Ficha técnica
Lucía Méndez, compañera de Victoria Prego, destaca la fortaleza mental y física con la que afrontó el tratamiento de su enfermedad: "los compañeros que había, todos sus compañeros, tuvimos la fortaleza anímica, anímica y mental con la que ella hizo frente a los tratamientos de una grave enfermedad de la que afortunadamente se recuperó en esos años, pero realmente yo he visto pocas personas con esa fortaleza mental, fuerza anímica para superar unos tratamientos que fueron muy duros y que a otras personas probablemente nos hubieran perecido". En cuanto al periodismo que ella representaba, comenta: "Victoria era, digamos, la representante más prestigiosa y de las más acreditadas de un periodismo que, en mi opinión, se ha muerto, y si se me permite el simbolismo, creo que esa muerte del periodismo que ella representaba, pues está muy bien simbolizada en su propia muerte física, porque efectivamente el periodismo este de la transición". Total Lucía Méndez: - Pues bueno, yo creo que para todas las personas, los periodistas que hemos trabajado con ella, pues hoy es un día muy triste, evidentemente. Victoria era, digamos, la representante más prestigiosa y de las más acreditadas de un periodismo que, en mi opinión, se ha muerto, y si se me permite el simbolismo, creo que esa muerte del periodismo que ella representaba, pues está muy bien simbolizada en su propia muerte física, porque efectivamente el periodismo este de la transición, el que respetaba los 'off the record', el que tenía reglas, el que tenía normas, la propia política que tenía reglas y normas, pues eso es lo que ha acabado, y en ese sentido yo creo que quizá las nuevas generaciones igual deberían estudiar como ella hizo el periodismo, saber qué tipo de periodismo hacía y tal vez parecerse un poco a aquel periodismo. Por lo demás, ella era una persona sumamente amable, una comunicadora sumamente brillante y una de las personas más respetadas y más prestigiosas que yo he conocido. - Han trascendido muchas cosas, alguna que recuerdes con cariño. - A mí me... yo compartí con ella muchas cosas, muchas horas, muchos días en la redacción del Mundo, del periódico, creo que ella ahí hizo los últimos pasos de su los penúltimos, porque los últimos los dio en independiente de su carrera profesional. Aportaba racionalidad, aportaba sentido común, aportaba cordura. Aquella redacción y aquel periódico que, como todo también pues ha cambiado mucho y ya no es lo que era. Bueno, yo puedo decir que, en aquel periódico, en aquel periodismo, ella siempre respetó los of thr record, ella siempre respetó lo que le decían las fuentes, ella siempre fue a las fuentes para informarse de lo que pasaba y creo que su mayor ejemplo es el de haber ejercido el periodismo político hablando tranquilamente con los protagonistas, sin la necesidad de hacer totales de 15 segundos y muy picadito por si acaso la gente se aburre. Creo que esa profundidad ahora ha desaparecido y ella me parece que es un ejemplo de todo. Y luego también me gustaría destacar otra cosa que ya es una cosa más bien personal, pero que es muy relevante. Todos los compañeros que había, todos sus compañeros, tuvimos la fortaleza anímica, anímica y mental con la que ella hizo frente a los tratamientos de una grave enfermedad de la que afortunadamente se recuperó en esos años, pero realmente yo he visto pocas personas con esa fortaleza mental, fuerza anímica para superar unos tratamientos que fueron muy duros y que a otras personas probablemente nos hubieran perecido.
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