Ficha técnica
Sara Carbonero, con la voz entrecortada, habla de su enfermedad más sincera que nunca: "estoy emocionada. Bueno, es que es verdad, es que me cuesta hablar del tema y hoy vais a ver que es la primera vez que me abro un poco más y que he decidido que ahora era el momento". Sobre cómo se ha enfrentado ella a la enfermedad, comenta: "a mí no me gustan nada los términos bélicos, pero te lo agradezco un montón porque sé lo que quieres decir. Pero es verdad que siempre que se habla de lucha, batalla, ganas, pierdes, no me gusta demasiado porque nadie gana y nadie pierde. O sea, quiero decir, no está en nuestra mano, no está en nuestra cabeza. Te lo agradezco porque sé lo que quieres decir, claro. Yo creo que todas y todos los que tenemos que enfrentarnos a dificultades en la vida somos resilientes y somos valientes. Y me gusta mucho una frase que dice que nunca sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción". Sobre lo que puede ayudar su ejemplo a otras personas, comenta: "es que no sé qué responder porque me hace muy feliz, pero me emociona porque siempre lo digo, ojalá no me hubiera tocado luchar, ojalá no me hubiera tocado recibir este premio, porque eso significaría que no he tenido que atravesar esta enfermedad y convivir con ella, y que por supuesto me va a tocar convivir toda la vida". Si le preguntan por las personas que le rodean y le acompañan en este proceso, explica: "muy bien acompañada, muy bien rodeada, y todo bien, te dios muy importante el apoyo y el soporte, y así, me siento afortunada, o sea, ayer mismo vi un vídeo de Luis Enrique y me ha gustado mucho, ¿no? Te puedes sentir desgraciado o afortunado según cómo enfoques las cosas, pues yo me siento afortunada, pese a todo". Total Sara Carbonero: - Nos echas de menos. - O sea, echo de menos este tipo de eventos tan bonitos, de tantas caras conocidas. Simplemente que, bueno, que hay etapas para todo. Perdón. Y a veces estás más para afuera y otras veces estás más para adentro. - La prensa te quiere, ¿eh? - Sí, cuántas veces te lo he dicho. Una noche importante. Una noche importante. Totalmente. Por eso estamos aquí. Porque cualquier acto, cualquier entrega de premios como esta, cualquier cosa que sirva para reivindicar el apoyo a la investigación es fundamental. Porque, bueno, yo ahora tengo que recoger un premio. Estoy bastante nerviosa. Entonces, como no quiero repetir el discurso, pero parte de la investigación, de la importancia, es cuando vas a la consulta de tu oncólogo y te dice si hay algo más, si hay un plan. Eso te marca un camino u otro, ¿no? Entonces tenemos que luchar mucho para que siempre haya avances. Que todo el mundo tenga oportunidades de confiar, porque también eso para la salud mental es muy importante y para afrontar la enfermedad te da otra fuerza, ¿no? - Te veo nerviosa hoy. Ahora, incluyendo la primera pregunta, te veo nerviosa. No sé si es por algo en especial, si lo quieres decir, si no, pero te noto nerviosa con las tablas que tienes. - Luego quieres que te quiera, ¿eh? Porque estoy emocionada, sí, estoy emocionada. Bueno, es que es verdad, es que me cuesta hablar del tema y hoy vais a ver que es la primera vez que me abro un poco más y que he decidido que ahora era el momento. Y estoy nerviosa, claro, porque, bueno, a mí no me gustan nada los términos bélicos, pero te lo agradezco un montón porque sé lo que quieres decir. Pero es verdad que siempre que se habla de lucha, batalla, ganas, pierdes, no me gusta demasiado porque nadie gana y nadie pierde. O sea, quiero decir, no está en nuestra mano, no está en nuestra cabeza. Te lo agradezco porque sé lo que quieres decir, claro. Yo creo que todas y todos los que tenemos que enfrentarnos a dificultades en la vida somos resilientes y somos valientes. Y me gusta mucho una frase que dice que nunca sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción. - Yo sí voy también al hilo de mi compañera María. Creo que ha dicho una palabra que te define muy bien, que es luchadora, aunque has explicado muy bien lo que has querido decir. - Es una cosa minúscula, un rostro tan conocido, Sara, y verbalizarlo, como si verbaliza, alzar la voz, como la alzáis, creo que mi compañera María lo ha hecho. Luchadora, de su manera. - Bueno, muchas gracias. Es que no sé qué responder porque me hace muy feliz, pero me emociona porque siempre lo digo, ojalá no me hubiera tocado luchar, ojalá no me hubiera tocado recibir este premio, porque eso significaría que no he tenido que atravesar esta enfermedad y convivir con ella, y que por supuesto me va a tocar convivir toda la vida. Y creo que es importante, si tú lo has dicho. Lo que pasa que también creo que es muy importante respetar los procesos de cada persona, y los tiempos, y las maneras. Hay gente que a lo mejor es capaz de compartirlo antes, otra después, pero como tú bien has dicho, hay que usar este altavoz, que a veces nos da rabia para algunas cosas y para las buenas hay que usarlo. - A quién se lo dedicarás el discurso. - Sí, pero no es un discurso tanto para dedicar, o sea, me voy a acordar de muchas personas, por supuesto me voy a acordar de toda la gente que me ha acompañado en este proceso, y me voy a ir un poco, porque ha sido muchísima gente, pero si me tengo que dedicar a alguien, sobre todo es a las personas que están en la plena, en plena, como no me gusta decir batalla, bueno, en plena aceptación de la enfermedad, a todas las mujeres, con niños, que es especialmente difícil, y a los hombres, o sea, se lo voy a dedicar a los pacientes oncológicos, en realidad, que son los protagonistas. Y a mis médicos también, quiero destacar mucho hoy el trabajo de los médicos, que para mí son como ángeles de la guarda para los médicos. - A lo mejor es una pregunta incómoda e innecesaria, a lo mejor también yo como periodista, ¿tú cómo estás? - Pues estoy bien, la verdad es que estoy tranquila, en una etapa de calma, que siempre digo, es, muchas veces me preguntan, ¿qué proyecto?, ¿qué proyecto?, digo, pues es mi proyecto. - Queremos que estés bien. - Por eso, que mi proyecto ahora mismo ha sido cuidarme mucho, estar en calma, y estoy bien, me siento bien, estoy fuerte, estoy bien como me veis, y bueno, con cositas siempre en mi cabeza para hacer, pero mi prioridad es cuidarme y estar muy presente en casa, con los niños, que tienen edades también muy, de estar encima. ¿Y ustedes también, no? Ya van creciendo, ¿sabes? Bueno, que todo sea, pero no tengo muchísima suerte, pero sí, preadolescentes, claro, ya casi, con 10 años, mayor, así que estoy bien, de verdad, yo estoy bien, no me puedo quejar, no me puedo quejar. - Bien acompañada. - Sí, claro, muy bien, muy bien acompañada, muy bien rodeada, y todo bien, te dios muy importante el apoyo y el soporte, y así, me siento afortunada, o sea, ayer mismo vi un vídeo de Luis Enrique y me ha gustado mucho, ¿no? Te puedes sentir desgraciado o afortunado según cómo enfoques las cosas, pues yo me siento afortunada, pese a todo. - ¿Te han sentado mal lo últimos titulares? - No quiero entrar, porque entonces va a haber otro titular sobre eso, y hoy, de verdad, creo que es muy importante no desviar el tema. Está todo bien, ¿no? Sí, sí, está todo muy bien, ya está todo muy bien, gracias.
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