Lydia Lozano habla sobre la ausencia de la familia Campos en el velatorio de Carlos Ferrando

Lydia Lozano habla sobre la ausencia de la familia Campos en el velatorio de Carlos Ferrando: "A ver, tenían relación, lo que yo considero una relación de plato con quien él tenía adoración era con María Teresa. María Teresa, además, era un tío muy agradecido al que le daba trabajo, lo tenía para él, para toda la vida, igual que él. Ha sido muy agradecido con gente muy joven y con la gente de Cuba porque le han enamorado de Cuba". Lydia Lozano se llena de halagos al recordar a Carlos Ferrando: "Bueno, anécdotas podría contar mil y no contar ninguna porque no puedo pero no sé, es que era maravilloso y es que me reído tanto, tanto, tanto, tanto y venga y Lidy, venga, vámonos, vámonos. Venga, ponte un taconazo y vámonos. Nunca de venga, que me voy a la fiesta, esta, que no salgo hoy, que me tengo que levantar a las ocho. Y ahí estaba siempre. Es que era muy divertido". También asegura que Carlos tenía muchos amigos: "Amigos y además hay mucha gente que dice que ser periodista y tener amigos famosos es imposible. Carlos los tenía y los tenía de corazón y en el libro contó la mitad de la mitad de la mitad que sabía". Total Lydia Lozano: - Lidia hoy a despedir un grande y un gran amigo. - Un grande, ves que cuando empiezo a contar anécdotas me río. ¡Pero cuando yo pienso que buf! Pero mira, es lo que ha dicho antes de César Henrich, él me recordaba mucho a Carmen Ordoñez porque decía yo para que yo me quiero morir pronto, porque para qué voy a dar el coñazo a la gente. Claro, y entonces él, el ha fallecido como él quería, sin molestar en su cama, que creo que eso es una maravilla, no llena de tubos y de tal. Y creo que ha sido un gran disfrutón de la vida, se ha bebido la vida. - No sé entiende la comunicación sin él y con muchas anécdotas que tienes tú con él también. - Bueno, anécdotas podría contar mil y no contar ninguna porque no puedo pero no sé, es que era maravilloso y es que me reído tanto, tanto, tanto, tanto y venga y Lidy, venga, vámonos, vámonos. Venga, ponte un taconazo y vámonos. Nunca de venga, que me voy a la fiesta, esta, que no salgo hoy, que me tengo que levantar a las ocho. Y ahí estaba siempre. Es que era muy divertido. - No tengo familia, pero tengo mis amigos que son la familia. - Amigos y además hay mucha gente que dice que ser periodista y tener amigos famosos es imposible. Carlos los tenía y los tenía de corazón y en el libro contó la mitad de la mitad de la mitad que sabía. ¿Y entonces le dije yo pero porque no has contado esto? ¿Y porque hablas con todo esto que pasaba en Archi? ¿Pues para qué Lidia? ¿Para qué? A mí me ha venido muy bien escribir el libro y he recordado muchas cosas de mi vida y yo pa que me voy a meter con la gente ahora. Y luego decía ahora ve ya en plató a decir cuatro burrada y que me caiga una demanda, anda ya, anda ya, que me lo callo. Que no, que no. - Hemos echado de menos algún miembro de clan Campos porque tenía muy buena relación con María Teresa también. - A ver, tenían relación, lo que yo considero una relación de plato con quien él tenía adoración era con María Teresa. María Teresa, además, era un tío muy agradecido al que le daba trabajo, lo tenía para él, para toda la vida, igual que él. Ha sido muy agradecido con gente muy joven y con la gente de Cuba porque le han enamorado de Cuba. - Allí van las cenizas. - Claro, a mí me llamaba y me decía Lidia, me voy a Cuba, dame ropa, zapatos, dame collares, dame de todo. Y se iba para las madres de sus amigos y que la gente hoy le tienen que pagar el este. Pero bueno, es que ha disfrutado y ha sido de los tíos más generosos que conocí en mi vida. Y luego ha sido relaciones públicas de los templos de Madrid, bocacho, Archi, todo el mundo le quería, todo el mundo. - ¿Qué tal veranito? - Bueno, pues yo estaba unos días en Canarias en el cumpleaños de una amiga y estoy con rehabilitación a tope. Estaba eso con el corsé y entonces dije no me puedo ir a ningún sitio, voy a hacer rehabilitación y esto y vamos. - ¿Disfrutando en casita? - No me voy a las olimpiadas porque han acabado. - Poco a poco y a recuperarse, Lydia gracias. - Gracias