Ana Obregón evita confirmar si Alessandro Lequio conoce a la pequeña Ana Sandra

Ana Obregón evita confirmar si Alessandro Lequio conoce a la pequeña Ana Sandra. Se limita a decir: "lo diré, lo diré". Cuando le preguntan por las críticas que está recibiendo por la exposición de su nieta, responde: "hay gente que dice tantas tonterías. Oye, os digo una cosa muy importante, esto sí que es importante. Mañana recibe la fundación de mi hijo, el galardón Severo Ochoa, al mérito sanitario. Estaremos en el ateneo a las cinco o seis de la tarde, creo que es". Además, arremete contra los que le acusan: "como decía un amigo mío, la falta de empatía es como la falta de inteligencia, ¿sabes? El que la tiene, no se da cuenta, no se dan cuenta". Reacciona cuando le preguntan si teme que intervenga el defensor del menor, exclama: "¡ay, qué tonterías más grandes, de verdad!". Total Ana Obregón: - Buenas tardes, Ana, ¿cómo te encuentras? Bueno, feliz cumple... - ¡Uy, estoy contenta! - ¿Cómo lo pasasteis? - La verdad que lo pasamos, vino Minnie Mouse y todo. ¡Me voy corriendo! - ¿Cómo te enfrentas a las críticas? ¿Os quedáis con eso? - Ah, ya he contestado. - ¿Te preocupa que pueda intervenir el defensor del menor, Ana, por todo? - ¡Ay, qué tonterías más grandes, de verdad! - Pues estás feliz, ¿verdad? - Hay gente que dice tantas tonterías. Oye, os digo una cosa muy importante, esto sí que es importante. Mañana recibe la fundación de mi hijo, el galardón Severo Ochoa, al mérito sanitario. Estaremos en el Ateneo a las cinco o seis de la tarde, creo que es. - Ana, te hemos dicho que Alessandro ha colaborado, que se preocupa por la niña, ¿ya la conoces? - Lo diré, lo diré. - ¿Pero por qué no nos lo adelantas? - Por qué no ¡Adiós! - Pero eres feliz - ... - A qué hora - Pues nos las tenemos muy bien. A las siete de la tarde. - No te afectan las críticas, ¿verdad? - Me voy. - Ya pasas de todo, tú eres feliz, todo por tu salud mental, ¿verdad? - Como decía un amigo mío, la falta de empatía es como la falta de inteligencia, ¿sabes? El que la tiene, no se da cuenta, no se dan cuenta. - Bueno, Ana, te vemos muy bien y nos alegramos - Venga - ¿Y tu familia? - Bien - Siempre apoyándoos, ¿verdad? - Gracias. - Gracias, Ana. Adiós. Gracias. Imágenes de Ana Obregón caminando hasta subirse en un coche.