Ficha técnica
Irene Martínez recuerda a su hermana, Sonia Martínez, con mucho cariño: "pues como una mujer alegre, feliz, divertida, muy social, es que era un ser de luz, era un ser de luz. Ella entraba a cualquier sitio y parecía un sol, y así es como me gustaría que se la recordase con ese sol, con esa sonrisa, con esa alegría tan natural que le daba igual hablar con la señora de la limpieza del portal de casa que con Gunilla Von Bismarck, o sea, esa naturalidad, espontaneidad y esa vivencia es el recuerdo que a mí me gustaría que quedara". Este tema es en exclusiva Total Irene Martínez: - Irene, pues tu colaboración con el documental, ¿cómo ha sido? Cuéntanos por qué ha tenido que ser, pues no fácil. - No, desde luego muy emotivo, muchísimo, pero a la vez muy sanador, porque he movido cosas que me han ayudado a sanar y también muy feliz, porque siento que está siendo un homenaje y que un poco es como si la voz de mi hermana estuviera siendo escuchada a través de mí. - Imagino que no se portaron bien con ella, también yo creo que habréis proclamado esto. - A ver, yo no buscaba esto, no buscaba polémica, yo lo que buscaba era hacerla un homenaje, se ha tratado con delicadeza dentro de que es una historia muy dura, porque lo fue, lo cierto es que el primer detonante fue aquel despido, que ya lo vais a ver, pero fue el primer detonante, luego hubo otras razones que la llevaron a una serie de circunstancias, o sea, no voy a señalar a nadie, realmente quiero vivirlo con mucho amor, que la gente sepa su historia, que la gente que está padeciendo esta situación, tanto víctimas como enfermos, como familiares, pues se sientan un poquito arropados y escuchados también a través de la historia. Y este es el amor que yo le quiero poner a este documental. - Vemos que también su hermana, su hijo, siempre hubo relación con él, ¿verdad? - Míra, con él, yo no lo conocí hasta que tuvo 15 años, sí, por una serie de circunstancias, cada uno tiene sus circunstancias, a partir de ahí hubo ya una conexión, también hubo momentos de más acercamiento y momentos de más distanciamiento por las circunstancias de cada cual, y es muy bonito porque justamente este documental nos está todavía uniendo muchísimo más, así que está siendo muy bonito. - ¿Cómo quieres que recordemos a Sonia? - Pues como una mujer alegre, feliz, divertida, muy social, es que era un ser de luz, era un ser de luz. Ella entraba a cualquier sitio y parecía un sol, y así es como me gustaría que se la recordase con ese sol, con esa sonrisa, con esa alegría tan natural que le daba igual hablar con la señora de la limpieza del portal de casa que con Gunilla von Bismarck, o sea, esa naturalidad, espontaneidad y esa vivencia es el recuerdo que a mí me gustaría que quedara. - ¿Habéis podido hablar con amigos de la época para hacer este documental y os han dicho que no, que no quieren participar? ¿Ha habido alguna negativa? - Sí, lógicamente. Yo he tenido familiares que no querían porque es cierto que, claro, a nosotros nos mueve mucho y hay que tener bastante valentía para hacerlo realmente, ¿no? A mí desde donde me mueve, pues decidí hacerlo y luego ha habido amigos que sí han querido participar, pero luego a lo mejor su intervención no era tan relevante como para que aparecieran, pero sí, hablando telefónicamente con ellos, han formado parte de la historia también, ¿no?, del documental. - Esperaremos a verlo con ganas, la historia de Sonia. - Espero que os guste mucho, que mueva, porque por supuesto va a movernos un montón, pero que también lo disfrutemos. - Gracias. - De nada. Este tema es en exclusiva
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