Ficha técnica
Edmundo Arrocet asegura que su nueva novia no quiere ser conocida: "ah, no, no, a ella no le gusta salir en nada, porque como ha leído tantas cosas mías, me dice, me van a inventar quizás qué cosa, no quiero saber nada". En cuanto a si está al tanto de lo que dicen de él en la prensa española: "no, para nada, en absoluto. No quiero saber absolutamente nada con los medios. Ella me lo tiene dicho de un principio. Me dice no porque me van a contaminar con algo y no quiero". Edmundo Arrocet cierra la puerta a una posible reconciliación con la familia campos: "que me dan los mismos. Se han portado muy mal conmigo como han hablado mal de mí. Han dicho que lo peor que le ha ocurrido a Teresa he sido yo en su vida. Y claro, el que vivió con teresa soy yo. La que he estado con ella siempre he sido yo. Así que me vengan a contar cuentos a mí, y cuando vienen otras personas que hablan como si hubiesen vivido con nosotros, yo digo, ¿pero qué dice esta persona si yo no le habito?". El cómico asegura que él mantiene el mismo tono conciliador que siempre a pesar de lo que digan las hijas de la presentadora: "yo nunca he tenido tono no conciliador. Yo lo que dije fue la verdad que en la época que yo vivía con teresita, la veían poco y punto. O sea que yo he dicho la verdad, ¿qué tiene de malo? Es como si mañana mi hijo me critica porque yo no estoy con ellos porque tú estás con ellos cuando puedes y cuando no puedes no estás, pero de ahí a que digan más cosas, pues es lo único que he dicho. Es cuestión de revisar la entrevista mía y es lo único que he dicho eso. Ahora, si se quieren agarrar de eso para otras cosas, eso es distinto". Cansado del tema, Bigote Arrocet confiesa que no tiene ninguna intención de beneficiarse económicamente hablando de maría teresa campos y señala a Carmen y Terelu de rentabilizarlo: "una sola parte nomás. Ahora yo he tenido una entrevista que yo vine y punto. Una entrevista que me han hecho a mí, que he llevado 50 años trabajando en españa, cuando ellas no habían ni nacido, yo ya estaba, y cuando yo conocí a teresita, pues yo llevaba ya famoso desde el año, desde el 1, 2, 3 y mira, lo que pasa es que como yo llevo tantos años, hay muchos periodistas que son jóvenes, ¿vale? Pero yo estoy del año 73 conocido en este país, en el 1, 2, 3, el aplauso, la revista que hicimos con Íñigo, etcétera, etcétera. Entonces, ¿a mí qué me cuentan? ¿qué dicen que yo soy famoso porque salí con teresa? Por favor. Por favor". Sobre su amiga Bárbara Rey, afirma que no ha hablado recientemente con ella: "hablé hace tiempo con ella, pero ahora mismo no he hablado con ella. Le mando un beso muy grande. Barbarita, alégrate". Edmundo afirma que la vedette no chantajeó al rey Juan Carlos por mucho que digan: "no, eso lo sé yo y no". Feliz, nos habla de su nueva novia: "se llama claire, es de Londres. A ella no le gusta salir en nada, porque como ha leído tantas cosas mías, me dice, me van a inventar quizás qué cosa, no quiero saber nada". Total Edmundo Arrocet: - Oye, preguntarte porque tienes novia. Creía yo que te iba a ver con ella. - Ah, no, no, a ella no le gusta salir en nada, porque como ha leído tantas cosas mías, me dice, me van a inventar quizás qué cosa, no quiero saber nada. - O sea que no se dedica a los medios para nada. - No, para nada, en absoluto. No quiero saber absolutamente nada con los medios. Ella me lo tiene dicho de un principio. Me dice no porque me van a contaminar con algo y no quiero. - Entonces ella prefiere no ver... - Prefiere no ver nada. - No ver ni leer nada. - Nada, nada, nada, nada, nada. - ¿Cómo se llama? - Tampoco lee mucho porque es inglesa, entonces tampoco lee tanto. - ¿Cómo se llama ella? - Claire. - Claire. - Sí. - ¿De dónde es? - De Londres, de Londres, sí y de Bath. - ¿Cómo la conociste? - Nos conocimos por una fiesta que mi hijo arquitecto tiene oficina allá en Londres. Y, pues una vez me invitaron a una inauguración. Fui para allá, pues nos conocimos y listo. - ¿Qué te llamó la atención de ella? - Bueno, a mí me llama la atención todo lo que sea bonito. Todo lo que sea guapo, así que... - O sea que guapa es. - Sí, sí. - ¿Viene a estar aquí en España? - No, no, no, no, no, no. Yo llegué ayer en la tarde y ya me voy mañana. - Por lo tanto estás haciendo vida allí en Londres. - Bueno, un poquitito, sí. Un poquitito, sí, bastante. Y ya me voy ya para Perú el día... El día 6. - ¿Cómo lleva ella lo de tus viajes? Porque Teresa era algo... - No, no, Teresa lo lleva bien. Lo que pasa es que yo tenía que viajar porque yo tengo negocio, tengo hijos que ninguno vive en España entonces yo tendría derecho a estar con mis hijos y ver mis negocios, ¿no? Y ahora que digan lo demás... Eso no... - Siempre se achaca un poquito que los viajes... - Claro. - Oye, hemos hablado con Carmen y que le gusta el tono conciliador que ahora hay. - Yo nunca he tenido tono no conciliador. Yo lo que dije fue la verdad que en la época que yo vivía con Teresita, la veían poco y punto. O sea que yo he dicho la verdad, ¿qué tiene de malo? Es como si mañana mi hijo me critica porque yo no estoy con ellos porque tú estás con ellos cuando puedes y cuando no puedes no estás, Pero de ahí a que digan más cosas, pues es lo único que he dicho. Es cuestión de revisar la entrevista mía y es lo único que he dicho eso. Ahora, si se quieren agarrar de eso para otras cosas, eso es distinto. - Es que ella comenta que ella en ningún momento se ha metido con tu familia y tus hijos como tú sí que te metiste con las hijas de tu pareja. O sea, con ellas, claro. - ¿Que yo me he metido con las hijas? - Claro, con las hijas de tu pareja. En ese caso María Teresa también. - Yo no me he metido con ellas para nada. A mí me preguntaron y yo dije lo que tenía que decir y punto. O sea, cuando se enfermó Teresa y estaba yo en Málaga, se enfermó Teresita y ellas no fueron a verla. Y yo estuve con ellas. Y cuando operaron a Teresita, yo estuve permanentemente ahí. Eso está todo reflejado. Es cuestión de meterte a buscar las entrevistas y verás, cuando estuve en Málaga y se enfermó ella, solamente estuvo Lali, una amiga íntima de ella y yo. Y punto. Y yo no he dicho nunca nada. - Quizás por trabajo no fueron o algo. - Yo lo único que he dicho, lo vuelvo a repetir, que cuando yo viví con Teresa, las veces que fueron fue lo que yo te dije. Punto. El resto no me interesa ni me he metido nunca. Para nada. O sea que... Y además estamos ya con lo mismo, la misma cuestión de nuevo. Ya llevamos muchos años con el tema, así que ya va siendo hora que la corten un poquitito, ¿no? - Es verdad que este tono conciliador... - Yo no tengo ningún tono conciliador. Yo tengo el mismo tono que he tenido siempre. Lo que se metió conmigo son ellas. Así que punto. - ¿De tu parte no quiere ver un acercamiento? - Vuelvo a repetir lo mismo, que no me interesa. No me interesa. - Es que se estaba hablando que - Que me dan los mismos. Se han portado muy mal conmigo como han hablado mal de mí. Han dicho que lo peor que le ha ocurrido a Teresa he sido yo en su vida. Y claro, el que vivió con Teresa soy yo. La que he estado con ella siempre he sido yo. Así que me vengan a contar cuentos a mí, y cuando vienen otras personas que hablan como si hubiesen vivido con nosotros, yo digo, ¿pero qué dice esta persona si yo no le habito? - Y mi pregunta era que parece que queríais rentabilizar ese acercamiento. - Yo no, yo he hecho una sola entrevista y de a partir de ahí, tienen pábulo o patíbulo o lo que sea para hablar permanentemente. Yo hablo lo justo y lo necesario, y siempre digo lo mismo. Punto. - Ellos dicen, mira, que no os dejes en paz. - ¿Y yo la dejo en paz? Ay, Dios mío. - Cundo falleció su madre, usted ya no estaba ya con ella, hacía cuatro años que no estaba con ella. - Así es, así es. Y cuando yo vengo me preguntan, yo contesté lo que dije y punto, no dije nada más. Así que nada más que decir. - Bueno, ahora estamos en Málaga disfrutando la feria y se vas a empezar a decir lo mismo que ya lo he hecho mil. Mira, es cuestión de que cojas la revista, la revista. - Por tu parte no ha habido acercamiento. - Pero acercamiento para qué. - Bueno, firmar la paz. - Firmar qué paz. - Pues es que tienen un programa que a lo mejor va a rentabilizar ese acercamiento. - ¿Quién rentabiliza? - Alguna de las partes o ambas partes. - No, no, no. Una sola parte nomás. Ahora yo he tenido una entrevista que yo vine y punto. Una entrevista que me han hecho a mí, que he llevado 50 años trabajando en España, cuando ellas no habían ni nacido, yo ya estaba, y cuando yo conocí a Teresita, pues yo llevaba ya famoso desde el año, desde el 1, 2, 3 y mira, lo que pasa es que como yo llevo tantos años, hay muchos periodistas que son jóvenes, ¿vale? Pero yo estoy del año 73 conocido en este país, en el 1, 2, 3, El aplauso, la revista que hicimos con Íñigo, etcétera, etcétera. Entonces, ¿a mí qué me cuentan? ¿Qué dicen que yo soy famoso porque salí con Teresa? Por favor. Por favor. - Tú las dejas en paz, ellas te dejan aquí en paz. - ¿Por qué dices tú las dejas en paz? Si yo no he tenido nunca nada con ellas. - Ellas dicen que no dejen vivir. - ¿Pero que no las dejo vivir? Si no hablo. Yo cuento lo que dije. Y de eso se han agarrado y han seguido con la misma y ya he aburrido seguir con el mismo tema, de verdad. - Además, tú has pasado página, estás enamorado. - No sigan con el mismo tema, ya, de verdad. - Oye, pues hablando en Málaga, también quería preguntarte por... No, no es Málaga, creo. Por Bárbara Rey, es tu amiga, que está mal. - Muy amiga mía. - Está mal, ¿has hablado con ella? - No, lo siento mucho por lo que está pasando, porque yo la conozco. Y sé que yo la quiero mucho, es muy buena gente. Y como la conozco tanto, desde tantos años, la conozco desde el año 73. Pues, mucha... - Parece ser que tiene una depresión. - La verdad que me imagino, con todo lo que dicen, con todo lo que han inventado, le han inventado cosas a cualquiera. - El hijo ha hablado, o sea, lo ha dicho el propio hijo. - Bueno, yo no te puedo decir nada. Yo al niño no lo veo desde que tenía él siete años, más o menos que no lo veo. Así que yo... - Nos sorprende a todos porque a Bárbara la vemos una mujerona, el verla así - Bueno, pues me imagino... Yo creo que si tú tienes una pelea con un hijo o algo por el estilo, una discusión, que a la larga se perdonan, yo creo que es normal que le esté pasando mal cuando dicen todo lo que han dicho. - Pero tú no has hablado con ella. - Hablé hace tiempo con ella, pero ahora mismo no he hablado con ella. Le mando un beso muy grande. Barbarita, alégrate. - Muchísimas gracias. - Ha pasado mucha fatiga, pobrecita mía, así que tiene tiempo de más. - Dicen que chantajeó al rey. - No, para nada. - ¿Tú sabes eso? - Yo lo sé. - Que no chantajeó al rey. - No, no, no, para nada. - Por mucho que diga el hijo. - Lo que digan, no.
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