Carmen Borrego, primeras palabras tras conocerse la nueva relación de su hijo

Carmen Borrego le desea lo mejor a su hijo en su nueva relación: "lo importante es que mi hijo sea feliz. Esté con quien esté. Si es con su mujer, fenomenal. Si es con otra persona, pues fenomenal" en cuanto a qué le parece su nueva pareja, Carmen sentencia: "¿una nueva consuegra? Yo no sé de lo que estáis hablando. Te lo prometo. ¿por qué lanzamos las campanas al vuelo tan pronto?". Una vez más Carmen insiste en que no va a hablar de su hijo: "de momento yo no voy a hablar de él. Creo que si puede haber algún tipo de acercamiento es desde la tranquilidad y desde el no hablar. Y yo como madre no voy a hablar nunca mal de mí hijo" además asegura que le sigue queriendo igual: "lo amo. Os lo juro. Profundamente. Y lo amaré siempre. Las madres no dejamos de querer. Los hijos se equivocan, las madres también nos equivocamos" si tiene que pedir perdón, no le importa hacerlo: "yo creo que no me he equivocado, pero si me he equivocado y tengo que pedir disculpas, también lo hago. No pasa nada". Si le preguntan por sus memorias, Carmen comenta: "yo soy muy joven. Anda, que no me queda por vivir. A mí me queda mucho por vivir. A mí, las personas que escriben las memorias demasiado pronto, yo soy muy supersticiosa, no las escribo ni de coña. El día que escriba mis memorias, os vais a cagar" este tema es en exclusiva TOTAL DE CARMEN BORREGO - Yo no voy a hablar, ¿eh, cariño? - ¿qué tal, corazón? - Yo muy bien. - Oye, qué guapa, ¿no? Este trapajo, ¿dónde es? - ¿Cómo que trapajo? Yo nunca voy de trapajo. De trapajo vas tú. Ay, me estoy quedando ciega. - ¿Cómo estás? - Yo muy bien. - ¿Feliz? Como siempre. - ¿Contenta? Eh, como siempre. - ¿Bien? Bien. - Se ha dicho que vas a escribir las memorias, Carmen. - Yo soy muy joven. Anda, que no me queda por vivir. - ¿En serio? - A mí me queda mucho por vivir. A mí, las personas que escriben las memorias demasiado pronto, yo soy muy supersticiosa, no las escribo ni de coña. - ¿Por? - El día que escriba mis memorias, os vais a cagar. - Una cosa, te voy a decir una cosa y te vas a enfadar conmigo, lo sé pero, Carmen, mañana una... - No me corresponde a mí. Eso le corresponde preguntárselo a él. Sabéis que no hablo de él y voy a mantener sin hablar de él. - ¿Siempre? - De momento yo no voy a hablar de él. Creo que si puede haber algún tipo de acercamiento es desde la tranquilidad y desde el no hablar. Y yo como madre no voy a hablar nunca mal de mí hijo. - ¿Lo quieres? - Lo amo. Os lo juro. Profundamente. Y lo amaré siempre. Las madres no dejamos de querer. Los hijos se equivocan, las madres también nos equivocamos. - ¿Estás equivocado tú? - Bueno, yo creo que no. - ¿No? - Pero si me he equivocado y tengo que pedir disculpas, también lo hago. No pasa nada. - La última. Ya, ya, la última. - Sergio, que luego te mandan a perseguirme. No he hablado para nadie más que para ti. - Por ejemplo, Carmen, ahora que tienes una nueva consuegra, ¿te importa o no? - ¿Una nueva consuegra? Yo no sé de lo que estáis hablando. Te lo prometo. ¿Por qué lanzamos las campanas al vuelo tan pronto? - Tu hijo sale con un nuevo - Lo importante es que mi hijo sea feliz. Esté con quien esté. Si es con su mujer, fenomenal. Si es con otra persona, pues fenomenal. - ¿Te cae bien Paola? - Fenomenal, hasta luego. - Es la que controla. Gracias.