Tras diez años de silencio... Ana Fernández está preparada para hablar de Santi Trancho

Ana Fernández se sincera sobre el décimo aniversario de la pérdida de su pareja, Santiago Trancho: "una cosa muy bonita, ha sido un diez años, creo que los números redondos, bueno, a todos, ¿no? Creo que nos marcan un poco, siempre es como cinco, diez, quince, veinte. Y bueno, pues me apetecía expresar lo que voy a hacer durante este año sin ninguna prisa, porque quiero hacerlo con mucha delicadeza, con mucho cariño, sin presión de nadie, ni a nivel mediático, ni a nivel de gente, ni nada. Pero bueno, es algo que me apetece mucho hacer, sobre todo con un objetivo muy claro, que es el de ayudar a los demás. Porque en estos diez años, no sé, las miles y miles y miles de personas que me han escrito, ya no solo apoyándome, sino contándome sus experiencias, porque lamentablemente esto ocurre muchísimo. Entonces, mi objetivo con esto es ayudar a quien lo haya pasado, lo esté pasando o lo vaya a pasar por desgracia. Entonces, va a ser como una semillita de que al final, dentro de ese ciclo de esos diez años, aportar algo bueno a los demás". Subraya: "¿cómo recuerdo los diez años? Bueno, pues de un aprendizaje en estos diez años bestial, de un respirar, de un volver a ilusionarme, de enamorarme, de tener mi casita, de tener a mi prácticamente marido, aunque no con papeles, mis perritos, o sea... Quiero decir, la vida me ha regalado cosas muy, muy, muy bonitas, de trabajo y sobre todo de lo personal, que a mí es lo que más me importa, sinceramente". Añade: "jamás he vendido nada, jamás he hablado nada, creo que he estado siempre en un lugar de mucha protección y han querido que lo hiciera. O sea, qué quiero decir, que me expresara y que hablara, pero no, para mí no, yo no me dedico al mundo de la comunicación ni nada. Entonces, ha sido como ese momento de decir, bueno, ahora ya que ha hablado todo el mundo, porque siempre he tenido la coletilla todos estos años, pues ahora lo voy a hablar yo, pero desde un lugar de absoluto amor y respeto y delicadeza". Total Ana Fernández: - ¡Ay, estás grabando a la vez! ¡Increíble! Lo haces todo. Eres como un... - Actriz. ¿Cómo estás? - Bien, cariño, sí, otro año, otra vez, claro. - Tienes que estar aquí un año más, ya juegas en casa. - Pues sí, porque es que yo llevo viviendo aquí toda mi vida, tengo familia aquí, he veraneado aquí, entonces pues es un lugar muy de confort para mí, o sea, es muy agradable, y sobre todo que tenía un poco de miedo en el AVE diciendo, joder, ya verás, va a estar como en Madrid desbordándose el Manzanares, pero he visto que no, y que de repente ha salido el sol y eso me me ha animado mucho. - Y con ganas de encontrarte también con compañeros de profesión, ¿no? - Sí, porque al final muchas veces haces rodajes y luego pasa tiempo, y te cuesta quedar, entonces los festivales, este tipo de encuentros que hacen como de actores, te hace ver a compañeros que hace mucho que no les ves, y también es bonito, sí. - ¿Y tú cómo estás? - Pues yo muy bien, cariño, la verdad es que bastante tranquila, muy en paz, con todo. - ¡Qué difícil, no! - ¿Eh? - O sea, qué difícil y fácil a la vez. - Pero, o sea, quiero decir, no, pero yo es que os recomiendo que os vayáis a vivir al campo, de verdad, es otra movida. - ¿El campo qué te da a ti? - Mucha paz, yo desde hace muchos años vivo a las afueras, yo en la ciudad, ¿no? De hecho a veces bajo y estoy un rato, hago dos recaos y digo, bueno, ya, ya, estuvo bien. Venga, hasta luego. Total. - Crisis - No, de momento no, y a lo mejor no los hay nunca, pero vamos, después de diez años juntos, casi nueve años maravillosos, y seguimos súper felices con todas las cosas que tienen las parejas, nuestros seis perros, Dios mío, nuestros hijos peludos, o sea, estamos muy, muy, muy bien. Lo que pasa que no os enteráis. porque no contamos nada, porque somos molestos. Y no vendemos nada tampoco. - No sé cómo preguntártelo, pero tengo que preguntar porque ha sido una fecha importante hace tiempo, poco tiempo, un fallecimiento importante y tú... - Una cosa muy bonita, ha sido un diez años, creo que los números redondos, bueno, a todos, ¿no? Creo que nos marcan un poco, siempre es como cinco, diez, quince, veinte. Y bueno, pues me apetecía expresar lo que voy a hacer durante este año sin ninguna prisa, porque quiero hacerlo con mucha delicadeza, con mucho cariño, sin presión de nadie, ni a nivel mediático, ni a nivel de gente, ni nada. Pero bueno, es algo que me apetece mucho hacer, sobre todo con un objetivo muy claro, que es el de ayudar a los demás. Porque en estos diez años, no sé, las miles y miles y miles de personas que me han escrito, ya no solo apoyándome, sino contándome sus experiencias, porque lamentablemente esto ocurre muchísimo. Entonces, mi objetivo con esto es ayudar a quien lo haya pasado, lo esté pasando o lo vaya a pasar por desgracia. Entonces, va a ser como una semillita de que al final, dentro de ese ciclo de esos diez años, aportar algo bueno a los demás. - ¿Tú cómo lo recuerdas a un diez años? - ¿Cómo recuerdo los diez años? Bueno, pues de un aprendizaje en estos diez años bestial, de un respirar, de un volver a ilusionarme, de enamorarme, de tener mi casita, de tener a mi prácticamente marido, aunque no con papeles, mis perritos, o sea... Quiero decir, la vida me ha regalado cosas muy, muy, muy bonitas, de trabajo y sobre todo de lo personal, que a mí es lo que más me importa, sinceramente. - ¿Ha sido una terapia hablarlo así? - Bueno, la terapia... Como creo que todos tenemos que hacer... - Tener piedad en la pregunta. - Claro, o sea, como de manera privada, pero creo que sí, porque siempre ha quedado en estos años como una especie, como un halo siempre, de Ay, Ana, ¿cómo estarás? ¿Cómo tal? ¿Cómo cuál? Entonces, bueno, jamás he vendido nada, jamás he hablado nada, creo que he estado siempre en un lugar de mucha protección y han querido que lo hiciera. O sea, qué quiero decir, que me expresara y que hablara, pero no, para mí no, yo no me dedico al mundo de la comunicación ni nada. Entonces, ha sido como ese momento de decir, bueno, ahora ya que ha hablado todo el mundo, porque siempre he tenido la coletilla todos estos años, pues ahora lo voy a hablar yo, pero desde un lugar de absoluto amor y respeto y delicadeza. - ¿Te ha costado? - He empezado, no sé, evidentemente hay que hacer un reseteo, ¿no?, como de muchas cosas. Pero si las cosas están sanas, creo, y bien colocadas, puedes, evidentemente, revolverte, ¿no?, a algún día, pero creo que es algo también sanador y creo que está bien. - ¿Ahora estás en el mejor momento de tu vida? - Bueno, estoy en un momento que ya el hecho de sentirme aquí ya una millennial, pues sí, millennial, y me encanta ser millennial, la sabiduría ya de tener 35 años, de haber vivido cosas muy importantes y heavy, pues a nivel también laboral, o sea, no sé, evidentemente todas las cosas que me han pasado han hecho que sea como soy, y que de verdad para mí siempre lo más importante sea eso, o sea, mi familia, mi casita, mi chico, mis perros y luego ya el trabajo, o sea, es otra cosa. - Muchísimas gracias, Ana, gracias.