Ficha técnica
Carlos Fitz-James Stuart, duque de Alba, recibe en representación de la Casa de Alba el Premio Cultural en los Premios Carta Magna Awards, celebrados con la colaboración del Banco Sabadell. Resalta tanto su esfuerzo como el de sus hijos por difundir la cultura: "señoras y señores, es para la casa de alba que yo represento un gran honor recibir este premio que reconoce el esfuerzo por el mecenato y difusión de la cultura que estamos realizando mis hijos y yo". Dedica el premio tanto a su madre como a su abuelo: "este premio quiero dedicarlo a la memoria de mi abuelo, el decimoséptimo duque de alba y décimo duque de berwick, y a la de mi madre, la decimoctava duquesa de alba y undécima duquesa de berwick. Ambos fueron grandes anglófilos, especialmente mi abuelo Jacobo, doctor honoris causa por la universidad de Oxford, caballero gran cruz de honor de la real orden victoriana, embajador y embajador en el Reino Unido. La relación del duque Jacobo fue a lo largo de toda su vida muy estrecha tanto con la corona como con la nobleza, los políticos y el pujante mundo cultural británico. Activista de su causa y aladiófilo convencido, tuvo una actuación notable en favor de su querida gran bretaña durante la primera guerra mundial. Esa vinculación que venía desde sus años de estudiante se reforzó aún más con la creación en 1923 del comité hispano-británico, fundado el 16 de mayo de este año, precisamente en el palacio de libia y bajo su presidencia. La actividad de este comité fue grande, logrando importantes intercambios culturales y docentes entre ambas naciones. Por destacar, una de sus muchas actividades fue la introducción de manera culta, pero también popular, de la egiptología en España. Durante toda la segunda guerra mundial, ejerció de embajador en londres, en condiciones políticas muy complejas, con dificultades de todo tipo. A su memoria, dedico este premio en la seguridad de que es el mejor homenaje que pueda rendirse". El hijo de la recordada duquesa de alba posa junto a otros galardonados durante la ceremonia. Entre ellos, d. Michael morley, vicepresidente de la british spanish society, distinguido con el premio a la labor social; d. José manuel candela barreiro, director general adjunto y director territorial centro de banco sabadell, recoge el premio empresarial; el periodista miguel ángel idígoras recibe el premio nacional de periodismo; sarah morris, premio internacional de periodismo; y la chef y aristócrata gioconda scott, galardonada con el premio gastronómico. Discurso Carlos Fitz-James, duque de Alba: - Señora Margaret Josephine Houser-Rey, abogada y socia fundadora del despacho legal Benedict Houser-Rey, abogados y portavoz del comité organizador de los premios Magna Carta. Respetados miembros del comité, en especial quiero saludar a Fernando de Prado, cuya familia y la mía llevan años de amistad y cercanía. Señoras y señores, es para la Casa de Alba que yo represento un gran honor recibir este premio que reconoce el esfuerzo por el mecenato y difusión de la cultura que estamos realizando mis hijos y yo. Esfuerzo que realizamos sin otro apoyo que el concurso del patronato de la Fundación Casa de Alba, un pequeño grupo de magníficos expertos y todas las personas que trabajan en la Casa de Alba. Margaret Josephine Houser-Rey ha destacado acertadamente la estrecha amistad y especial relación de la Casa de Alba con la monarquía y el pueblo británico. No es un secreto nuestra admiración por ese hermoso país, por su cultura y por la solidez de sus instituciones. Magna Carta Libertatum, en latín medieval, Gran Carta de las Libertades, más conocida en español como la Carta Magna, Magna Carta en la historiografía en inglés. Es una carta otorgada por Juan I de Inglaterra en Rannymede, cerca de Windsor, el 15 de junio de 1215. Este documento fundacional ha evolucionado y perfeccionándose con el tiempo, pero manteniendo sus premisas fundamentales, alianza entre el monarca y el pueblo, así como el reconocimiento de sus derechos y libertades. El devenir de la historia y sus vicisitudes no han devaluado el esencial de la Magna Carta. El respeto por las libertades del pueblo británico y su estrecha alianza con la corona. Este premio quiero dedicarlo a la memoria de mi abuelo, el decimoséptimo duque de Alba y décimo duque de Berwick, y a la de mi madre, la decimoctava duquesa de Alba y undécima duquesa de Berwick. Ambos fueron grandes anglófilos, especialmente mi abuelo Jacobo, doctor honoris causa por la Universidad de Oxford, caballero gran cruz de honor de la real orden victoriana, embajador y embajador en el Reino Unido. La relación del duque Jacobo fue a lo largo de toda su vida muy estrecha tanto con la corona como con la nobleza, los políticos y el pujante mundo cultural británico. Activista de su causa y aladiófilo convencido, tuvo una actuación notable en favor de su querida Gran Bretaña durante la Primera Guerra Mundial. Esa vinculación que venía desde sus años de estudiante se reforzó aún más con la creación en 1923 del Comité Hispano-Británico, fundado el 16 de mayo de este año, precisamente en el Palacio de Libia y bajo su presidencia. La actividad de este comité fue grande, logrando importantes intercambios culturales y docentes entre ambas naciones. Por destacar, una de sus muchas actividades fue la introducción de manera culta, pero también popular, de la egiptología en España. Durante toda la Segunda Guerra Mundial, ejerció de embajador en Londres, en condiciones políticas muy complejas, con dificultades de todo tipo. A su memoria, dedico este premio en la seguridad de que es el mejor homenaje que pueda rendirse. Muchísimas gracias. Imágenes de Carlos Fitz-James, duque de Alba, recogiendo el Premio Cultural otorgado por los Premios Carta Magna Awards.
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