Ficha técnica
Rappel, roto de dolor al recordar a Arévalo y hablar de su hija Nuria: "Todos los hijos sienten la muerte de un padre, pero es que es una niña especial, con un sentimiento y una mente, a veces, fuera de lo normal, en el buen sentido, es una niña muy lista para muchas cosas. Y yo ahora, hablando con ella, digo, ya verás, cariño, que ahora vas a sentir a papá más cerca que nunca, porque desde el cielo te va a ayudar. Y me decía sí, pero está en el cielo y no le veo. Digo, bueno, lo vas a sentir, verás, como si le sientes a papá". El vidente cree que el humorista se merece un reconocimiento en valencia: "pues creo que merece, en valencia, vamos, mi opinión, mi humilde opinión, una callejuela, una plazoleta, un árbol con una placa, porque ha sido el rey del humor en España y en la tele. Y se lo merece. Los que le hemos conocido, porque le vamos a recordar siempre". Total Rappel - Un hombre que siempre tenía un muy buen rollo, muchas esperanzas, a su alrededor no había penas, o sea, yo le he visto consolar a gente, que yo que sabía problemas que tenía él, le decía yo a esta persona, y yo a lo mejor consolaba a alguien y le decía pues mira lo que te dice Rapel, yo te lo corroboro, que a ver todavía mejor, así, así, así, y le decía, pues tú que te metes aquí a adivino, es que hay que consolar a estas personas, y yo decía, bueno, y yo te consuelo a ti, así tú a mí, tú me consuelas a mí, que yo ya voy ayudando a los demás. Pobrecito, era muy divertido, y cuando estuvimos haciéndolo lo de la granja de los famosos, en aquel programa de Antena 3, lo pasamos bomba, o sea, porque además recuerdo que cuando llegamos al concurso, a él le habían preparado en su casa la maleta, te conté un pequeño cotilleo, pero que en aquellos momentos nos hacíamos pis de la risa, estábamos sacando la maleta ahí en la granja, y a él en su casa le habían hecho la melita, le habían puesto un par de calcetines y un slip, y yo llevaba una bolsa de calzoncillos para estrenar, y una montaña de calcetines, y le digo, digo, pero que de repente lo traes, y dice, déjate que me han puesto, digo, para un concurso de tres meses, unos calzoncillos, digo, pues te veo cagado todo el programa, y nos reíamos, digo, bueno, mira, como yo tengo aquí para los dos, lo ponemos y nos lo compartimos, y bueno, nos reíamos con la historia de los calzoncillos y los calcetines, pero él así era, o sea, todo se lo tomaba, cachondeo, broma, con un sentido del humor envidiable, muy positivo. Y bueno, pues la verdad es que para él ha tenido una muerte dulce, porque no se ha enterado, o sea, por lo que yo hablo con los hijos, él se acostó, estaba un poquito acatarrado, pero vamos, nada, no quería que viniera el médico, me lo estaba diciendo su hija, el día antes le dije, papá, tiene que venir el médico, que no venga, para qué, por un poco de catarro que tengo, para qué pinta que el médico, no viene el médico, porque no quiero que venga el médico, y ha pasado al más allá en su cama durmiendo, entonces, pues bueno, que era su destino así. Y eso, dando ánimo a su familia hasta el último momento, a mí ahora la que me da mucha pena y mucho pensar es Nuri, la niña, porque es una niña, todos los hijos sienten la muerte de un padre, pero es que es una niña especial, con un sentimiento y una mente, a veces, fuera de lo normal, en el buen sentido, es una niña muy lista para muchas cosas. Y yo ahora, hablando con ella, digo, ya verás, cariño, que ahora vas a sentir a papá más cerca que nunca, porque desde el cielo te va a ayudar. Y me decía sí, pero está en el cielo y no le veo. Digo, bueno, lo vas a sentir, verás, como si le sientes a papá. Y ella dice, sí, sí, lo siento, pero no le veo. Digo, ya verás, como con un poquito de... lo vas a sentir cerca de ti, pobrecita, que ahora vas a explicar, pero es que había una unión muy especial de Arévalo con su niña. Era una niña que necesitaba una atención especial y él se la ha dado toda, o sea, él, por esa niña, se ha volcado todo lo que fuera su hija, mataba por esa niña, y la niña por papá. A veces nos reíamos porque hemos estado en reuniones, incluso, es que decía la niña, Rappel, me tienes que mirar en las cartas a ver si me sale un novio. Y decía, pero ¿qué novio? A esta no le sale un novio nunca, el novio soy yo. Vamos, aparece un novio, ahora, ¿cómo? Va a acercarse un novio a esta niña. Y ella decía, no, que papá no quiere que tenga novio. Digo, claro, papá, no quiere que tenga novio, no te puedo ver un novio en las cartas. Pobrecita, nos hemos reído tanto con ellos. En fin, ahora recordamos todos los buenos momentos y simplemente que descanse, porque yo creo mucho en que hay una vida en el más allá y a la gente buena tiene que tener un premio. Y este hombre se merece un sitio especial rodeado de gente que le quieran, que le hagan feliz y que toda la eternidad, rodeado de sus seres queridos, tiene que ser feliz porque era muy buena persona. Arévalo, muy buena gente. De nada, vosotros. Gracias por estar aquí, porque este señor se merece Ahora llegará el momento de los homenajes, ahora se darán cuenta que hay que ponerle una plazoleta, una calle, una fuente, a todos pasa así. Cuando uno se muera, ahora se dan cuenta que no tiene un callejón con su nombre. Pues creo que merece, en Valencia, vamos, mi opinión, mi humilde opinión, una callejuela, una plazoleta, un árbol con una placa, porque ha sido el rey del humor en España y en la tele. Y se lo merece. Los que le hemos conocido, porque le vamos a recordar siempre. Mira la plaquita, yo paso a veces en Madrid por la placita que le han puesto a Rafaela Carrá y a veces me paro delante de la plaquita y digo mira Rafaela, tú aquí, en el barrio más castizo de Madrid, en el barrio gay de Madrid, aquí está Rafaela Carrá, pues ella desde donde esté estará feliz porque hay un rinconcito en Madrid que recuerda a Rafaela Carrá, creo que el señor Arevalo merece un rinconcito en Valencia.
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