Fran Rivera defiende que él contó la única verdad que existe

Fran Rivera defiende que él contó la única verdad que existe: "No, verdad hay una. No hay mi verdad, tu verdad, no, verdad hay una". Recalca que solamente compartió sus sentimientos y no hizo juicio alguno: "estoy muy tranquilo. como yo he hablado de mis sentimientos, pues bueno. Es que lo que hay es lo que hay" "contar lo que yo he sentido y las cosas como son porque la verdad que ser el malo siempre me da mucha pena". Recuerda que sus intervenciones en televisión han sido solamente para defender a su familia y a él: "yo siempre que he salido es para defenderme. Y por mí, por mis hijos, por la gente que me quiere". Desmiente que lo haya hecho por problemas económicos: "ahora es un momento bueno, no es de necesidad, que es respetable". Ríe al preguntarle si alguno de sus hermanos se ha puesto en contacto con él tras su aparición en televisión: "Aunque con Cayetano Rivera si ha mantenido comunicación para verse en los próximos días y apoya su decisión de no posicionarse: "Con Cayetano, con Cayetano he hablado para desearnos feliz navidad" "Y hace muy bien, hace muy bien. Pronunciarse con vosotros es muy mala idea". Acude a la casa de Lourdes Parejo para pasar la Nochebuena junto a Lourdes Montes, sus hijos, Tana Rivera y la familia de José Manuel Soto. Total Fran Rivera: - Maestro, feliz navidad. Una noche en familia, una noche importante, ¿no? - Muchas gracias. Bueno, imagínate. Hoy es la noche más importante. Bueno, hoy y el Jueves Santo. - Muy bien. - Pues nada, Feliz Navidad a todos. - ¿Cómo estás, Francisco? ¿Cómo te encuentras? - Muy bien, muchas gracias. ¿Tú? ¿Bien? - Te pregunto porque son días donde estás ocupando muchos titulares y quería saber cómo te encontrabas. - Mira, como no veo nada, estoy muy tranquilo. como yo he hablado de mis sentimientos, pues bueno. Es que lo que hay es lo que hay, pero bueno. - Maestro, yo quería preguntarle: ¿cree usted que ahora conocemos un poco más a Francisco Rivera, la persona, y no tanto al personaje? - Uy, no tengo ni idea, no lo sé. - Con lo que usted ha contado, con lo que ha contado, su verdad. - No, verdad hay una. No hay mi verdad, tu verdad, no, verdad hay una. Mira, yo nunca me imaginé yendo a un programa. Lo dije, nunca jamás me imaginé. Pero siempre pensaba que algún día porque yo siempre que he salido es para defenderme. Y por mí, por mis hijos, por la gente que me quiere. La verdad que ahora mismo, estoy en un momento del a vida maravilloso, tengo la suerte de tener la mujer que tengo, los hijos que tengo, he conseguido reinventarme, que no es fácil. Ya os digo que no es fácil. La verdad que conseguir todo eso y ahora bueno, pues mira, ahora es un momento bueno, no es de necesidad, que es respetable. Digo bueno, mira, voy. Y voy a contar lo que yo he sentido y las cosas como son porque la verdad que ser el malo siempre me da mucha pena. - ¿Te has sentido liberado, Francisco? - Bueno, tampoco, tampoco. Pero bueno, mira. Cumplo cincuenta ahora, es una edad que voy perdiendo la vergüenza y mira, ¿sabes? - Dijo usted que había algunos momentos que parecía el malo de la película. Y no es así, ¿no? - Ha habido algunos momentos no, toda la vida. Pero la verdad que - Eso descubre a otro Francisco. - Bueno, no. Francisco es el mismo y yo soy lo que soy, para lo bueno y para lo malo. Mira, que cada uno la verdad que por la noche, cuando vienen los demonios, cada uno sabe los demonios que le vienen. Yo, lo que le deseo a todo el mundo, de verdad, de corazón, Feliz Navidad, que estamos en un momento muy bonito. Irse a casa ya. - Le estábamos esperando. - Vuestros jefes son unos negreros. Disfrutad de esta noche que es de familia, disfrutad, brindar y darle gracias a Dios. - ¿Ha habido alguna repercusión con sus declaraciones? Alguna llamada. - Mira cómo voy. - ¿Alguno de sus hermanos, maestro, le ha llamado o algo? - (Ríe) no. - Para quedar mañana. - Con Cayetano, con Cayetano he hablado para desearnos feliz navidad. - Cayetano no se quiso pronunciar, maestro, cuando le preguntamos. - Y hace muy bien, hace muy bien. Pronunciarse con vosotros es muy mala idea. - ¿Quedará mañana con él? - A vosotros os lo voy a contar. - Bueno, maestro. - Buenas noches, feliz navidad. - Muchas gracias por atendernos siempre. Muchas gracias, muy amable. Ahora no le dejan entrar, maestro. - Hacen bien. mira, si me van a dejar entrar.