Ficha técnica
Elia Galera se molesta cuando la preguntan por su ex marido, Iván Sánchez: "Ojalá te pudiera contar cosas maravillosas, pero mi vida debe ser muy triste cuando todavía me siguen relacionando con Iván, que hace ya 13 años, por favor, ya llovió de esto". La actriz no piensa en rehacer su vida: "Conozco a muy pocas mujeres que hayan querido rehacer su vida, después de haberse casado, de haber tenido hijos, estoy muy a gusto conmigo misma, bueno, pasando una etapa un poco difícil para toda mujer, la de los 50 y tantos". Aunque reconoce: "Sí, sí, por supuesto, abierta siempre, sí, sí, sí, yo creo en el amor, pero tiene que llegar", pero asegura que Willian Levy no es su tipo: "No, no, no, no es mi tipo, es majo, pero no es mi tipo. Toda la edad también, sabe muy bien lo que una quiere". Habla de cómo ha sido trabajar con Willian Levy: "Pues es un tío muy divertido. Yo le conocí hace muchísimos años en méxico. Yo diría que personalmente es muy generoso, generoso en el trato. No solo por las mariscadas que trae a plató, que ya todos conocemos, sino que además es un tío campechano que le gusta divertirse, cercano". Este tema es en exclusiva. Total Elia Galera: - Bueno, Elia, cuéntanos un poquito, porque tenemos aquí que hay una pareja, una chica muy buena, una chica muy mala. - Yo soy la que pone un poco de orden en todo esto, chicos. Que viene el volcán, que decisión tomamos, seguimos el protocolo, no seguimos el protocolo, hacemos caso al rigor científico. ¿Dónde están los líderes de esto? Además de mí misma, que soy miembro de una unidad militar. Bueno, ha sido interesante ser mujer y estar en un alto cargo militar, en un rango militar y ser el máximo cargo posible. Entiendo que haya hombres que no quieran abandonar ese puesto, porque cuando una da una orden y se cuadra en todos, dices ¡guau! - Hace falta más papeles como estos. - Hace más papeles y además, donde no notemos el famoso techo de cristal. No solo papeles, sino también puestos de trabajo donde las mujeres alcancemos esas cotas que las merecemos y además yo creo que tenemos cualidades más que suficientes para entender que tenemos que hacer. Tenemos capacidad de organización, somos personas con capacidad de controlar y coordinar equipos y de tomar decisiones, incluso empáticas y flexibles en un momento dado. Como ocurre en la película. - ¿Cómo es William Levy en las distancias cortas? - Además de guapo. - Eso es lo obvio, lo obvio está ahí. - Pues es un tío muy divertido. Yo le conocí hace muchísimos años en México. Iba yo porque mi ex marido trabajaba con él en una novela. - ¿Iván? - Sí, trabajó con él en una novela. La Tempestad creo que era. La Tempestad. De allí, mexicana, claro, claro. Y nos conocimos, sus hijos son más o menos de la edad de mis hijas. Y la verdad es que tuvimos bastante relación debido a la relación que tenía mi ex marido. Y coincidir con él y trabajar con él ha sido como reencontrarme otra vez con él. Yo creo que todos le conocemos ya, es muy mediático. Yo diría que personalmente es muy generoso, generoso en el trato. No solo por las mariscadas que trae a Plató, que ya todos conocemos, sino que además es un tío campechano que le gusta divertirse, cercano. Es un entregado con el fenómeno fan que lleva con él a todas partes. Yo no sé si sería capaz de llevarlo con esa forma, esa entrega y esa generosidad suya. Yo acabaría un poquito saturada, pero él no lo lleva muy bien. Es muy consciente de que está en el lugar que está y está siempre muy agradecido al apoyo que recibe. Me encanta, además de guapo. - Cuando supiste que te iba a tocar trabajar con William, ¿llamaste a Iván para preguntarle que te encaminara o te ayudara un poquito? ¿O te tiraste a una piscina y dijiste, esto lo descubro yo? - No, de hecho, yo caí en la cuenta después, fíjate. Si nos conocíamos de la tempestad... No, no, no, no le pido, no. Soy tan autónoma como el comandante Carles. En la toma de decisiones elegí el papel y el guión porque me gustó la historia y me apetecía contar una historia de aventura, salirme un poco del drama, como hacer comedia, que también lo he hecho. Últimamente y bueno, aventurarme en la aventura, que salga la redundancia. - Bueno, que te llevabas bien con Iván, que han sido muchos años, como si fuera algo fuera de lo tal, pero no, no, yo te quiero preguntar por ti, claro, digo... - ojalá te pudiera contar cosas maravillosas, pero mi vida debe ser muy triste cuando todavía me siguen relacionando con Iván, que hace ya 13 años, por favor, ya llovió de esto, no, pues nada. - Elia, ¿cómo está ahora? ¿Tú cómo estás? ¿Estás enamorada? ¿Vives en pareja? - Mira, soy una mujer de 52 años, y esto lo van a entender la gran mayoría de las mujeres, porque conozco a muy pocas mujeres que hayan querido rehacer su vida, después de haberse casado, de haber tenido hijos, estoy muy a gusto conmigo misma, bueno, pasando una etapa un poco difícil para toda mujer, la de los 50 y tantos. Es complicada, o sea, aunque una físicamente es complicada, porque bueno, desequilibros hormonales, hay que hablar de esto, las menopausas. Es toda una etapa, una etapa de abandono y apertura a lo nuevo. Y bien, estoy bien conmigo, la verdad es que una de las cosas buenas que da la edad es que uno no necesita, si viene bien, pero necesitar como tal, no. Hay que necesitar tener... Hay gente que no sabe no estar en pareja. Claro, no, no, yo estoy perfectamente bien. - Pero abierta, o sea, te quiero decir, si llega... ¿Prefieres que no? - Sí, sí, por supuesto, abierta siempre, sí, sí, sí, yo creo en el amor, pero tiene que llegar. - William Levy, que creo que está soltero. - No, no, no, no es mi tipo, es majo, pero no es mi tipo. Toda la edad también, sabe muy bien lo que una quiere. - Gracias a vosotros. ESTE TEMA ES EN EXCLUSIVA
Relacionados