Manuel Díaz habla de la buena relación que tiene con su padre

Ficha técnica


Fecha 27/11/2023
Parte 1
Duración 00:11:09
Sonido Totales
Edición Editado
Localización Madrid
Firma Europa Press

Manuel Díaz habla de la buena relación que tiene con su padre: "bueno, la verdad es que la piel no oculta las cosas, ¿no? Yo siempre reivindicaba eso, el estar con la persona a la cual yo le decía que era mi padre y yo quería estar cinco minutos, y la piel no miente, la piel es algo que no echa para atrás o te da el sí o te da el no, y a nosotros nos ha dado el sí y desde el primer abrazo que nos dimos pues ya sentimos que ahí fluía mucha energía bonita y muchas cosas bonitas y hablamos el mismo idioma. Nos entendemos porque hablamos el mismo idioma, cuando las personas hablan lo mismo los sentimientos afloran". El torero no descarta la posibilidad de tener su propio programa en televisión: "a mí la tele siempre me ha dado mucho respeto, porque creo que es un medio que me ha ayudado mucho a llegar a donde estoy, ha sido un altavoz para mí siempre en mi carrera y en mí y en reivindicar, pues, mis verdades, ¿no? Digámoslo así. Respeto mucho el mundo de la televisión y alguna vez he coqueteado un poco con este mundo, ¿no? De salir en televisión, de hacer algunos programas y no descarto, pues, ahí está mi amigo Joaquín, que tiene hasta un programa propio, o sea, que quizás si me proponen algo no voy a decir que no, eso está claro, pero sí lo voy a mirar con mucho respeto, porque yo prefiero ser un buen segundo que un mal primero, eso lo tengo claro, que yo vengo entrenado ya en estos reteles, que lo que he vivido lo que he hecho me ha hecho saber que es la televisión y respetarla". Comenta de sus planes para estas navidades: "sí, bueno, ahora tenemos planes juntos. Aunque también tengo muchos planes con los niños, porque tenemos algún viajecito pendiente con los pequeños, ahora que ya estoy más tranquilo. Y este año, pues claro, estaremos con el abuelo y estaremos un ratito con él. Y, bueno, yo creo que él es feliz, yo soy feliz. Y a fin de cuentas, lo que importa, ¿no?". Aprovecha la ocasión para hablar sobre el origen de sus apellidos, que comparte con su madre: "yo me llamo Manuel Díaz González, porque me llamo como mi abuelo me puso, ¿no? Yo tengo los apellidos de mi abuelo y de mi abuela. Y como un apellido no te va a hacer nunca ser quien eres, nunca me los cambiaré, porque considero que me los puso mi abuelo y me he honrado en los apellidos que me puso mi abuelo, como si fuese un hijo suyo, ¿no? Me puso como un hijo más. Nunca estuve desamparado, ni tanto de cariño, ni como de familia, ni nada, ¿no? Y cuando mi abuelo vio que yo nací, dijo, no, este va a ser... Lo acojo como un hijo más mío, ¿no? Y por eso llevo yo los apellidos de mi madre". Total Manuel Díaz: - Manuel, cuéntanos. Enhorabuena, ¿qué sientes? - Bueno, pues la verdad que, a ver, yo siempre, siempre que me hacen algún reconocimiento así me da un poco vergüenza, ¿no? Pero bueno, ¿será que me lo merecía? Porque si me lo han hecho es porque así es. Estoy muy contento, creo que es muy importante que se haya, la presidenta y mi compañero Miguel Avellán, pues que hayan tenido este detalle, se hayan acordado de mis 30 años de profesional y sobre todo de que esto sirva para los chavales que quieren ser toreros, para que vean los valores, el esfuerzo que hay que hacer en la vida para conseguir cosas, ¿no? Yo creo que ser torero es casi un milagro, vivir del toro ya es como casi imposible, pero todo se consigue, todo se puede. Si uno es capaz de dar y de esforzarse y de intentar ser mejor cada día, todo se puede conseguir, ¿no? - Treinta años, ¿se te han pasado rapidísimo? - La verdad es que, bueno, ha sido muy rápido todo, ¿no? Lo que pasa es que ha sido muy intenso. Yo volvería a pasar por todo esto y cuando digo por todo, digo por todo, por todo lo que me ha acontecido en la vida, porque como he contado antes, para mí el toro, aparte de ser mi profesión, creo que el toro me sacó de muchas cosas cuando era un chiquillo, ¿no? En aquella época que yo era un chaval, los jóvenes teníamos menos conocimiento de las cosas y muchos compañeros míos y amigos del barrio, algunos fallecieron por meterse en malos caminos. A mí el toro siempre me llevó por un buen camino, porque tenía que entrenar, tenía que prepararme, tenía que hacer una vida más disciplinada. Empecé a juntarme con gente mayor que yo, que eran los taurinos, ¿no? Y eran como mentores, eran como que los que ellos decían era lo que había que hacer y más en esa cultura del toro, de esto es así y así se hace y si no es así. Y tu novia es el toro y el toro es por encima de todo, entonces yo antepuse un poco todo mi juventud y mi niñez a ser ya muy maduro. Muy maduro y a vivir una vida de una persona con más edad. Entonces, pues a mí el toro me sacó un poco de las calles, me metió en una disciplina de vida y, como bien he comentado antes, me ayudó tanto como profesional, evidentemente, a la vista hasta estos 30 años haciendo lo que me ha gustado casi torear, como persona y ser humano, y me ha hecho ser, digamos, el hombre que soy hoy en día. - Lo has dejado hace poco, ¿echas algo ya de menos? - Mira, te voy a decir una cosa y te lo voy a confesar aquí, no he entrado al cuarto de los trajes todavía. O sea, tengo un cuartito en casa donde yo guardo todos mis capotes, todas mis muletas y todavía no he sido capaz de entrar. No he sido capaz de entrar... El otro día vino el mozo Espadas, el chico que me llevaba todas mis cosas, mis valijas, los trajes y tal, me dijo, maestro, ahí le dejo las cosas porque ya no las vamos a usar y no he sido capaz de entrar a esa habitación. O sea, tengo que coger fuerzas para entrar ya viendo esos trajes y esos capotes y esas muletas, sabiendo que ya no me los voy a volver a poner. Es un momento duro el pensar que, bueno, el tiempo que nada es eterno y que todo tiene un fin, pues que ha llegado el mío como torero y que ya no es igual. La sensación que tengo en mi cuerpo no es la misma que hace seis meses cuando sabía que me tenía que poner delante un toro, ¿sabes? No es lo mismo. - También te has dejado secuelas y cosas, o sea, que es una profesión dura. Hablabas de las prótesis, ¿cómo llevas ese momento de las prótesis, todo lo que te ha dejado el toro, también? - Mira que de lo que menos me acuerdo de los momentos feos, porque, bueno, es cierto que lo que ha dicho la presidenta es que se pasa mucho miedo, se pasa mucho miedo porque ya no es solamente tu responsabilidad, ya tienes una familia, tienes unos hijos, ¿no? Y te digo una cosa, cuando te vistes de luces se te olvida todo. Ahí no eres padre, ahí eres torero. Ni eres padre ni eres marido, ahí eres torero, ¿sabes? No eres hijo, eres torero. Y, claro, eso es muy fuerte, ¿no? Es decir, oye, ¿qué pasa si hoy no regreso a casa? Y eso ya se te va pasando por la mente. Y si piensas eso, ya no te puedes poner delante del toro igual, o sea, el toro, como bien he dicho antes, es es sacrificado, el toro no te regala nada, no te regala nada. En esta profesión todo se gana con sudor y sangre y, por supuesto, dejando de hacer cosas por por dedicarte a ello, ¿no?, de cuerpo y alma. Aquí te dedicas de cuerpo y alma. Te voy a decir, antes dormía un poco intranquilo porque me tenía que poner delante de un toro y ahora duermo un poco intranquilo porque no me voy a tener que poner delante de un toro. O sea, que al final estoy en la misma tesitura de vivir con una tensión, esa tensión de vida, yo creo que se acostumbra a tu cuerpo vivir con ella y mi vida es eso, mi vida es vivir con una tensión, ¿no? Yo tengo que buscarme 20.000 entretenimientos al día para que mi mente esté ocupada y no me llame la atención coger mi coche, meter los capotes e irme a un tentadero, ¿sabes? - También por Virginia, un poco por su salud mental, que dice que tú no paras, que estés en casa todo el día, cuando antes no estabas, tendrás que buscarte actividades, quiero decir, ¿en qué inviertes tu tiempo libre ahora? - Bueno, tengo actividades empresariales que me hacen, pues, ocupar parte de mi día, luego funciones de campo también, que me gusta llevar mis cosas del campo hacia mi ganado, mi vaca en mansas, eso también me ocupa mucho tiempo y ahora en esta última etapa también estoy haciendo algunas colaboraciones en televisión. A mí la tele siempre me ha dado mucho respeto, porque creo que es un medio que me ha ayudado mucho a llegar a donde estoy, ha sido un altavoz para mí siempre en mi carrera y en mí y en reivindicar, pues, mis verdades, ¿no? Digámoslo así. Respeto mucho el mundo de la televisión y alguna vez he coqueteado un poco con este mundo, ¿no? De salir en televisión, de hacer algunos programas y no descarto, pues, ahí está mi amigo Joaquín, que tiene hasta un programa propio, o sea, que quizás si me proponen algo no voy a decir que no, eso está claro, pero sí lo voy a mirar con mucho respeto, porque yo prefiero ser un buen segundo que un mal primero, eso lo tengo claro, que yo vengo entrenado ya en estos reteles, que lo que he vivido lo que he hecho me ha hecho saber que es la televisión y respetarla. - Has tenido mucho don de gentes con nosotros. - Me ha ayudado mucho, me ayuda mucho. Yo estoy muy agradecido a la prensa de todo tipo la especializada por supuesto taurina y a vosotros que siempre habéis estado ahí siendo un altavoz de defender mi verdad no y creo que sin vosotros nunca hubiese llegado a tanta y tanta gente que como bien dije antes se puso muy feliz muy contenta cuando mi padre me reconoció ante toda España, cuando llegó ese momento que decidimos que eso se supiese ya y tú no sabes la cantidad de personas que se pusieron felices por mí y eso siempre lo agradeceré, yo siempre he sido mucho de de estar pendiente de la gente, de pararme con las personas porque para mí no es una molestia para mí es un halago que la gente quiera perder un segundo de su vida por hacerse una foto conmigo y te lo digo así de corazón, nunca me ha molestado dedicarle un segundo a una persona que es sonreírle no creo que es más fácil y más bonito que se lleven ese recuerdo tuyo que no un mal gesto. Y ya te digo, agradezco mucho como me habéis tratado siempre, el cariño que me habéis tenido y que me habéis ayudado a conseguir al final pues que mi vida llegue a este fin que ya todos sabéis. - Has recordado a tu madre varias veces, ¿cuál es el mejor consejo que te ha dado ella a lo largo de tu carrera profesional y también de tu vida personal? - Mi madre el consejo que me daba siempre, hijo deja los toros, eso me lo ha dicho la pobrecita por activa y por pasiva, es la única que siempre yo la veía que cada vez que me iba, hijo ten cuidado no te arrimes, que le decía a mi madre, mamá, si es que yo tengo que arrimarme, si es que a eso voy. Consejos de una madre siempre, que sea un hombre feliz, que sea un hombre honesto y que sobre todo que sea un hombre que quiera, que quiera de verdad, que lo que quiera que me enamore, que me enamore de las cosas que hago. Y que me enamore de las cosas que vivo, que me enamore de la vida, de los hijos. Yo creo que el amor ha sido siempre fundamental en mi vida. ¿Sabes? Desde chico... Fíjate que cuando yo nací fui un poquito... un caos. Mi abuelo era un hombre muy resto de aquella época, como ellos sentían que era la rectitud, que a lo mejor no estaban en lo más cierto, pero bueno, era la forma de ver la vida. Y luego esas lanzas que yo cuando nací, pues aquello era muy fuerte para mi madre, se convirtieron en que mi abuelo me adoraba. Era su niño y, de hecho, y esto en gran parte... Yo me llamo Manuel Díaz González, porque me llamo como mi abuelo me puso, ¿no? Yo tengo los apellidos de mi abuelo y de mi abuela. Y como un apellido no te va a hacer nunca ser quien eres, nunca me los cambiaré, porque considero que me los puso mi abuelo y me he honrado en los apellidos que me puso mi abuelo, como si fuese un hijo suyo, ¿no? Me puso como un hijo más. Nunca estuve desamparado, ni tanto de cariño, ni como de familia, ni nada, ¿no? Y cuando mi abuelo vio que yo nací, dijo, no, este va a ser... Lo acojo como un hijo más mío, ¿no? Y por eso llevo yo los apellidos de mi madre. Muchas veces me han dicho, oye, ¿pero por qué no te cambias? Porque creo que un apellido no hace a la persona, ¿no? ¿Sabes? - Segundas navidades con tu padre, al final las segundas. - Sí, bueno, ahora tenemos planes juntos. Aunque también tengo muchos planes con los niños, porque tenemos algún viajecito pendiente con los pequeños, ahora que ya estoy más tranquilo. Y este año, pues claro, estaremos con el abuelo y estaremos un ratito con él. Y, bueno, yo creo que él es feliz, yo soy feliz. Y a fin de cuentas, lo que importa, ¿no? - Cuando se os ve juntos, se os ve como si estuvierais toda la vida juntos, tenéis mucha familiaridad. ¿Estáis muy unidos? - Bueno, la verdad es que la piel no oculta las cosas, ¿no? Yo siempre reivindicaba eso, el estar con la persona a la cual yo le decía que era mi padre y yo quería estar cinco minutos, y la piel no miente, la piel es algo que no echa para atrás o te da el sí o te da el no, y a nosotros nos ha dado el sí y desde el primer abrazo que nos dimos pues ya sentimos que ahí fluía mucha energía bonita y muchas cosas bonitas y hablamos el mismo idioma. Nos entendemos porque hablamos el mismo idioma, cuando las personas hablan lo mismo los sentimientos afloran. - ¿Con qué te quedas del mundo del toreo si tienes que elegir? - Pues me quedo con la ilusión de que esto va a seguir para adelante, que mientras que hay un niño que sueñe con ser torero y un ganadero que sueñe con crear un toro bravo va a asistir la fiesta a los toros, que nos queda mucho por luchar, por seguir defendiendo y me queda por decir que mientras que haya personas que estén dispuestas a jugarse la vida por defender la vida del toro, el toro va a seguir para adelante, que os doy las gracias por estar aquí y que felices navidades a todos, que los paséis muy bien y que los reyes traigan cosas buenas. Y vamos que tenemos que barrer Miguel y yo, tenemos que barrear aquí ya.

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