Ficha técnica
Pablo López, discreto al preguntarle si ha podido hablar con Raphael: "de verdad, es, es todo bien, el mejor del mundo". El cantante acude a la presentación de los Premios Cadena Dial y desvela si le queda algún sueño por cumplir: "yo sueño con los sueños que están por venir al final. Bueno, me encanta levantarme por la mañana, hacerme una tostada, de verdad, ¿eh? Tener salud, poder hablar con mi madre. Me parece un exitazo y un triunfo tremendo y no es palabra llana ni palabra sin licencia poética, de verdad. Aguantar cada día, lunes, martes, miércoles, jueves, teniendo a todos los que quiero alrededor y pudiendo escuchar música y poder hacer música para la gente es un pasote, es un sueño". En cuanto al ámbito profesional: "yo estoy ya esperando que pasen cosas, porque hay cosas que he vivido que yo ni había soñado, entonces lo que venga, bueno será, pero yo creo que lo mejor está por venir, sobre todo en forma de canción. ¿Sabes lo que sueño? Seguir haciendo canciones que me arrebaten la vida". Inmerso en la preparación de su gira 360 grados, el artista confiesa estar nervioso: "pues mal. Se gestiona mal, los nervios están a la altura del reto. Hace seis años que viví cinco noches complicadísimas, pero que probablemente sean las más importantes de mi vida o de todos los tiempos dentro de mi ser y donde yo creo que me agarré más a la gente de la historia entonces va a venir en junio y entonces las pesadillas vienen, pero qué bonito que una pesadilla tenga color y sea bonita". Total Pablo López: - ¡Madre mía! ¡Qué famita tienes, macho! - ¿Yo? - Hombre, el de la jarana - Mira, mi fama es como la de la fiesta de los Dial. Igual. Mucho se dice y no pasa nada. - ¿Qué tal? ¿Encantado? - Encantado, feliz, agradecido y realizado por estar aquí. - Pablo, en junio empieza tu 360. ¿Cómo tienes los nervios? Aún falta, pero ¿cómo se gestiona eso? - Pues mal. Se gestiona mal, los nervios están a la altura del reto. Hace seis años que viví cinco noches complicadísimas, pero que probablemente sean las más importantes de mi vida o de todos los tiempos dentro de mi ser y donde yo creo que me agarré más a la gente de la historia entonces va a venir en junio y entonces las pesadillas vienen, pero qué bonito que una pesadilla tenga color y sea bonita. - ¿Lo definirías como liberador? - Yo creo que es lo máximo que uno puede hacer al final, expresarse en pelota picada con un piano para la gente y contarles dónde vienen las canciones y sobre todo compartir. - Y hay que tener también mucha confianza en sí mismo, ¿no? - Sí, hay que tener, pero yo, como no la tengo del todo siempre, tiro un montón de todas las fuentes de luz y de electricidad que tengo alrededor, que son la gente que es lo único que me hace es estar tranquilo y tener pulsación baja. - Hablaba Chenoa que es difícil no gestionar las emociones, ¿tú eres de los que miras de frente a tu enemigo, a tus enemigos, a tus miedos, a tus emociones? - De un tiempo a otra parte sí que los tuve que mirar porque a mí me abrumó muchísimo la belleza, ¿no? El síndrome de Stendhal que le llaman y qué putada que tu enemigo sea lo bonito que es la vida, ¿no? Pero sí, sí, tengo la suerte una vez más. Soy pequeñito, estoy muy bien rodeado y muy bien vigilado. - Bueno, Pablo López ha cumplido ya su sueño, vivir de la música, hacer su música, pero me imagino que uno tiene más sueños, ¿no? Entonces que pena, ¿no?, haber cumplido ya un sueño, no su sueño, porque me imagino que cada día uno se va superando, ¿no? - Yo sueño con los sueños que están por venir al final. Bueno, me encanta levantarme por la mañana, hacerme una tostada, de verdad, ¿eh? Tener salud, poder hablar con mi madre. Me parece un exitazo y un triunfo tremendo y no es palabra llana ni palabra sin licencia poética, de verdad. Aguantar cada día, lunes, martes, miércoles, jueves, teniendo a todos los que quiero alrededor y pudiendo escuchar música y poder hacer música para la gente es un pasote, es un sueño. - Profesionalmente, a lo mejor, ¿qué sueño te queda por cumplir? Porque has hecho muchas cosas. - La verdad es que no... Perdón, ¿eh? Sí, es verdad que tienes razón en la pregunta. Yo estoy ya esperando que pasen cosas, porque hay cosas que he vivido que yo ni había soñado, entonces lo que venga, bueno será, pero yo creo que lo mejor está por venir, sobre todo en forma de canción. ¿Sabes lo que sueño? Seguir haciendo canciones que me arrebaten la vida. - Sentir de esa manera tan emocional y tan fuerte, ¿no te ha dado alguna vez cierto vértigo, cierto miedo? ¿Has tenido alguna vez algo que te paralice un poco? - Total, sigo teniendo vértigo de estar respondiendo a vosotros. No, pero de verdad, para perder vértigo lo que hago es que me asomo de sitios altos, pero esto es lo que me da vértigo a mí, de verdad. De verdad, ¿qué quieres que te diga? De verdad. - Yo qué sé, te vemos siempre un chico, no sé, súper agradable, campechano. - Bueno, pero tener vértigo no quiere decir que uno sea agradable. - No, pero que no pensábamos que te pasase esto. - A veces uno cuando se da cuenta de dónde está, o con quién está, o lo que está disfrutando, o al balcón que se asoma, sí te entra vértigo, pero se controla una vez más con el cable a tierra. - Lo digo porque la gente que siente mucho es como todo, lo malo es muy malo, lo bueno es muy bueno, ¿sabes? - La gente que sentimos mucho somos un coñazo, eso es lo que hay, y ya está. - He leído que eres capaz de acariciar el alma de tus fans, ¿qué o qué te acaricia a ti el alma? - Guau, que a alguien me dedique un día. O sea, cuando vienen a un concierto, una, dos, diez mil o doscientas personas te están dedicando un día. Aparcan un coche, están en un lugar y tal, te dedican un día, eso es Yo creo que es muy difícil superar eso, eso es lo que me acaricia el alma. - ¿Cómo se compone mejor, en una época tormentosa o serena? - A las nueve de la mañana es como se compone mejor. De verdad, es como mejor se compone. - Dices que para ti es un logro levantarte y poder hablar, por ejemplo, con tu madre, ¿tu madre es la que te tiene con el cable ahí en tierra? - Eh... - Te dice, ¿dónde vas? - Sin duda, yo creo que la madre de todos nosotros, al final del día es No, las madres no ven la purpurina y nada, ni cómo vas vestido. O sea, se ven desnudos y en pelotas todos los días, es una suerte mi madre y mucha gente que tengo alrededor. Yo tengo mucha suerte en la vida. - ¿Queremos saber si has podido hablar con Raphael? - De verdad, es, es Todo bien, el mejor del mundo. Gracias, de verdad. Imágenes de Pablo López durante la presentación de los Premios Cadena Dial.
Relacionados