El padre Ángel, quién casó a Caritina Goyanes, muy afectado por su muerte

Ficha técnica


Fecha 27/08/2024
Parte 1
Duración 00:07:02
Sonido Totales
Edición Editado
Localización Madrid
Firma Europa Press

El padre Ángel, que casó a Caritina, muy afectado por su muerte: "a Caritina la queremos mucho, la vamos a seguir queriendo, aunque se haya ido demasiado pronto". Le dedica unas bonitas palabras reconociendo lo buena persona que fue en vida: "nos ayudaba mucho, tenía una empresa, y venía a veces con cosas acá en la empresa, de comida y eso. Y es otro dolor más" "era buena persona, que la quería mucha gente, que la queríamos mucha gente. Ella quería mucho a la gente, esa sonrisa, esa bondad de ella transmitía algo. Por eso, pues que no podemos hacer otra cosa que rezar y estar cerca de la familia". Hace apenas unas semanas habló con ella para darle el pésame por el fallecimiento de Carlos Goyanes y le notó bastante entristecida: "triste porque tampoco esperaba la muerte de su padre. Quiero decir, que cuando se te muere un padre o una madre, es lo más... Bueno, cuando se te muere un hijo, todavía más. Con una tristeza inmensa, pero quizás asumiendo que cuando somos mayores, que cuando tienes una enfermedad, es previsible que alguien se pueda ir en cualquier momento. Lo que nunca era previsible es que ella se fuera un día como hoy" "el mismo día que había muerto su padre, yo había llamado creyendo que estaban en Madrid para ir al tanatorio a rezar, y me había enterado que había sido en Marbella". Se consuela pensando que al menos no ha sido un fallecimiento doloroso: "ha tenido una muerte, por lo que leo en la prensa, sin sufrimiento, parece que fue de una siesta que se durmió pero merece todo el cariño y todo el recuerdo a ella, y sobre todo a la familia que queda. Es decir, estos trances a veces duelen mucho, incluso a veces no pasan, y hay que estar cerca de los amigos, hay que estar siempre". Recuerda el día en que casó a Caritina Goyanes y su marido: "pues fue una eucaristía, una boda preciosa, porque además había mucha música, había mucha gente, de esos que dicen famosos y no famosos. Toda la familia estaba allí. Yo creo que era una fiesta de familia de verdad". Da su pésame a la familia y defiende que son unos momentos muy delicados: "uno no se puede acostumbrar a decir: esto es lo que hay y la vida sigue. No, no es verdad. Todas las pérdidas de amigos, de familiares, de gente vulnerable, nos tiene que seguir doliendo". Este tema es en exclusiva Total Padre Ángel: - Buenas tardes, Padre. Lo primero, muchísimas gracias por atendernos aquí en su parroquia. ¿Cómo ha ido el verano, Padre? - Pues el verano, a mí como a todos los veranos: muy seguido. Primero, cuando nos preguntan si uno va de vacaciones, uno dice que está siempre de vacaciones. Cuando uno hace lo que le gusta y está feliz en lo que le gusta, aunque a veces esto produce mucho dolor, a veces cuando vas a muchas cosas que sufren, hay personas que a veces hoy leía que más de 5.000 personas en este año habían perdido la vida en nuestros mares de acá, de eso, y eso te produce mucho dolor, ¿no? Pero hay que saber estar, querer seguir estando porque la soledad es lo peor que uno puede pasar. Y hoy, pues, no nos levantamos. Bueno, los que duermen las siestas sí se levantan con la noticia del fallecimiento de una de las personas a las que uno quería mucho, con los que había tenido, no digo mucho contacto, pero sí había estado mucho en su familia, en su casa, la había además casado. Y antes de casar, el día anterior, pues, estuvimos hablando mucho de la vida, de la felicidad. Además, nos ayudaba mucho, tenía una empresa, y venía a veces con cosas acá en la empresa, de comida y eso. Y es otro dolor más de eso, pero hay que seguir viviendo, hay que seguir queriendo, y hay que seguir sintiéndose herido cuando se te va un amigo, un familiar. Uno no se puede acostumbrar a decir: esto es lo que hay y la vida sigue. No, no es verdad. Todas las pérdidas de amigos, de familiares, de gente vulnerable, nos tiene que seguir doliendo. No, no vale decir: ni una más. Es verdad que esta familia, el padre, el tío y ahora ella. Y lo que uno puede hacer es un rezar. - Usted casó a Caritina. ¿cómo recuerda ese día y cómo le ha impactado esta noticia? Ya que usted, bueno, pues celebró ese 'sí, quiero' de Caritina y su marido. - Pues fue una eucaristía, una boda preciosa, porque además había mucha música, había mucha gente, de esos que dicen famosos y no famosos. Toda la familia estaba allí. Yo creo que era una fiesta de familia de verdad, ¿no? Y yo les decía que el amor, que la vida, es decir, es para siempre pero siempre que hay amor, y que ni la muerte separa a veces el amor, porque estoy seguro que la muerte de ella, los que se casan, los que están unidos para su madre, para su familia, con eso no se pierde el amor, ¿no? algunos seguimos llevando en el móvil la foto de nuestra madre, de los amigos, de los hijos, ¿no? - Acabamos de decir que había hablado muy recientemente con Caritina, ¿no?, por el fallecimiento de su papá, ¿cierto, no, padre? - El mismo día que había muerto su padre, yo había llamado creyendo que estaban en Madrid para ir al tanatorio a rezar, y me había enterado que había sido en Marbella. Y hoy, cuando veo la noticia, pues ha sido también en Marbella. Bueno, ha tenido una muerte, por lo que leo en la prensa, sin sufrimiento, parece que fue de una siesta que se durmió pero merece todo el cariño y todo el recuerdo a ella, y sobre todo a la familia que queda. Es decir, estos trances a veces duelen mucho, incluso a veces no pasan, y hay que estar cerca de los amigos, hay que estar siempre. - ¿Cómo la notó en su última conversación telefónica hace unos días a ella?, ¿cómo la encontró, padre? - Triste porque tampoco esperaba la muerte de su padre. Quiero decir, que cuando se te muere un padre o una madre, es lo más... bueno, cuando se te muere un hijo, todavía más. Con una tristeza inmensa, pero quizás asumiendo que cuando somos mayores, que cuando tienes una enfermedad, es previsible que alguien se pueda ir en cualquier momento. Lo que nunca era previsible es que ella se fuera un día como hoy. De ella lo único que uno puede decir es que era buena persona, que la quería mucha gente, que la queríamos mucha gente. Ella quería mucho a la gente, esa sonrisa, esa bondad de ella transmitía algo. Por eso, pues que no podemos hacer otra cosa que rezar y estar cerca de la familia. - ¿recuerda ese día cuando usted le casó? Ese día feliz, bonito, ¿qué recuerda de ese matrimonio? ¿El día que les casó? - Yo recuerdo siempre los matrimonios cuando se dan el beso en el altar, cuando dicen 'si te quiero' y cuando les recuerdo a todos los familiares que están allí con nosotros que aprovechen para decir también 'si te quiero'. Decimos pocas veces 'si te quiero'. Hemos perdido la costumbre de: Te quiero, te quiero, te quiero. Hay que decirlo. Mira, la vida es corta para amar. Hay que aprovechar la vida para amar mucho y para mostrarle que se quiere mucho de nosotros, yo al menos, y yo creo que mucha gente, nos arrepentimos muchas veces de no haber dicho a nuestra madre, a nuestro padre: te quiero mucho, te amo, te quiero. Parece que es de cursis decir eso. No es de cursis decir eso. Y si es de cursis, bendito el cursis que dice, 'te quiero mucho papá, te quiero mucho'. A mí cuando un niño, los niños, me llaman y dicen: 'papi, te quiero mucho' se te pone una sonrisa inmensa en el corazón. No, a Caritina la queremos mucho, la vamos a seguir queriendo, aunque se haya ido demasiado pronto. - Pues que descanse en paz, Caritina. Me gusta la frase que ha dicho, hay que decir más, te quiero. Así que nosotros a usted, padre, le queremos mucho. - Muchas gracias y aprovechamos para decir que la gente nos tenemos que querer, que aprovechemos los minutos, las horas, los días, los años que tenemos y que nos puedan quedar para querer a la gente. Y también para dejarnos querer, que a veces hay gente que no se deja querer, sobre todo los políticos, los gobernantes, los grandes jefes a veces no se dejan querer, creen que son más jefes por ser tan serios y no dejarse querer. Hay que dejarse querer y hay que querer mucho a la gente. Esto lo decimos aquí, en los bancos de la Iglesia de San Antonio. - Gracias Padre, muy buenas tardes. ESTE TEMA ES EN EXCLUSIVA

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