Ficha técnica
Emilia de Andrés, madre de Nacho Cano, muy ofendida por la situación de su hijo: "Me escuece España. No solo me duele mi hijo, es que me escuece España, porque no hay derecho a una persona como Nacho hacer lo que le están haciendo". Defiende que el músico no merece lo que está viviendo: "Pero es que no hay derecho. Un chico que no hace más que ayudar a la gente, un chico que no hace más que crear trabajo". Habla de lo duro que está siendo para ella vivir esto: "me están dando los últimos años de mi vida, con una amargura tal, que por mucho que lo quiero pasar por encima, me es imposible, no lo entiendo" "Yo es que esto no lo he oído en mi vida, ni lo he visto en mi vida, y tengo 92 años, hijo mío. En mi vida he visto yo una cosa como las que estoy viendo ahora". Total a Emilia de Andrés: - Mire, yo ahora estoy pasando muchísimo porque ver lo que hacen con una persona, que no hace más que ayudar a la gente, que se entrega de una manera Nacho, es un encanto, no es porque sea mi hijo, no me cuesta decirlo, porque es que en realidad lo sabe todo el mundo. Pero es que no hay derecho. Un chico que no hace más que ayudar a la gente, un chico que no hace más que crear trabajo y resulta... Bueno, yo lo estoy pasando, me están dando los últimos años de mi vida, con una amargura tal, que por mucho que lo quiero pasar por encima, me es imposible, no lo entiendo. - Le duele a usted como mamá, ¿no? - Me escuece España. No solo me duele mi hijo, es que me escuece España, porque no hay derecho a una persona como Nacho hacer lo que le están haciendo. Créamelo. Créamelo. No se lo digo porque soy su madre, es una persona completamente liberal, y le digo, es que no hay derecho. - ¿Por qué cree que es, señora? ¿esto todo lo que está saliendo? - Yo es que esto no lo he oído en mi vida, ni lo he visto en mi vida, y tengo 92 años, hijo mío. En mi vida he visto yo una cosa como las que estoy viendo ahora una cosa por la mañana, otra por la tarde, siempre hay una cosa nueva, o sea, siempre hay algo que decir nuevo, lo que hice ahora eso parece luego. Decirme a nadie que tenga, no los 92 años que tengo yo, ni 50 siquiera, lo que estamos viviendo, es especial e incomprensible. - Muchas gracias y mucho ánimo, señora. Buenas noches.
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