Eugenia Martínez de Irujo, encargada de dar la Levantá del Cristo de los Gitanos

Eugenia Martínez de Irujo encargada de dar la Levantá del Cristo de los Gitanos, al paso de la hermandad por el palacio de las Dueñas, en Sevilla. Tras el cante de una saeta, escucha al capataz decir: "Estamos en la misma puerta de la casa de Alba. Desde que se fue, la señora Duquesa nos ha dejado un vacío muy grande en el corazón. Pero tenemos aquí sus hijos con nosotros que nos ayudan, nos quieren, nos miman y nos dan ese empujoncito que siempre nos han hecho falta. Con todo el cariño del mundo vamos a levantar al señor de la salud para que le dé un besito porque ella está ahora mismo en el barcón del cielo viendo. Va a tocar conmigo de mi mano, mi amiga, mi hermana Eugenia, por su madre. ¡A la verdad! ¡Arriba los callos reales! ¡Todo pueblo valiente que siga siendo la Madrugá gitana!". Imágenes de Eugenia junto al guitarrista el Perla y una saetera que le canta al Cristo de la Salud desde la puerta del palacio Imágenes de Eugenia que escucha al capataz decir: "Estamos en la misma puerta de la casa de Alba. Desde que se fue, la señora Duquesa nos ha dejado un vacío muy grande en el corazón. Pero tenemos aquí sus hijos con nosotros que nos ayudan, nos quieren, nos miman y nos dan ese empujoncito que siempre nos han hecho falta. Con todo el cariño del mundo vamos a levantar al señor de la salud para que le dé un besito porque ella está ahora mismo en el barcón del cielo viendo. Va a tocar conmigo de mi mano, mi amiga, mi hermana Eugenia, por su madre. ¡A la verdad! ¡Arriba los callos reales! ¡Todo pueblo valiente que siga siendo la madrugá gitana!" Imágenes de Eugenia tocando el llamador.