Ficha técnica
El actor Carlos Castillo se despide de Arévalo: "Pues lo podemos recordar con sonrisas, con saber estar y, sobre todo, sinceridad, en todos los sentidos, porque era una persona, es, porque para mí las personas que se van a otra parte no dejan de ser personas, para mí, una persona que sabe estar, que sabe comunicarse, que, sobre todo, ha dado todo, su humor, su sentimiento, su sensibilidad, al mundo entero". Total Carlos Castillo - Pues como buen compañero de trabajo, amigo y una persona muy ejemplar. Esto parece que es lo típico que se dice cuando alguien se muere, nadie habla mal, ¿no? Pero no es el caso, y aunque fuera así, no lo diría. Pero no es el caso, afortunadamente, buen compañero de trabajo, hemos trabajado juntos y creo que no soy el único, hablo en nombre de mucha gente, sin decir nombres, pero de todo el mundo. La sonrisa, el humor y el saber estar y el saber comportarse y el respeto. Creo que con eso ya ha dejado bastantes herencias. Ojalá fuéramos capaces de coger esa herencia los que nos quedamos aquí, de momento. En la cabeza, bueno, pues hacía poco estábamos en el Teatro Talía, de Valencia, que yo hice las luces, y hacía otro trabajo con Esteso, y entonces, a mitad del ensayo paró y me dijo, no sé qué "bueno, però a mí no me poses llums, ¿o qué conyo fas?" Y yo me quedé un poco así, como parecía que enfadado, pero evidentemente no era enfadado, era una broma que me estaba gastando. Pues lo podemos recordar con sonrisas, con saber estar y, sobre todo, sinceridad, en todos los sentidos, porque era una persona, es, porque para mí las personas que se van a otra parte no dejan de ser personas, para mí, una persona que sabe estar, que sabe comunicarse, que, sobre todo, ha dado todo, su humor, su sentimiento, su sensibilidad, al mundo entero, sobre todo lo siento mucho.
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