Ficha técnica
Primeras palabras de Octavi Pujades tras anunciar su compromiso matrimonial: "Sí, sí, sí. Me caso, me caso. Pues muy bien, con mucha ilusión, con ganas. Después de ya ocho años de relación ya empezaba a tocar y me apetece mucho". Desvela que tienen pensado celebrar la boda cuanto antes: "Estamos preparando, estamos preparando, pero intentaremos que sea para el año que viene. O sea, vamos ya a toque de silbato". Confiesa por qué han decidido dar el paso: "Porque ya era el momento. O sea, ya cuando crees que una relación está afianzada y te hace ilusión dar un paso más y ya no solo por el tema legal, sino por ir cerrando pasos y avanzando". Revelan que va a ser una celebración "divertida", "muy fiestera" y "muy friki". El actor habla orgulloso de su futura mujer: "Anna Senan, sí, y además me encanto de persona. O sea, he encontrado a mi media naranja". Habla de su último problema de salud: "no, no estuve ingresado, no estuve ingresado, pero tuve un herpes Zóster que me fastidia más. Me coincidió con el estreno de una función de teatro y tal". "Puse una publicación desde que me fui a urgencias al hospital y ahí sí que me chutaron y todo porque me dolía un montón. Pero en la misma publicación salía una foto del día siguiente ya ensayando". Explica cómo le salvó la vida a un hombre hace un año: "Sí, bueno, le salvé la vida, ayudé, sí. Un accidente, se fue en septiembre del año pasado. Hubo un motorista que tuvo un accidente y se seccionó la carótida. Y bueno, por suerte estaba yo y había otra mujer que también es médico. Y que bueno, pues hicimos lo posible para contener la hemorragia hasta que llegó la ambulancia y ya se encargaron los profesionales". Total Octavi y Alicia Pujades: - Bueno, chicos, enhorabuena, ¿no? - Gracias, gracias. - ¿Qué tal, cómo ha sido? - O: Ha sido, bueno... Ha sido muy fuerte. Ha sido muy fuerte, es una experiencia, tú puedes viajar a mil países en las condiciones que tú quieras o que tú creas, pero algo así no lo vas a vivir nunca, en completa desconexión, con una precariedad absoluta de medios. - ¿Ha sido muy duro? - O: Ha sido muy duro, ha sido muy duro. Y lo que decían, físicamente es duro, pasas calor, pasas cansancio, pasas hambre, pero el componente psicológico yo creo que es el más complicado porque sabes que estás en una competición constante y que tienes ahí gente que te va persiguiendo y que tú no puedes llegar al último. - ¿Era la primera vez que hacíais algo así? - A; La primera vez que vivíamos algo así, sí, definitivamente. - O: Yo creo que hasta que llegas a Pekín Express nadie ha vivido algo así, ni junto, ni separado, ni nada. Es una experiencia completamente única y estamos muy agradecidos de estar ahí. - ¿Cómo ha sido la relación? La relación, ¿cómo ha ido el convivir? - A: Pues al principio igual fue un poquito más difícil porque sí que es verdad que al final es mi padre, estamos acostumbrados a convivir, pero cada uno con su espacio, ¿no? Y ahí pues estás pegado todo el día, también la cámara todo el día. Luego para mí algo que ha sido muy difícil es tener que hablar en castellano con él. - O: Ah, es verdad. - O: O sea, yo no estoy acostumbrada a la cámara, entonces ya de por sí me costaba sentirme natural y si encima tengo que hablarle en castellano ha sido como raro. Pero bueno. - O: Nos tendrán que subtitular nosotros también en varias partes porque sí, se nos escapa el catalán. Pero bueno. Yo creo que ha sido, a ver, en todas las parejas han habido evidentemente momentos de crisis, momentos de discusión y momentos de celebración y yo creo que hemos funcionado muy bien como pareja. Empezamos, como creo que empieza a todos, un poquito a remolque porque hasta que llegas ahí no te esperas el grado de exigencia que tiene Pekín Express, pero después yo creo que fuimos mejorando, mejorando y creo que hemos funcionado muy bien como pareja. - Un orgullo, ¿no? Hacerlo con el padre y el padre hacerlo con la hija. - A: La verdad es que sí. O sea, difícil para algunas cosas porque al final pues es mi padre y hay cosas que no hago, digo, delante de mi padre, ¿no? - O: Casi todo, casi todo. - A: Se me pasó la vergüenza muy rápido. También él me ha ayudado, ¿eh? O sea, llegó un punto que entendimos que teníamos que ser iguales. - O: Sí, sí. - A: Que la jerarquía esta que suele tener nuestra relación no podía ser en estas condiciones y yo creo que, bueno, él me ha ayudado bastante a sentirme lo más cómoda posible. - O: Y yo estoy muy orgulloso de ella porque, claro, llegas a puntos extremos en los que dices no sé si voy a ser capaz yo. Y entonces ver que ella tira y que hay momentos en los que ya no eres tú tirando de ella sino ella tirando de ti o los dos en conjunto. Que al ver que en pareja funcionas mejor que en solitario, eso es muy, muy gratificante. - Oye, te toca dar la enhorabuena, ¿no? Que te nos casas. - O: Sí, sí, sí. Me caso, me caso. Pues muy bien, con mucha ilusión, con ganas. Después de ya ocho años de relación ya empezaba a tocar y me apetece mucho. - ¿Qué te parece a ti? - A: Tocaba ya hace un tiempo. - O: Tocaba, tocaba, sí, sí. Cuando le se lo dije a ella me dijo que ya iba tocando, ¿no? - ¿Ya lo tenéis todo? ¿Cuándo va a ser? - O: Estamos preparando, estamos preparando, pero intentaremos que sea para el año que viene. O sea, vamos ya a toque de silbato. - ¿Por qué habéis decidido dar el paso? No te quito más tiempo. - O: ¿Por qué hemos decidido dar el paso? Porque ya era el momento. O sea, ya cuando crees que una relación está afianzada y te hace ilusión dar un paso más y ya no solo por el tema legal, sino por ir cerrando pasos y avanzando. - ¿Que envidia ya la boda de tu padre? - A: La verdad. Además, conociéndolo, seguro que será una boda divertida. - O: Yo creo que sí. Yo creo que lo va a ser. - Fiestera, ¿no? - O: Muy fiestera, con cosas distintas. - A: Un poco friki. - O: Sí, sí, sí. Va a valer mucho la pena. - ¿Eres tú romántico o se lo pidiste bien? Me imagino que sí, ¿no? - O: Yo soy romántico, pero tampoco soy un... O sea, no soy ñoño. Soy romántico, me gusta mucho dar cariño, estar con mi pareja, pero no soy romántico convencionalmente. - A: Más cariñoso que romántico, yo creo que es. - O: Sí, exactamente. Yo creo que es. - Muy guapa. - O: Sí, y además me encanto de persona. O sea, he encontrado a mi media naranja. - Y la última, que nos asustaste también del hospital, hace poco ingresado, ¿qué pasó? - O: No, no estuve ingresado, no estuve ingresado, pero tuve un herpes zóster que me fastidia más. Me coincidió con el estreno de una función de teatro y tal. - En la UCI. - O: ¿Yo? No. - A: Lo pusieron... O sea, salió un artículo como si estuviera ingresado, pero no estaba ingresado. - O: Puse una publicación desde que me fui a urgencias al hospital y ahí sí que me chutaron y todo porque me dolía un montón. Pero en la misma publicación salía una foto del día siguiente ya ensayando. O sea que hay veces en que hay que acabar de mirar todas las fotos antes de hacer la crónica. - A: Antes de hacer un artículo, ¿no? - O: Porque sí, en la misma publicación ya estaba el que yo no había quedado ingresado, pero bueno. - Y salió otro, no sé si así tampoco era verdad, que le salvaste la vida a una persona. Estuvo a punto de morir o tampoco es verdad. - O: Sí, bueno, le salvé la vida, ayudé, sí. Un accidente, se fue en septiembre del año pasado. Hubo un motorista que tuvo un accidente y se seccionó la carótida. Y bueno, por suerte estaba yo y había otra mujer que también es médico. Y que bueno, pues hicimos lo posible para contener la hemorragia hasta que llegó la ambulancia y ya se encargaron los profesionales. - Un crack, un héroe, vamos. - O: Sí, no, no. Bueno, las cosas que yo creo que todo el mundo haría en una situación así. - A: Todo el mundo con conocimientos de medicina, a lo mejor, ¿no? - O: Claro, claro. Pero todo el mundo hace lo que buenamente puede. - Muchísimas gracias. Os veremos. Enhorabuena. - Gracias.
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