Ficha técnica
Ana Obregón habla de cómo es su vida con Anita: "Muchísima luz que me da mi hija a través de Aless". La presentadora confiesa cómo ha sido dejar a la pequeña para ir a dar el pregón de Alcobendas: "la pequeña la he dejado en casa que digo: madre mía, porque he salido corriendo porque claro, a las tres y media le he preparado la papilla de frutas, quería ponerme guapa porque claro, mi vida ahora es en chándal todo el día bueno, me he pintado las uñas". Se siente todo lo en paz que puede en este momento de su vida sin olvidar la pérdida de su hijo Aless: "Estoy completamente en paz. No estoy en paz total porque he perdido un hijo y cualquier madre o padre que haya perdido un hijo, entenderá que nunca estará en paz total, pero sigo adelante, sigo de pie". Habla de lo duro que se le hace separarse de la pequeña Ana Sandra: "mira, me ha costado tanto irme de casa, además, ¿sabes qué pasa? Que cuando me ve tan maquillada, no me reconoce porque claro, ella me ve con la coleta de caballo, el pelo sucio de hace diez días que no me lo he lavado". Está aprovechando para disfrutar de ella como no pudo hacer con su hijo: "me encanta. Estoy haciendo lo que no he podido hacer con mi hijo porque hacía como todas las madres. ¿qué hacemos las madres? Trabajar como locas y perdernos momentos espectaculares de nuestros niños". Desvela cuáles son los primeros sonidos que hace: "Dice balbuceos: nanana. Pero es maravillosa. Tiene un sentido del humor, se está riendo todo el día, es una niña feliz, tiene el mismo sentido del humor y la risa de Aless y se parece muchísimo a su padre. es clavadita, sí. es muy alta, muy alta, es altísima". Asegura que ya se siente preparada para volver a vestir colores gracias a ella: "me hace ilusión ir de rojo porque he estado tres años de luto entonces, de repente, el rojo, que era mi color favorito, pero no lo sentía, ahora ya con Anita siento que y sobre todo, Anita me quiere ver con colores". Descarta volver a enamorarse: "no, no tengo tiempo. Yo ahora estoy haciendo de mamá, de papá, de abuelo, de abuela, y yo quiero que Anita me tenga al cien por cien. Y el corazón es que no, qué pereza, por Dios". Así responde al preguntarle si confía en que Alessandro Lequio cambie de opinión para conocer a la pequeña: "Respeto siempre las decisiones de todas las personas, las que quiero y las que no quiero" "Lo quiero muchísimo". Recuerda que siempre estarán unidos por su hijo: "Mira, Alessandro es el padre de mi hijo y siempre estaremos unidos por nuestro hijo y por la memoria de nuestro hijo. Y por respeto a nuestro hijo porque nuestro hijo, lo que más ilusión le hacía, tú estás casada y bien casada, pero a cualquier matrimonio que se separa, los hijos sufren mucho porque quieren ver a su papá con su mamá, y Aless lo que más ilusión le hacía era vernos juntos. así que sé que nos está viendo, están juntos y están juntos. por él y siempre, siempre. No me quiero emocionar". Confía en que las críticas se calmen: "No, espero que se relaje, ¿sabes lo que te digo?". Al preguntarle acerca de la Fundación de su hijo, responde que no tiene nada que aclarar: "¿qué aclarar? Si está todo aclarado" "A no, no. yo ya me he olvidado de todo". Rocío García Alcántara alcaldesa de Alcobendas, defiende que Ana Obregón no va a cobrar por ser pregonera: "no cobra nada, por favor". La presentadora cuenta cómo ha preparado su discurso: "He preparado un pregón que lo he preparado a medias por Anita pero lo tengo, va a salir de aquí y algunas cosas voy a leer". Recuerda sus años viviendo en Alcobendas con su hijo: "me mudé con mi hijo Aless recién nacido aquí, recién nacido él. así que Alcobendas, es que he sido muy feliz" "Todas, todas, de felicidad total porque aquí ha crecido Aless, aquí ha vivido su infancia, aquí ha ido al colegio, sus amigos eran de Alcobendas". Agradece a Alcobendas el reconocimiento que hicieron a su padre, poniéndole una calle en su honor: "Totalmente". Confiesa estar más nerviosa que cuando da las campanadas de fin de año en televisión: "yo encantada pero a ver, oye, nunca me he puesto nerviosa para retransmitir las campanadas y hoy estoy como muy emocionada. Digo: ¿esto qué es?". Descarta dedicarse a la alcaldía: "Uy, no. yo de alcaldesa, no. yo creo que zapatero a tus zapatos, que cada uno se dedique a lo que sabe hacer y de hecho, no, no. a mí la política, sinceramente con lo que está pasando, no". Total a Ana Obregón: - Ana, imagino que un orgullo, tu padre ha estado siempre muy ligado a la ciudad de Alcobendas. - Hombre, para mí, es un orgullo, primero, que Rocío, que esto hay que decirlo y me llena de orgullo, es la primera mujer alcaldesa aquí en el ayuntamiento de Alcobendas. Que haya confiado en mí para ser pregonera, que es una responsabilidad, es que me honra muchísimo. Y luego claro que sí, Alcobendas, no solo mi padre, toda la familia. Yo, luego lo contaré, pero desde que era pequeñita, yo venía aquí a visitar a mi abuelo, que vivía aquí. Nos traía mi madre, me acuerdo que yo creo que no estaba ni la m-30, no sé la de años que hace. Y veníamos los fines de semana mis cuatro hermanos, mi madre. Yo creo que nos metía en un Seat 600, no me acuerdo en qué coche era pero no sé cómo cabíamos los cuatro. Así que fíjate, me remonto a hace muchísimos años y luego hace treinta años, justamente, me mudé con mi hijo Aless recién nacido aquí, recién nacido él. así que Alcobendas, es que he sido muy feliz. - ¿qué anécdotas tienes? Te mudaste aquí con tu hijo, ¿qué anécdotas tienes que guardas en tu corazón? - Todas, todas, de felicidad total porque aquí ha crecido Aless, aquí ha vivido su infancia, aquí ha ido al colegio, sus amigos eran de Alcobendas y bueno, como diré luego en le pregón, yo antes era de Alcobendas adoptada. Ahora, después del pregón, seré de corazón. - Ana, ahora, ¿qué pasa con las cuentas? Hablando de Aless, de la Fundación de Aless. - Oye, de verdad, estoy para dar un pregón, un día importantísimo y no voy a contestar de ninguna cosa de nada. No voy a contestar nada. - ¿qué significa para ti estar aquí? ¿cuál fue la primera impresión, Ana, cuando te dicen esto? - Hombre, la verdad es que claro, digo, a ver, el pregón es una responsabilidad. es verdad que el pregón siempre han sido grandes profesionales, gente que admiro mucho y algunos amigos míos. Entonces, ¿qué pasa? Que me llama Rocío y me dice: nos encantaría por todo lo que te une a Alcobendas, además, y que vives aquí desde hace más de treinta años, que lo hagas. Entonces yo me quedé diciendo: yo encantada pero a ver, oye, nunca me he puesto nerviosa para retransmitir las campanadas y hoy estoy como muy emocionada. Digo: ¿esto qué es? te lo juro. - ¿en qué momento te llega este proyecto de dar el pregón? - Me llamaron en octubre y yo dije: vale, pero vaya responsabilidad pero hay que hacerlo porque lo siento, lo siento de corazón y se lo agradezco a Rocío muchísimo. - ¿no viene a verte la pequeña? - Ella (Rocío) está haciendo una labor espectacular aquí. No, la pequeña la he dejado en casa que digo: madre mía, porque he salido corriendo porque claro, a las tres y media le he preparado la papilla de frutas, quería ponerme guapa porque claro, mi vida ahora es en chándal todo el día bueno, me he pintado las uñas. - Pero estás de rojo pasión, Ana. - Sí, sí, me he pintado las uñas, me he puesto tacón. - ¿Por el pregón vas a cobrar algo? - Pero por favor, de verdad. - ¿se va a donar cero? - Qué feo. - ¿no se abona? Vale. - Contesta porque - No sabía, hay gente que cuando cobra el pregón. - Rocío: no cobra nada, por favor. - Hoy estamos en un día muy bonito donde son las fiestas de la Virgen de la Paz y la Virgen de la Paz significa tradiciones. - Yo vengo en son de paz. - Devoción, amor, respeto, fraternidad y concordia. - Dijiste. - Eso es lo que espero de todos. - ¿estás en paz, Ana? ¿Estás en paz? Dices: respeto, concordia. ¿Estás en paz? - Estoy completamente en paz. No estoy en paz total porque he perdido un hijo y cualquier madre o padre que haya perdido un hijo, entenderá que nunca estará en paz total, pero sigo adelante, sigo de pie y tengo una responsabilidad enorme, no solo con el pregón, Rocío. Tengo una responsabilidad enorme con Anita. - 10 mesecitos, ¿no, Ana? - Ha hecho diez meses. Y mira, me ha costado tanto irme de casa, además, ¿sabes qué pasa? Que cuando me ve tan maquillada, no me reconoce porque claro, ella me ve con la coleta de caballo, el pelo sucio de hace diez días que no me lo he lavado. - ¿diez días tardas en lavarte el pelo? - Sí, te lo prometo, ahora sí. ¿por qué? Porque me encanta, me encanta. Estoy haciendo lo que no he podido hacer con mi hijo porque hacía como todas las madres. ¿qué hacemos las madres? Trabajar como locas y perdernos momentos espectaculares de nuestros niños. - ¿habla un poquito la pequeña? - ¿por qué te pones de rodillas? - No quiero molestar a los compañeros de atrás. - Compañero, levanta la cámara, a mí no me gusta que nadie se ponga de rodillas. Ahí, tú levanta la cámara y no le tapes. Ahí estás. - ¿habla un poquito? - Dice balbuceos: nanana. Pero es maravillosa. Tiene un sentido del humor, se está riendo todo el día, es una niña feliz, tiene el mismo sentido del humor y la risa de Aless y se parece muchísimo a su padre. es clavadita, sí. es muy alta, muy alta, es altísima. - ¿para cuándo la vuelta a televisión? Hay ganas de verte. - A ver, yo quiero disfrutar de mi niña lo que no pude hacer con mi hijo. Tú date cuenta que con Aless, yo me iba a las siete de la mañana de casa y volvía a las diez de la noche. Estaba metida que si en el Hostal Manzanares, luego tenía lo otro, luego lo otro y no paraba. Y me he perdido tanto, que no me lo quiero perder, ¿entendéis? Además, es muy chiquitita. Yo no creo que todavía a la procesión, pero el año que viene sí. - Ana, ¿qué le has pedido a la Virgen de la Paz? Paz, hija. sí, no, le he pedido amor y respeto porque creo que se nos ha olvidado a muchos. - Cuando dices 'amor y respeto, se nos ha olvidado a muchos', ¿es por todas las turbulencias ahora, Ana? - No, no. cuando digo amor y respeto es desde siempre. Siempre he pedido amor y respeto, creo que son dos cosas, y concordia, son dos cosas que nos han olvidado. - ¿por qué crees que se nos ha olvidado? - Se nos ha olvidado porque todo es tan virtual, tan digital, tanto de redes sociales se nos ha olvidado, se nos ha olvidado. Lo bueno de estas fiestas, de la Virgen de la Paz, es que nos recuerda que la tradición no está reñida, para nada, con la evolución. - ¿podemos firmar aquí la paz en esta Virgen de la Paz, con todas las turbulencias que hay ahora mismo? - En esta Virgen de la Paz, yo la tengo firmada conmigo misma desde que nací, gracias a Dios. - Dijiste en Espejo Público que éramos unos fantasmas, lo subiste a unas historias. Entonces, nosotros, Susanna Griso, nos quedamos como diciendo; ¿por qué lo dijiste? ¿por qué lo hiciste? - Escucha una cosa. ¿Vas a ver la procesión? - Sí. - ¿de la Virgen de la Paz? - Sí, la veo. - Te aconsejo que la veas. - La veré. - Que respires profundo y que digas: gracias, dios mío, por lo que tengo, gracias Virgen. He preparado un pregón que lo he preparado a medias por Anita pero lo tengo, va a salir de aquí y algunas cosas voy a leer. - ¿qué esperamos de este 2024, Ana? Ha sido un año, empezamos. - ¿ha sido un año? Si acabamos de empezar. - Digo el que dejamos, el que dejamos. - 2024 lo veo con mucha luz. Empiezo dando un pregón y ya soy pregonera de Alcobendas y lo veo con muchísima luz. Veo un año con muchísima luz que me da mi hija a través de Aless. - Sabes que todo lo que hace Ana Obregón es comentado, cuestionado, criticado, todo lo acabado en ado. ¿Esperas aquí algún ado? - No, espero que se relaje, ¿sabes lo que te digo? Que vena más procesiones, que tengan más fe. - Vas en son de paz. - Que vengan todos a la Virgen de la Paz. - Alcaldesa, ¿por qué Ana Obregón? - Rocío: a ver, he elegido a Ana Obregón porque yo soy la primera mujer alcaldesa de Alcobendas y me hacía especialmente ilusión que mi primera pregonera fuera una mujer. Y he elegido a Ana Obregón porque es una mujer con valores, con principios, una mujer alegre, una mujer valiente, una mujer que ha pasado momentos de tristeza pero ha superado gracias a la fe que tiene y que por eso estamos hoy aquí, en honor a nuestra Virgen de la Paz. - Ana, ¿tú qué esperas de Rocío como alcaldesa? - De Rocío espero todo porque sé que lo va a dar todo. Sé que está preparada, sé que tiene muchísimas ideas para convertir Alcobendas, que ya era una ciudad maravillosa, pero todavía más, y sobre todo, que es mujer y, ¿qué tenemos las mujeres? Tenemos algo, perdonarme todos los hombres, pero tenemos algo que lo siento mucho, vosotros no tenéis. Todavía no sé que es ese algo pero sé que es que podemos hacer cien cosas a la vez. Ella es madre, puede estar con su niña, puede estar aquí, puede llevar la alcaldía como la lleva. ¿qué tenemos? No lo sé. - ¿tú te hubieses presentado de alcaldesa? - Uy, no. yo de alcaldesa, no. yo creo que zapatero a tus zapatos, que cada uno se dedique a lo que sabe hacer y de hecho, no, no. a mí la política, sinceramente con lo que está pasando, no. - Alcaldesa, cuéntenos una anécdota de Ana Obregón y el pregón. - Rocío: bueno, como bien ha contado ella, hemos hablado estos días previos y estaba tan ilusionada y más nerviosa que cuando da las uvas en año nuevo. Para mí, es un orgullo que esté aquí hoy en Alcobendas. - Te vemos de rojo pasión, Ana. ¿Tienes pensado dedicarte a ti misma un poquito? - Bueno, voy de rojo pasión, me hace ilusión ir de rojo porque he estado tres años de luto entonces, de repente, el rojo, que era mi color favorito, pero no lo sentía, ahora ya con Anita siento que y sobre todo, Anita me quiere ver con colores y se me ha olvidado lo que me has preguntado. - Soy más directo: ¿te volverías a enamorar? - No, directo. no, no tengo tiempo. Yo ahora estoy haciendo de mamá, de papá, de abuelo, de abuela, y yo quiero que Anita me tenga al cien por cien. Y el corazón es que no, qué pereza, por Dios. - ¿crees que todo se arreglará y Anita terminará teniendo al abuelo? - Eso tampoco voy a hablar de eso. - Pero tu puerta estará abierta siempre para Alessandro. - Respeto siempre las decisiones de todas las personas, las que quiero y las que no quiero. - Tú a Alessandro lo quieres. - Lo quiero muchísimo. - Te ha defendido mucho, eh, Ana. - Mira, Alessandro es el padre de mi hijo y siempre estaremos unidos por nuestro hijo y por la memoria de nuestro hijo. Y por respeto a nuestro hijo porque nuestro hijo, lo que más ilusión le hacía, tú estás casada y bien casada, pero a cualquier matrimonio que se separa, los hijos sufren mucho porque quieren ver a su papá con su mamá, y Aless lo que más ilusión le hacía era vernos juntos. así que sé que nos está viendo, están juntos y están juntos. por él y siempre, siempre. No me quiero emocionar. venga, ya. - Ana, nada va a enturbiar nada, ni esto que ha pasado. - ¿el qué? - Esta buena relación con la Fundación. - A no, no. yo ya me he
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