Ficha técnica
Jenny Llada sigue los pasos de Bárbara Rey y confiesa que ella también se quiere retocar el cuello: "Me parece fantástico. Mira, yo me quiero hacer ahora el cuello, porque de cara estoy muy bien, pero el cuello un poquito de perfil. A veces, sobre todo en persona, no tanto, pero sí en cámara, televisión, me sale a veces el cuello, porque de cuerpo me mantengo más o menos, porque hago deporte, no mucho, debía de hacer más, pero ya no lo hago por físico, que también lo hago por salud, porque cuando somos mayores y estamos sentadas en un sofá todo el día, y dices, claro, es que es mayor No, es que no, está mayor porque no se levanta desde el sofá, está mayor por eso, porque si no su cuerpo aguanta mucho más. Y, bueno, yo estoy muy a favor de todo lo que te haga sentirte mejor, ¿te hace sentirte mejor viéndote joven? A mí sí, pues lo hago. ¿Te hace mejor sentirte no engordar? Pues cuídate". La artista asegura que le parece muy bien que su ex amiga decida estar bien ante el doloroso momento por el que está atravesando: "Me parece muy bien, que, además, ella ha sido una persona que se ha cuidado mucho en ese sentido, de sus caras, sus cosas, yo también. Yo no me he operado la cara, yo sí me pongo vitaminas y botox, nada más, pero ahora es el momento, si no, ¿cuándo lo voy a hacer? El cuello sí me lo quiero hacer, precisamente hoy tengo cita con el médico para que me vea". En cuanto a las críticas que ha recibido la boda de Ángel Cristo y Ana Herminia, Jenny no duda en sacar la cara por ellos: "Yo creo que la gente se equivoca o quiere subirse a un carro de decir esas tonterías, y creo que, en una boda, un día especial, cada uno lo hace como quiere, como lo siente. Ellos lo hicieron, no la boda formal, esta de tener una mesa presencial de novios, pero estuvo muy bien. Lo que pasa que hubo una cosa. Verás, el catering era fuera, era exterior y como hacía frío, pues lo metieron dentro. Entonces el catering del aperitivo y demás, lo pusieron tipo bufet. ¿Qué pasó? Que la gente pensaba, y agregaron la comida, también era bufet. Entonces la gente pensaba que era el aperitivo y no querían comer mucho esperando, porque la mesa estaba perfectamente colocada de cubiertos y demás, y pensaban que iba a venir luego el solomillo, la tarta de no sé qué, y resulta que no, que era todo bufé. Y juntaron el aperitivo con el bufet, que era la cena". La vedette desmiente que pasasen frío: "No, y además ahí tengo las fotos con un traje de tirantes, que por cierto me hizo Manu Sánchez. Y a la hora de ponérmelos se me rompió la cremallera, que me lo probó la noche anterior. Perfecto. Y me lo fui a poner, tiramos de la cremallera y tuve que ponerme uno de así que busqué, y tenían dos tirantitos. Y vamos, nada, me llevé una cosa para luego. Pero eso en el exterior, porque el interior estaba de maravilla. Y luego una discoteca fantástica que tenían. Yo estuve un rato y vamos, de frío nada. La gente se queja porque sí. Fue una boda bonita, con mucha alegría. No era la boda esa de que lloro porque me caso, no. Sí había emoción. Emoción sobre todo Ana, se emocionó a la hora de pedirle la mano y ponerle el anillo. Pero fue bonita, fue simpática, fue divertida. Estuvieron en todas las mesas. Haciendo no fotos con la típica foto de boda, no, no, no. La verdad que a mí me encantó". Sobre las fotos de los reyes, se muestra algo crítica con la reina Letizia: "A él se le ve un rey, además con un porte y una elegancia, como lo ha tenido su madre, que la reina, para mí es que yo pienso en la reina y pienso en doña Sofía. Será siempre nuestra reina, pase lo que pase, pese a quien pese, será nuestra reina, lo ha sabido hacer, lo hace y sigue siendo una gran señora, y además ahora ves fotos de atrás, la ves guapa, bien vestida, también su toque moderno en ese momento, también rompió protocolos en ese momento, y creo que lo que se lleva la sangre, hija mía, se lleva. Lo demás puede aprender, pero hay que nacer también con algo, ¿verdad?". Jenny Llada acude al acto organizado contra el edadismo: "Yo llevo muchísimos años colaborando con Asispa, y yo empecé diciéndolo, esto del edadismo, en un programa que se llamaba Grandes, también, de televisión, y yo creo que desde el primer momento que los conocí, a todo el grupo, a toda la organización de Asispa, me enterneció. Vi que era una labor maravillosa, creo que lo necesitamos, yo he estado hasta el final de los días con mi madre y su hermana, dos personas mayores que han estado conmigo siempre, con 99 años, o sea, imagínate si soy un poco de personas mayores, y hasta el último momento, yo hacía que, si querían salir, entrar, ir al cine Mil cosas, y yo creo que han vivido una segunda juventud. No porque tengan 70, 80 años ya encerrarlas. No sé, yo sé que las mías que estaban conmigo, y además tenía Asispa también una ayuda, sin conocerlas, y les dimos, entre todos, una visibilidad a que todavía la vida sigue. Que mientras que estemos aquí, vivimos, sentimos, nos ilusiona la música, un buen café, una buena charla, un abrazo, todo eso es igual a ti, para mí, que para una persona con 90 años. Siempre que Dios quiere que estemos aquí en el mundo, hay que darles todo lo mejor". Total Jenny Llada - Jenny, cuéntanos un poquito. Apoyando una gran causa. - Sí, yo llevo muchísimos años colaborando con Asispa, y yo empecé diciéndolo, esto del edadismo, en un programa que se llamaba Grandes, también, de televisión, y yo creo que desde el primer momento que los conocí, a todo el grupo, a toda la organización de Asispa, me enterneció. Vi que era una labor maravillosa, creo que lo necesitamos, yo he estado hasta el final de los días con mi madre y su hermana, dos personas mayores que han estado conmigo siempre, con 99 años, o sea, imagínate si soy un poco de personas mayores, y hasta el último momento, yo hacía que, si querían salir, entrar, ir al cine Mil cosas, y yo creo que han vivido una segunda juventud. No porque tengan 70, 80 años ya encerrarlas. No sé, yo sé que las mías que estaban conmigo, y además tenía Asispa también una ayuda, sin conocerlas, y les dimos, entre todos, una visibilidad a que todavía la vida sigue. Que mientras que estemos aquí, vivimos, sentimos, nos ilusiona la música, un buen café, una buena charla, un abrazo, todo eso es igual a ti, para mí, que para una persona con 90 años. Siempre que Dios quiere que estemos aquí en el mundo, hay que darles todo lo mejor. - Ahora estamos hablando más del edadismo, gracias a personas públicas. ¿Lo has sufrido tú alguna vez en este trabajo, en el mundo del espectáculo? Las mujeres son las que más se quejan. - Pues fíjate, a mí me ha pasado una cosa, me dicen, claro, es que te hemos llamado porque tienes cierta edad, pero das más joven, andas con... me pasó en una serie, y me dijo el director, es que, claro, andas muy joven, sonríes y tienes... no parece que tenía Yo tengo ahora 65 años, pero entonces tenía cincuenta y tantos, y me dijo, es que pareces más joven de 50 años. - Te ha pasado lo contrario. - Me ha pasado lo contrario, y ahora, yo decía, pero yo soy madre, puedo. No te digo abuela, pero yo puedo ser madre, y porque una madre no puede hacer un papel con 50 años, ¿ya tiene que estar en casa trabajando? Pues la realidad, la vida, yo soy madre, trabajo, y tengo que mantener buena familia, y a mí, moralmente, físicamente y culturalmente, seguir en el mundo. Y ahora, a la edad que tengo, pues ya no sé si me dicen que es que ando de mayor o de peor, pero yo creo que siguen viendo a la mujer con cierta edad. Ahora me contaba una compañera ahí, que no encuentra trabajo, es diseñadora, y que no encuentra trabajo porque ya diseña, pero más bien trabaja para algún diseñador, porque tiene cincuenta y tantos años, y digo, no me lo puedo creer. O sea, que yo lo he vivido un poco al revés, pero sí es verdad que los papeles, tanto aquí como en Hollywood, en América, donde vayas, toda Europa, pues para las mujeres de cierta edad ya no es los papeles estos, que sale el galán con 80 años que dices, pero venga, hombre, qué galán. Antes decíamos, del cine español, que cuando había una escena de amor, ellos estaban con los pantalones, la pajarita y casi la chistera, y la señora, pues no. Y ahora se sigue haciendo de que el hombre es galán con 80 y 90 años, que ves que no puede ni andar, que tampoco es eso, y una mujer con 50 ya no puede ser ni amante ni mujer Perdóname, pero si estamos mucho mejor que ellos en ese momento, por la edad, y tú ya no puedes, pero ellos siempre tienen cabida. - A colación de esto, te lo he dicho hoy en una entrevista, es que a mí me gustan mayores, pero a ellos les gustan jovencitas. Ese es el problema. - Claro, es que no sé por qué, porque yo creo que hoy en día tampoco nadie se va a escandalizar por que una mujer de mi edad salga con un tío de 40 o 45. Creo que no se escandalizarían, pero es verdad que a ellos les gustan más jóvenes. Y te voy a decir la verdad, a mí tampoco me gustan de mi edad, sinceramente, a mí no me gustan porque los que he conocido que habrá tíos maravillosos, y los hay, pero los que veo maravillosos están ya cogidos, como yo digo, y los tíos de 60 y digo, pues hay muchos que, para mí, los encuentro mayores para la idea que tengo yo de vida. La filosofía de vida, que hay de todo, quiero decir, que esto es como en botica, que eso son para colores, esos son los gustos. Entonces, yo creo que depende la persona, ya no son los años que cumplan, que es un papel con carnet de identidad que te dice tal, es tu actitud, es tu forma de ver la vida. Luego que te dé la suerte que tengas una genética buena o que estés bien de salud, influyen muchísimas cosas, pero si nos tenemos que quitar esa venda, porque sin darnos cuenta decimos... ¡Uy, tiene un novio, pero si le lleva 20 años! Eso es lo primero que te sale, ¿y qué?, ¿me lleva 20 años? Pues qué maravilla. Mira, Cher, la admiro, que le lleva 40 años y está estupenda. Pues a lo mejor a ella le falta eso, ese espíritu joven, que los dos aportan juntos, y ella le da muchas cosas más, a mí me doy mil cosas, además, ¿por qué no? También los franceses, ya lo sabes, la pareja nos la vamos a nombrar, ¿y por qué? Así que yo creo que tenemos que mirar que la edad es un número, que las personas, hombres, mujeres, de 40, de 50, de 80, estamos aquí a disfrutar desde que nacemos hasta que morimos, y tenemos los demás, la sociedad, tenemos que intentar hacer felices a todo el mundo, tengamos la edad que tengamos. - Es verdad que no te puedes quejar mucho. Tienes un cuerpazo, tienes un espíritu joven, tal como me estás hablando, ¿tú te conservas de alguna manera, haces algo especial? - Bueno, pues yo creo que es genética. Creo que es genética el 80% es genética, pero luego me cuido. La verdad que yo he dormido bastante, he hecho ejercicio, no me he metido en cosas raras nunca. Entonces, eso a la larga creo que se nota, pero, de todas formas, es genética, porque yo te contaba el caso de mi madre y mi tía, que, con 99 años, y además saliendo a cenar y de vacaciones ese mismo año, que no estaban en casa, en una sillita. - No sé si has visto que han salido unas fotografías de Bárbara Rey, creemos que es Bárbara Rey, que se ha retocado la cara. - He leído algo ayer, sí, me parece fantástico. Mira, yo me quiero hacer ahora el cuello, porque de cara estoy muy bien, pero el cuello un poquito de perfil. A veces, sobre todo en persona, no tanto, pero sí en cámara, televisión, me sale a veces el cuello, porque de cuerpo me mantengo más o menos, porque hago deporte, no mucho, debía de hacer más, pero ya no lo hago por físico, que también lo hago por salud, porque cuando somos mayores y estamos sentadas en un sofá todo el día, y dices, claro, es que es mayor No, es que no, está mayor porque no se levanta desde el sofá, está mayor por eso, porque si no su cuerpo aguanta mucho más. Y, bueno, yo estoy muy a favor de todo lo que te haga sentirte mejor, ¿te hace sentirte mejor viéndote joven? A mí sí, pues lo hago. ¿Te hace mejor sentirte no engordar? Pues cuídate. - Ella dice que con lo mal que lo ha pasado y tal, como que se ve que se ha estropeado. - Bueno, me parece muy bien, que, además, ella ha sido una persona que se ha cuidado mucho en ese sentido, de sus caras, sus cosas, yo también. Yo no me he operado la cara, yo sí me pongo vitaminas y botox, nada más, pero ahora es el momento, si no, ¿cuándo lo voy a hacer? El cuello sí me lo quiero hacer, precisamente hoy tengo cita con el médico para que me vea. - ¿Te lo quieres hacer ya? - Sí, lo quiero hacer ahora en invierno, porque creo que te recuperas mejor. - ¿Y el cuello alto te tapa? - No, es que yo no soy de... Esto porque me ha surgido, pero yo sí me gusta mucho el escote, y entonces no sé de llevarme, me dice, ponte un cuello, pues no me gusta, si un traje tiene cuello alto, pues bien, pero si no, no lo busco por taparme el cuello. - Cómo no te voy a preguntar, que me estoy acordando ahora, que no comisteis nada en la boda de Ángel y Ana Herminia. - Eso no es verdad. - Que Aurah estuvo el otro día, que estuvo hablando con ellos, en plan de que todo fue súper cutre... - Pues no, no, no. Yo creo que la gente se equivoca o quiere subirse a un carro de decir esas tonterías, y creo que, en una boda, un día especial, cada uno lo hace como quiere, como lo siente. Ellos lo hicieron, no la boda formal, esta de tener una mesa presencial de novios, pero estuvo muy bien. Lo que pasa que hubo una cosa. Verás, el catering era fuera, era exterior y como hacía frío, pues lo metieron dentro. Entonces el catering del aperitivo y demás, lo pusieron tipo bufet. ¿Qué pasó? Que la gente pensaba, y agregaron la comida, también era bufet. Entonces la gente pensaba que era el aperitivo y no querían comer mucho esperando, porque la mesa estaba perfectamente colocada de cubiertos y demás, y pensaban que iba a venir luego el solomillo, la tarta de no sé qué, y resulta que no, que era todo bufé. Y juntaron el aperitivo con el bufet, que era la cena. - Decía que era como el comedor de un colegio. - Bueno, bueno, pues sí, porque había un cortador de jamón. Y entonces, pues qué maravilla, o sea, había un sitio de marisco fantástico, que tú ibas y decías, yo quiero esto, tal, a la plancha. O sea, que una maravilla. Y luego unos dulces, en vez de tarta eran dulces, pero riquísimos. Y entonces yo comí fantástica. Es que la gente, si vas a inflarte, que no creo que sea una boda, se va para muchos más motivos. Por supuesto comer, más que nada, porque son las horas que te apetece comer y tomarte una copa, o lo que quieras. Pero tampoco es cuestión de ver cuánta cantidad más. - Se moría de frío. - Pues bueno. - Gente que seguro que se ha puesto mala. ¿Tú te pusiste más? - No, y además ahí tengo las fotos con un traje de tirantes, que por cierto me hizo Manu Sánchez. Y a la hora de ponérmelos se me rompió la cremallera, que me lo probó la noche anterior. Perfecto. Y me lo fui a poner, tiramos de la cremallera y tuve que ponerme uno de así que busqué, y tenían dos tirantitos. Y
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