Ángel Cristo reacciona a la admisión a trámite por lo civil de la demanda puesta por su madre

Ángel Cristo reacciona a la admisión a trámite por lo civil de la demanda interpuesta por su madre, Bárbara Rey: "es que luego me critican. Pero hay cosas que no os voy a contestar. En ese caso yo como demandado tendré que referirme a todos y cada uno de los hechos que se comprendan en la demanda, afirmando o negándolos, o refiriéndolos como yo crea que ocurrieron". En cuanto a las críticas que están recibiendo por el enlace, Ángel se muestra tajante: "no nos molestan las críticas, de verdad. Las va a haber siempre. Yo ya le he enseñado a ana. Yo he nacido con críticas. No es nada nuevo". Ángel destaca el papel muy importante que tuvieron las pequeñas en la boda: "súper bien, pero eso era otra que yo estaba pendiente de la mía (...) Fueron súper protagonistas. Lo que pasa es que no sale. No sale porque obviamente son pequeñas". El hijo de la vedette recibe la enhorabuena de una vecina por su boda y enseña la alianza de casados. Total Ángel Cristo: - Bueno, ¿qué tal? - Un ratito, ¿vale? - Sí, ¿qué tal? ¿Cómo estáis? Después de la gran boda - Aquí, aquí. - ¿Cómo está Ana? Que estaba con lumbago, no sé... - Está mejor, está mejor. - Que lo dio todo, ¿no? La boda. - Sí. - Ha sido así de repente. - Ella tiene hernias discales y las tiene muy... Bueno, para operar. Y no debe hacer esas cosas. Pero es inevitable. - ¿Y tú no te animaste a bailar al final? - No, no, yo la verdad es que esa noche estuve pendiente de tantas cosas que llegó un momento que me dio mucha vergüenza. - ¿Cómo se llevan las críticas que se están diciendo? Dicen que Aura y Lorena Morlote sufrieron a las once y media, que la gente tenía mucho frío, que no pudieron comer a penas, que estaban muertos de hambre... - Es que yo no soy nadie para contradecir a nadie. Siempre van a criticar. - Pero tú lo pasaste bien, tú lo organizaste con las mejores intenciones, claro. Tú no sabías que se iba a decir eso luego. - Sí, es que van a criticar siempre. - Tú lo sabías, ¿no? Se dice que estuviste a punto de cancelar la boda, ¿eso es cierto? - (ríe) - Que tuviste muchas dudas. - Venga, otra pregunta, que es que no sé. - Y que fue uno de tus días más felices, ¿no? Porque no estuvo ni tu hermana ni tu madre. - Ya he contestado antes - ¿Viste a tu madre por la Plaza Mayor comiéndose una empanada? Alguna pullita que soltaría... - Es que ahí no voy a entrar, de verdad. - ¿Qué pasó finalmente con lo del peluquero? Que decían que había venido de Venezuela, que no era cierto. - Pues nada. - ¿Lo trajo la madre de Ana o cómo fue toda la historia? - Es que ahí es una cosa que realmente no ha pasado nada. - Ella se decidió por lo que ella quería hacer y ya está, ¿no? - Claro, además es verdad que el peluquero es amigo. - No es porque no le gustasen los peinados de Lorena. - Si es que yo ahí, ¿qué quieres que te diga? Otra pregunta, por favor. - ¿La luna de miel para cuándo? - Ahora, en cuanto podamos. Unos días, tranquilos. Para desconectar de esto. - ¿Te ha venido muy grande todas esas críticas? - A mí las críticas me dan igual, de verdad. - También se estaba comentando que Ana lució tres vestidos, ¿no? Que uno de ellos era del Shein. Que se lo había gastado todo en el primer vestido. - (sonríe) Ay, Dios mío de verdad. - ¿Cómo está Ana? ¿Cómo lo lleva ella? Tú llevas bien las críticas ¿y Ana, cómo las lleva? - Bien. - Estáis los dos bien. - Sí, sí, estamos bien y contentos. - ¿Y que se haya llevado a trámite la demanda de tu madre? ¿Estás preocupado? - Pff. La última, ¿vale? Porque es que luego me critican. Pero hay cosas que no os voy a contestar. En ese caso yo como demandado tendré que referirme a todos y cada uno de los hechos que se comprendan en la demanda, afirmando o negándolos, o refiriéndolos como yo crea que ocurrieron. - Tú estás muy tranquilo en ese aspecto. - No he desayunado. - ¿No te da pena todo esto, Ángel? - (suspira) Ay - ¿Te hubiese gustado que te hubiesen ido tu madre y tu hermana? - .. - Bueno, sí que has comentado que no estuvieron en la otra boda, ni en el bautizo de tu niña... - (mueve la cabeza) - Siempre te han dejado de lado... - ... - Lo que sí que tuvo un papel muy especial es tu padre, ¿no? - Ahora sí que me voy a ir. - Sí que recordaste a tu padre. - Que ya os he atendido y sabéis que casi nunca lo hago - Se ha comentado que tu padre estaría felicísimo de asistir a tu boda. - Venga, ya sí que no. Vámonos. Que no, ha sido un ratito ya - Te regalaron un látigo de tu padre, ¿no? - Yo creo que ya está bien. Porque así llevamos muchos días sin hablar y entonces de esta manera sí nos dejáis un poquito en paz, ¿no? - Bueno, y estos dos días de casados, ¿cómo se llevan? ¿Ha cambiado algo? - No, todo sigue igual, la verdad. - ¿Y cómo se lleva una alianza? - Pero más felices. Pero me refiero a que Ana y yo seguimos siendo los mismos. Bueno, gracias. - Bueno, muchísimas gracias, Ángel. - Voy a tener que abrir. - Que se recupere Ana. - (Bromea) Me puedes hacer otra pregunta - A ver, enséñanos la alianza por lo menos. - Ah, sí, eso sí. Oye, pero luego lo... Claro, lo vendéis entero de golpe. - (Una mujer le da la enhorabuena) - Gracias - Oye, ¿y las niñas qué tal se lo pasaron? ¿Bien? - Claro, súper bien, pero eso era otra que yo estaba pendiente de la mía. - Y llevo las arras, ¿no? - Sí. - Me imagino que un momento súper feliz. Las niñas vestidas de blanco... - A ver, fueron súper protagonistas. Lo que pasa es que no sale. No sale porque obviamente son pequeñas. - Y hubo un espectáculo circense también, ¿no? - Sí, de mis primos. - O sea, que todo precioso. - Sí, pero que de verdad no nos molestan las críticas, de verdad. Las va a haber siempre. Yo ya le he enseñado a Ana. Yo he nacido con críticas. No es nada nuevo. - ¿Y los padres de Ana cómo la han llevado? Porque no están acostumbrados. - Pues la verdad es que bien. - Muchas gracias Ángel Imágenes de Ángel Cristo caminando por la calle y entrando en su casa.