PARTE 1_ Toni Acosta, discreta a la hora de hablar de su exsuegro, Raphael

Ficha técnica


Fecha 08/01/2025
Parte 1
Duración 00:05:14
Sonido Totales
Edición Editado
Localización Madrid
Firma Europa Press

Toni Acosta evita hablar del estado de salud del abuelo de sus hijos, el cantante Raphael, y responde con una evasiva: "bueno, muchísimas gracias por venir y voy a estar en el teatro del 8 de enero al 8 de febrero en el bellas artes". La actriz sí habla del abuso que sufren en su profesión y destaca: "No, mira, leí una entrevista de Ana Rujas y creo que, no sé citarla, pero el titular me gustó mucho, que decía, claro que he visto situaciones raras y claro que hay gente con la que no quiero trabajar. O sea, que es que entre nosotras hablamos. Eso a mí me encanta, que esté pasando. En concreto, yo, la verdad es que soy una tía como echada de parlante, que no me cuesta poner límites, pero esto está. Es lo mismo que te digo con lo de las actrices mayores de 50. Esto está y se está hablando y es maravilloso que se hable, de una vez por todas. Que se denuncie también, pero como hay conductas que no son del todo... Están ahí en un terreno raro, que se hable, que se hable, que hablemos. Decir, ten cuidado con este y con este y con este. Porque la verdad, prácticamente siempre son hombres". Además, asegura, que es complicado denunciarlo: "y porque hay represalias". Y añade: "pero bueno, cuando una va avanzando debe ser coherente y no trabajar con determinadas personas. Bueno, si cada vez somos más las que decimos, oye, mira, ¿no? Espero que un día sean ellos los que verán el trabajo". Total Toni Acosta: - Pues cuéntanos un poquito 'Una madre de película'. - Yo te he visto ahí riéndote y pasándotelo bien. Pues una madre de película es un monólogo que habla de una mujer que se llama Eva María, que se queda sola, tiene un único hijo que se marcha a estudiar a Boston con 18 años, y realmente la situación empieza por la noche, por la diferencia horaria, que su hijo la despierta para pedirle lo que ella considera que es una chorrada. Pero ya ella se ha desvelado, ha entrado en la habitación del hijo, el hijo le pide no rebusques en mis cosas, pero ya está sola. Igual se pone a rebuscar un poquito. - A ver, no quiero ser atrevida, pero creo que lo has hecho un poco por ahorrarte un poco, yo creo que hasta el terapeuta, porque yo creo que esto lo has exigido tú como en plan de por esto estoy pasando, dadme solución. - No sé si me va a llevar a más terapia. Bueno, mira, me di cuenta de que por mucho que tú tengas una vida plena, que yo considero que encima con mi profesión, siempre estás rodeada de gente, cambiando equipos de trabajo, el vacío es otro, que es en tu casa y que es el de los cuidados, que es todas las que somos madres. O sea, que es bonito hablar de esto como para preparar a la gente, porque luego yo, esto es divertidísimo, porque el otro día en un taxi yo iba hablando en una entrevista y me dijo el taxista, ah, pues ya quiero que se vayan los míos. O sea, porque él los vivía desde otro lugar y yo pensé, no, cuando se vayan los vas a echar mucho de menos. O sea, es como aceptar que esa carga mental de que cenarán, ay, mañana tiene clase extraescolar a tal hora, esa carga mental toda desaparece. Y hay un vacío, hay un vacío que hay que saber abrazar y rellenar y, como le dice la terapeuta Eva María, encontrar tus propias necesidades. - ¿Y tú has encontrado tus propias necesidades? - Es que yo todavía no me he quedado sola del todo, porque tengo una niña más pequeña, claro, yo he hecho un poco eso que llaman autoficción. He utilizado mi experiencia propia, pero Eva María solo tiene un hijo, o sea, yo todavía estoy ahí como... es muy pronto. Esto me está sirviendo de entrenamiento, sí, porque el mío va, viene, ¿sabéis? Tiene 20, todavía no ha volado del todo. - Con esto no les agarras más, no eres más protectora, sabiendo que va a haber ese nido vacío, ese plan de engancharte a algo. Bueno, si te va, pero al menos que los miércoles... - No, yo no quiero ser ese tipo de madre. Yo quiero que... yo, Toni, quiero que me busquen ellos a mí. O sea, que ellos generen contenido para pasar tiempo con su madre. A mí me encanta la idea de verdad de que los hijos no son nuestros, son de la vida. Y que bueno, cada uno sigue su camino y unas veces están más cerca de ti y otras más lejos. Yo me fui de Canarias. O sea, quiero decir que ya la distancia Madrid-Canarias, wow, al principio era complicado. Luego todo se va colocando, pero al principio pues vas dos veces al año como mucho. Entonces yo soy mucho de la idea de decirles, puedes hacer lo que te dé la gana, persigue tus sueños. Si están lejos, pues lejos te iremos a ver. Soy mucho de eso. - ¿Ellos han podido ver la obra? ¿Les has contado algo de cómo va para, no sé, saber su reacción? - Yo soy pesadísima, yo estoy todo el día hablando y esto y lo otro y tal. La niña la ha visto, la de 16, le ha encantado, le ha gustado muchísimo. Y mi hijo todavía no la ha visto, pues es el que está estudiando fuera. Pero vendrá, vendrá a verla y a mí sí que me gusta mucho escucharle, independientemente de estar en el nido vacío. Mis hijos son un poco los que me ponen los pies en la tierra, los que te dicen, wow, esto es maravilloso, o bueno, es un trabajo más. Pero a mí me gusta mucho, mucho escucharlos, me encanta. - Yo me imagino que esta obra también te ayuda un poco para rememorar como madre, tu papel de madre. ¿Te echas en falta algo? O sea, si ahora pudieses echar un poquito para atrás y dices, jolín, yo hubiese hecho esto, hubiese dejado hacer lo otro. - Yo no, ¿eh? No, yo no. Soy, digo, una cosa que le digo a los técnicos antes de empezar, y les encanta, no hay error, no hay error. O sea, la vida va sucediendo y uno se equivoca y esas equivocaciones les llevan a otros lugares. Pero no, no hay error. A mí lo que me ha conectado mucho la función es con mi madre, con cómo me fui yo del nido. Eso lo aportó Juan Carlos Rubio, que es el director y dramaturgo. Y yo de verdad creo que es interesante que cuando una ve que los hijos están a punto de irse, pensar, ah, pues yo me fui, yo me fui peor. - O sea, que te ha hecho un poco pensar y recapacitar lo tuyo de antes, por así decirlo. - Totalmente. O sea, yo pensaba... - Como un poco terapia, también, ¿no? - Pero yo pensaba que a lo mejor esta función era dedicada a mi hijo y ahora reflexiono en que quizás está mucho más dedicada a mi madre. Que tiene ahí un guiño que no os cuento, que es spoiler, pero que habla de esa generación y de los cuidados y de una incomunicación. Porque ahora tenemos Whatsapp, videollamadas, no sé qué, pero que antes era más complicado. Sí, era más complicado. - ¿Y un monólogo? Creo que tu primer monólogo. - Primer monólogo. - ¿Cómo se llama eso? - ¡Con alegría! ¡Con alegría! Me mira el director. Al principio... Cuando te pones a estudiar, es muy grande el barco y luego aprendes a... Ahora ya necesito público, necesito como saber en qué lugares incluso puedo descansar un poquito, ¿no? En qué lugares no descansar, porque no paro en la hora y veinte que dura, pero sí los ritmos. Hay ritmos que de repente, como van más sosegados, pues aprovecho para respirar más. Pero yo tengo muchas ganas de que vengáis a verlo. - Oye, ¿y cómo se hace? Que igual esta pregunta tampoco la risa, pero ¿cómo se hace para aprenderse un hora y veinte tú sola sin no tener un apoyo de una réplica? No sé si me has entendido. - No, no, te entiendo perfecto. Fue uno de los temas que yo no sabía si iba a ser capaz y se hace a base de estudio, codos, y de repetir. En la repetición está el arte, o sea, repetir y repetir y encontrar el texto definitivo. El texto de repente aparece, ahora ya lo tenemos, pero tardamos un tiempo en encontrar exactamente la esencia de ese nido vacío de Eva María que queríamos contar. - Tú la verdad es que tienes mogollón de trabajo, creo. - Ahí está mi repre. No me quejo, no me quejo. - Claro, es lo que muchas mujeres ahora, sobre todo en el mundo artístico, dicen que según va creciendo la edad, van disminuyendo los trabajos. Siempre te he oído decir algo así como... hay que tener suerte, pero hay que trabajarla, ¿no? - Sí, lo que pasa es que eso es verdad. O sea, que de repente yo sea un poco el símbolo de la actriz de más de 50 que trabaja, pues no nos debe nublar la vista y ser claros respecto a que hay menos personajes de mujeres de 50 años en las películas, en las series. Yo creo que el teatro es donde están los personajes de mujeres más interesantes para esas edades. Y que, bueno, yo soy uno de esos ejemplos de... yo trabajo mucho, pero un poco me lo invento y busco a Juan Carlos y busco... pero a mí no quiero dar una falsa impresión. O sea, realmente hacen falta contar nuestras historias de las mujeres de más de 50. - ¿Y, Toni, en algún momento tuviste miedo de quedarte sin trabajo? - Yo muchas veces. Sí, claro, pero... Claro, pero porque forma parte de... te quedas en un vacío, que yo lo llamo un vacío creativo, que tampoco está mal, como parar, vivimos siempre un poquito ahorrando para luego tirar de los ahorros, y suele ser un vacío creativo que da lugar a proyectos muy bonitos, sí. A mí me pasó, por ejemplo, que el podcast de la radio con Silvia Abril surgió en uno de esos momentos de menos trabajo. Surgió, básicamente, lo petó durante el confinamiento, que estábamos las dos como... se ha parado todo, las funciones de teatro, los rodajes, se paró todo, y nos inventamos un podcast. O sea, el vacío, bueno, pues el vacío creativo está muy bien. - Pero no es fácil gestionarlo, ¿no? Porque la semana pasada hablaba con una compañera tuya de profesión, que lleva toda la vida en esto, y me decía, es que no lo sé gestionar. O sea, cuando estoy un mes sin que me llamen, no sé gestionarlo mentalmente, me decía. - Pues yo sí. - ¡Qué suerte! - Yo sí, me pongo a escribir. Me pongo a leer muchísimo, digamos, a ver teatro, que se aprende muchísimo viendo a los compañeros, hago cursos. No, yo sí lo sé gestionar. Soy súper agradecida de empezar el 2025 con proyectos preciosos, pero yo sí he aprendido a gestionar el vacío, sí, el que tiene dos meses por delante con muy pocas cosas, sí, lo gestiono muy, muy bien. Y creo que eso te lo da la maternidad también, porque siempre que me he quedado sin trabajo, pues digo, ¡qué alegría! Disfruto de la maternidad y preparo el desayuno y lo llevo al instituto. - Bueno, yo creo que eres muy optimista, muy positiva. Tú que a todo lo ves, ves un lado positivo. - Sí lo soy, lo intento, sí, el lado bueno de las cosas. - A mí me gustaría saber si alguna vez has sufrido algún momento incómodo en esta profesión por el hecho de ser mujer, a la hora de encontrar trabajo, de que te ofrezcan trabajo que te hayan hecho sentir un poquito incómoda también. Estamos hablando de lo que estamos hablando. No, yo quiero decir cosas.. - No, mira, leí una entrevista de Ana Rujas y creo que, no sé citarla, pero el titular me gustó mucho, que decía, claro que he visto situaciones raras y claro que hay gente con la que no quiero trabajar. O sea, que es que entre nosotras hablamos. Eso a mí me encanta, que esté pasando. En concreto, yo, la verdad es que soy una tía como echada de parlante, que no me cuesta poner límites, pero esto está. Es lo mismo que te digo con lo de las actrices mayores de 50. Esto está y se está hablando y es maravilloso que se hable, de una vez por todas. Que se denuncie también, pero como hay conductas que no son del todo... están ahí en un terreno raro, que se hable, que se hable, que hablemos. Decir, ten cuidado con este y con este y con este. Porque la verdad, prácticamente siempre son hombres. - Sí, muchas a lo mejor por miedo no lo dicen y luego al final... - Y porque hay represalias - Exacto - Y que al final es un trabajo que no, que os encanta y que por miedo no lo decís. A lo mejor muchas dicen por miedo a no tener trabajo. - Total, total. Pero bueno, cuando una va avanzando debe ser coherente y no trabajar con determinadas personas. Bueno, si cada vez somos más las que decimos, oye, mira, ¿no? Espero que un día sean ellos los que verán el trabajo - Y para finalizar, preguntarte simplemente cómo se encuentra Raphael, que nos ha dejado la noticia de las navidades un poco con mal sabor de boca. - Bueno, muchísimas gracias por venir y voy a estar en el teatro del 8 de enero al 8 de febrero en el Bellas Artes. - Pues aquí vendremos. - Muchas gracias.

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