Pepe Gandía defiende a Grajal de los ataques que recibe por parte de los hijos de Jaime Ostos

Pepe Gandía defiende a Mari Ángeles Grajal de los ataques que recibe por parte de los hijos de Jaime Ostos: "eso no tiene nombre". El empresario no aclara cuál es su relación con la doctora, pero no escatima en elogios hacia ella: "bueno, es que es una máquina". Asegura que se está leyendo su libro tras haber recibido una copia: "lo estoy leyendo, sí". Prefiere no desvelar si pasará la semana santa junto a ella: "no, no, de momento no tengo ni idea". José Gandía acude al tanatorio del abogado bocanegra, a quien recuerda con mucho cariño: "sí, un personaje que ha marcado su época, un personaje muy importante para todos nosotros. Profesionalmente era un crack, pero luego humanamente era una persona fuera de lo común". Total Pepe Gandía: - Don José, señor Gandía, ¿qué tal? - Muy bien. - Se ha ido un gran jurista, un maestro de abogados e imagino que un amigo, ¿no? - Sí, un personaje que ha marcado su época, un personaje muy importante para todos nosotros. Profesionalmente era un crack, pero luego humanamente era una persona fuera de lo común. - Claro que sí, con un carisma arrollador. - Le echaremos mucho , la verdad. - Llevaba años luchando con una terrible enfermedad, ¿no, José? - Sí, sí. Un cáncer. - Eso no era muy conocido, eso. No ha podido seguir más. - Pero bueno, la vida, ¿eh? - La ley de vida. - Bueno, José, ¿le veremos en Semana Santa, en Feria con María Ángela y Cajal? - No sé, ya lo veremos. - No puedes decir sí o no. - No, no, de momento no tengo ni idea. - ¿Cómo va su amistad con ella? - No, bueno, no quiero comentar. - No. - Muchas gracias. - ¿Ha podido leer el libro de memoria de Jaime Ostos que ha escrito ella? - Lo estoy leyendo, sí. - Claro, le habrán regalado una copia, ¿no? - Sí, sí. - ¿Le han regalado una copia? - Sí, sí. - Dice que ya no para, que ahora va a escribir otro. - Bueno, es que es una máquina. Muy bien. - ¿Qué le parece lo mal que le tratan los hijos de Jaime a ella? - Bueno. - Hombre, eso a usted le dolerá, ¿no, José? - Eso no tiene nombre. - Las cosas tan feas que le dicen. - Eso no tiene nombre. - ¿Usted le diría algo a ellos? - Bueno, no. - Muy bien, muy amable, ¿eh? Muy amable. Imágenes de Pepe Gandía en el tanatorio del abogado Francisco Baena Bocanegra.