y en el buen sentido lo digo, o sea, que, bueno, esa broma le pega mucho y luego nos reímos mucho y lo recordamos como un momento chulo, o sea, para nada nuevo reproche luego ni ¿por qué me has hecho esto? O sea, que lo recuerdo con cariño y fue una broma y hasta no hay pedida, tenemos una hija en común, pero ni estamos casados, ni hay nada oficial entre nosotros. - Es una puerteza abierta, al final en otro momento puede que ocurra. - Sí, sí, a ver, es que es una... o sea, sí, por poder puede, sí, sí, sí, puede ser, no lo sé, ya te digo que al final es algo que no hemos tampoco ni hablado ni tratado mucho, creo que ninguno de los dos, como siempre digo, ha fantaseado nunca con casarse, con lo cual no creo que sea algo que vaya a suceder a corto plazo, ni mucho menos porque no, no sé, igual porque ninguno de los dos, ya te digo, ni fantasea ni lo vive desde la máxima ilusión y creo que si das ese paso tiene que ser algo como, ¿no?, a lo grande y que estés con todas las ganas. Y bueno, o sea, que es algo que si se da, se dará, pero que no es una noticia que vayas a recibir a corto plazo. - ¿Cuál hubiera sido tu respuesta? - No lo sé, me tengo que ver, me tengo que ver, me tengo que ver. - O sea, ¿tendrías tus dudas? - Yo me tengo que ver la situación, no voy a anticipar una respuesta si no me la han preguntado aún, si no es como vivir el momento anticipado. - ¿Lo podemos dejar ahí en el aire el titular para Jaime? - Pobrecito, si ya se lo han dicho más, ya ahora ya, después de haber hecho esto, sí o sí tienes que hincar rodilla, déjalo, que los hombres no funcionan a base de exigencias, que recibiremos los dos y si se tiene que dar, que se dé. - ¿No se la devolverán? - Eso, eso sí, alguna tengo que devolverle. - ¿Cuál es el secreto? ¿Sois mejores amigos? - No lo sé, yo siempre he dicho que creo que no hay fórmulas, que a cada uno le funcionan pues unas ecuaciones distintas, pero bueno, al final si eres compañero, si hay comprensión más que comunicación, porque la comunicación es fácil, pero si no te comprendes estás fastidiado, entonces mucha comprensión, mucha responsabilidad afectiva y bueno, si eres colega, pues al final suma, ¿no? Porque tienes más momentos que solo de pareja y además que ahora somos familia, con lo cual ya se eleva todo.
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