Gabriela Andrada, hija de Minerva Piquero desvela habla maravillas de su madre

La hija de Minerva Piquero, Gabriela Andrada, habla maravillas de su madre: "yo estoy muy, muy amparada en mi casa. Mi madre, no es que me haya educado para ser de una manera o de otra en este sector, pero yo la he visto a ella, he visto cómo se ha movido, he visto cómo la prensa la ha herido y la ha alzado, a la vez. Entonces, al final, quieras que no, siento que tengo los pies muy en la tierra y que este cariño que vivo aquí me calienta el corazón hoy, pero que no se me va a subir a la cabeza mañana." Y asegura que le ha aconsejado: "me ha dicho que me abra una cuenta de ahorro y que tengo que tener ingresos en a y en b. Qué buen consejo, ¿no? Que no podemos depender de un único pagador". Total a Gabriela: - Hola, encantada. Oye, qué orgullo estar aquí en este festival de Málaga - Ya te digo. Bueno, qué orgullo las pedazos de gafas que tienes, son chulísimas. - ¿Y no ha visto el abrigo? Es de mi abuela. ¿Es tu primera vez en la alfombra del festival? - Es mi primera vez, sí. Se me nota, ¿no? Estoy temblorosa. No. No, espera. - Sí. ¿Y cómo te sientes? - Ay, muy agradecida. Pero es que además está pasando algo muy extraño. Yo pensaba que iba a pasar aquí...Bueno, sin pena ni gloria, ¿no? Iba a cruzar y ya está. Y resulta que hay un montón de adolescentes que saben quién soy. Y me están pidiendo fotos. Estoy como... ¿A mí? Pero es muy bonito. O sea, luego iré a mi habitación y diré qué acaba de pasar. - Cambia mucho, ¿no? En plan, ver ese cariño. Tú eres tan joven, también, como los recibes este amor también por parte del público, que es todo - Pues estoy muy agradecida, la verdad. Y además es que no estoy tan lejos en edad de ellos. Yo recuerdo tener mis 16 años y estar locamente enamorada de Harry Styles Y yo también esperaba ahí a ver si le veía entrar en el WeThink y hacía estas locuras. Entonces, de repente ser receptora de este cariño, aunque es un poco tangencial, ¿no? Esto tiene que ver con culpa tuya, con pídeme lo que quieras. No es directamente a mí como persona, pero...Bueno, pero tú me entiendes. Es muy bonito formar parte de un proyecto que emociona a tantos adolescentes como me emociona a mí en su día. - ¿Cómo te definís tú como actriz? ¿Qué sueños tienes? Soy muy espontánea y siempre tiro más del corazón que de la técnica. Me gustaría tener más técnica, pero soy una persona muy impulsiva, así que... - ¿Lo tenías claro desde pequeña, que lo tuyo era actriz? Porque tú eres súper jovencita, no sé cuántos años tienes. 24. ¿Cuántos me echabas? - Por ahí. 19 o 20 - ¡Tonta! Gracias. - ¿Lo tenías claro desde pequeña? ¿Lo mío es esto? - No, para nada. Yo, de hecho, siempre he sido una niña un poquito... Era niña oscura, ¿no? Me gustaba mucho. Yo era bastante gótica, efectivamente. Me encantaba ver series de crímenes y yo quería ser médico forense. Tenía una obsesión con los muertos. Me siguen interesando muchísimo los muertos. Oye, quizá algún día hago de cadáver, Lucía. En un papel. - Mejor de policía o de investigadora. - Quiero ser forense, quiero abrir un cuerpo de mentira. - O que te paguen de protagonista. Y estás tumbada. - ¿Tu familia que te ha dicho? Porque también vienes de una gran familia. - Yo estoy muy, muy amparada en mi casa. Mi madre, no es que me haya educado para ser de una manera o de otra en este sector, pero yo la he visto a ella, he visto cómo se ha movido, he visto cómo la prensa la ha herido y la ha alzado, a la vez. Entonces, al final, quieras que no, siento que tengo los pies muy en la tierra y que este cariño que vivo aquí me calienta el corazón hoy, pero que no se me va a subir a la cabeza mañana. - ¿Qué te ha dicho ella? Porque ya sabes, lo que tú bien has dicho, es duro también el camino. ¿Qué te ha dicho ella? - Me ha dicho que me abra una cuenta de ahorro y que tengo que tener ingresos en A y en B. Qué buen consejo, ¿no? Que no podemos depender de un único pagador. Lucía, búscame más pagadores. Jajajaja - ¿Cómo está ella? ¿Cómo está tu mamá? - Mi madre está maravillosa. Hace mucho que no la ves porque no quieres. Porque está todos los días en Telemadrid presentando un programa. - ¿Sois más en casa? ¿Tenéis hermanos? - tengo a mi hermano de 17 años, que es el hombre más joven. Guapo y más sensible del mundo. Se llama Lucas. Dentro de unos meses será mayor de edad, lo digo porque le busco novia. Solo chicas buenas, por favor. - Eres guerrera - Muchísimo. Soy bastante pacífica en lo mío, pero cuando alguien se mete con mi hermano o con mi perra, de repente me vuelvo una choni, ¿sabéis? ¿Qué te pasa? ¡Que te rayo el coche! Me pongo fatal. - ¿Cómo llevas tú eso de la fama y no la fama? - Yo he visto cómo han herido a mi madre. Bueno, te hace tener cierto respeto y no creerte cada vez que alguien viene a regalarte los oídos. Hay mucha gente que te dirá cosas buenas y no por ello tienen que ser mentiras. Pero igual que hay cosas buenas, hay cosas malas. Y es así, es un trabajo en el que estamos muy expuestos. Me pasó el otro día, por ejemplo, estaba en una comida con muchísima gente que no conocía y... Yo voy a un abogado y no le digo... Oye, tú defiendes a mucha gente mala, ¿no? Qué mal tu trabajo, ¿no? Está fatal. ¿Y cuánto cobras? Pero la gente sí que nos lo preguntan a los actores, ¿no? Vienen y nos dicen... Oye, pero este papel... Bueno, esta peli luego no la vio nadie, ¿no? Bueno, a mí es que el cine español me parece una mierda. Bueno, pero en realidad es que cobráis un montón. Claro, son preguntas muy intrusivas, de gente que no sabe realmente cómo va este mundo, porque todo el mundo tiene la posibilidad de vernos y juzgar lo que hacemos. Esa es la parte dura, ¿no? Poner la cara. - Nos has dejado... - Pero también eres muy bonito, también me dicen cosas bonitas. Claro que sí. - Gracias, Gabriela, un placer.