Ficha técnica
Maria Isabel Díaz desvela el acoso que sufrió: "por supuesto que sí, por supuesto, en la profesión he tenido alguna cosa, pero sí, sí, pero ya pasaron. Y además la persona no está, o sea que... No existe ya en el mundo nuestro, no en este de la tierra, digo, en el trabajo. Porque siempre hay compañeros y compañeras que te apoyan y que saben que esa persona... Han cometido un error terrible y, bueno, y se unen a una y te sostienen y se solucionan muchas cosas" y cuando le preguntan si le ha perdonado, responde: "no pienso en él. No pienso en él. Ni siquiera me acuerdo cómo se llama". Total María Isabel: - No pueden faltar aquí en este Festival de Málaga. Vive Iziar Castro, el espíritu de Iziar Castro. Está todo el tiempo. - No está solamente aquí. Está donde quiera que uno se mueva. O sea, Iziar es omnipresente, porque ella ya era omnipresente en vida. Porque era una mujer con unas capacidades y una fortaleza y una manera de aunar y de reunir. - Siempre está, siempre, nunca se va a ir. Se va el cuerpo, pero no el alma, ¿no? El alma nunca se va. Porque el alma, como todos tenemos un alma, pues nosotros también vamos acumulando almas de las personas que queremos. Yo la tengo en mi alma. O sea, su alma está dentro de la mía. Porque además conmigo fue una mujer muy generosa. - Muy compañera, muy amiga, muy hermanas, muy confidentes. Y la verdad es que hablé muy poquito tiempo antes de que pasara (se emociona). No te preocupes que no voy a llorar, ya lloré hoy en el homenaje que se le hizo, estuvo muy emotivo, fue muy bonito y fue también muy conmovedor. ¿Quiere que se le esté homenajeando como se merece? Yo creo que sí, porque hasta cuando no se está homenajeando, la llevamos todos juntos. Con nosotros, o sea, y es un referente, nunca va a dejar de hablarse de Itziar, Itziar es un referente en nuestra cultura, es un referente para el público, o sea, nunca, jamás. - Oye, te quiero preguntar también, mañana es el Día de la Mujer, viva la mujer, ¿no? El mundo es más mundo. - Gracias a las mujeres. Viva, viva a las mujeres, las mujeres somos un motor brutal, somos creadoras de vida, junto con, claro, el esperma que nos ponen los hombres y que procreamos, ¿no?, entre los dos, pero las mujeres tenemos mucho power, cariño. Hay que alzar la voz, hay que denunciar y, sobre todo, hay que tener seguridad de que cuando tú estás en un camino correcto y estás luchando por algo, no lo dejes, no abandones la lucha. Y hay muchas mujeres, ya te digo, que están muy sometidas. Que no pueden ni siquiera decir sí, y hablamos no solamente de países donde la mujer está escondida, o sea, no tienen derechos mínimos, aquí también sucede y sucede mucho en todas partes del mundo, pero hemos dicho basta y hemos echado a andar. - ¿Has tenido que pasar también como mujer situaciones fuera del lugar? - Por supuesto que sí, por supuesto, en la profesión he tenido alguna cosa, pero sí, sí, pero ya pasaron. Y además la persona no está, o sea que... No existe ya en el mundo nuestro, no en este de la tierra, digo, en el trabajo. - Lo eliminaron por completo. - Sí, sí, entonces, ¿por qué? Porque siempre hay compañeros y compañeras que te apoyan y que saben que esa persona... Han cometido un error terrible y, bueno, y se unen a una y te sostienen y se solucionan muchas cosas. - ¿Lo has perdonado? - No pienso en él. No pienso en él. Ni siquiera me acuerdo cómo se llama. (Canta la copla de Prefiero olvidarte. - Gracias, María Isabel. Buenas noches. - Gracias. Tú también.
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