Ficha técnica
Adriana Abenia recuerda su anécdota con la Reina Letizia: "ella bajó la ventanilla y me dijo: ¡Adriana, que estoy aquí, que te lo vas a perder! Y gracias a eso, precisamente pudimos salvar la pieza. Y por supuesto, pues momentos". Siempre le estará agradecida por el buen trato: "También es verdad que era un momento en el cual su elección había quedado en entredicho, ella necesitaba a alguien que mostrara la cara más amable de la princesa de la Reina, que es ahora. Y yo, claro, podía fardar de que era mi mejor amiga" "La verdad es que me ayudaron muchísimo, el protocolo no lo conocía muy bien y a veces se me olvidaba tratarlos de usted. Pero yo creo que también agradecieron esa dosis de naturalidad de alguien que estaba recién llegado a la tele y que bueno, pues que iba a un poco a lo suyo". Le guarda un cariño especial y espera que se haya leído su libro: "Bueno, le tengo cariño. Querer quiero a mi marido" "me consta que le ha llegado así que así que a ver qué tal va, porque ella es muy prota de la historia". Destaca lo bien que se le da a la Reina el trato con el resto: "me atenderá seguro, porque ella es super educada. Es una grandísima relaciones públicas, que creo que es algo que tenemos muy bueno aquí en este país y nada, a ver qué me cuenta". Adriana Abenia defiende que su secreto para mantener su relación con Sergio es discutir mucho: "Discutir" "Además, es algo que hablo en el libro, porque yo creo que la convivencia es una negociación y como tal hay que marcar límites de alguna manera, no dejarte tan amedrentar por lo que es el otro. Tienes que seguir siendo tú mismo". Sin duda alguna, es el hombre de su vida: "El hombre de mi vida, por supuesto, es Sergio, porque si no me mata. Si no contesto esto, pero por supuesto que aquí hay grandes hombres". Este tema es en exclusiva Total Adriana Abenia: - Adriana, no podemos faltar. Para ti, ¿quién es el hombre de tu vida? - ¿Qué me has dicho? - El hombre de tu vida. - Ah, vale, joder, eso no lo pongas. El hombre de mi vida, por supuesto, es Sergio, porque si no me mata. Si no contesto esto, pero por supuesto que aquí hay grandes hombres. Es una cita imperdible en un sitio precioso y no falto nunca la verdad. Además, el año pasado estaba Sam Heughan y dije: Tengo que ir todos los años, por si me lo vuelvo a encontrar. - ¿Qué tiene Sergio para ser el hombre de tu vida? - Paciencia, paciencia, sentido del humor y que es bastante crítico con lo que hago, de manera que no me adula, sino que hace que esté centrada y con los pies en el suelo, que yo soy muy terrenal ya de por sí, pero yo creo que él ayuda. - ¿Cuál es la clave del éxito de la relación? - Discutir. - Muy bien. - Además, es algo que hablo en el libro, porque yo creo que la convivencia es una negociación y como tal hay que marcar límites de alguna manera, no dejarte tan amedrentar por lo que es el otro. Tienes que seguir siendo tú mismo. Y en este sentido, hablar, comunicarse es importante, porque luego todo se hace un bolo y ya como que no fluye, ya es difícil enderezarlo. - Pero discutir es maravilloso. ¿Discutís mucho? - Sí, sí, lo intento. Sobre todo, los perdones son lo mejor, pero bueno, a ver sin llegar a coger los guantes del ring. Pero yo creo que es interesante que una pareja hable y en este sentido oye, llevamos ya veintitantos años ya no sé cuántos son. - Te quiero preguntar Adriana Abenia, la Reina Letizia. - Pues la voy a ver el día veintiuno en la fiesta de la Razón. Así que le preguntaré porque le he mandado mi libro, a ver si se lo ha leído. - ¿Se lo has mandado? - Sí, por supuesto. De hecho, yo creo que fue la primera dirección que había en la Excel y me consta que le ha llegado así que así que a ver qué tal va, porque ella es muy prota de la historia. - ¿Qué recuerdos tienes de esa época con ella? - Pues de ella tengo unos La verdad es que tengo unos recuerdos magníficos, porque hasta hace bien poquito, había olvidado que en una ocasión ella iba en su coche oscuro, había un acto de Casa Real y recuerdo que yo estaba a por uvas con mi cámara hablando de sabe Dios qué y ella bajó la ventanilla y me dijo: ¡Adriana, que estoy aquí, que te lo vas a perder! Y gracias a eso, precisamente pudimos salvar la pieza. Y por supuesto, pues momentos. - Sí, sí. Y de hecho, en el libro aparece como Casa Real, también. Me protege en un acto y de alguna manera han sido muy importantes para mí. - Tienes buenos recuerdos, se ha portado muy bien, doña Letizia. - Sí, conmigo, Sí. También es verdad que era un momento en el cual su elección había quedado en entredicho, ella necesitaba a alguien que mostrara la cara más amable de la princesa de la Reina, que es ahora. Y yo, claro, podía fardar de que era mi mejor amiga. - Tuvisteis buena relación. - Sí, tuvimos una relación súper especial. La verdad es que me ayudaron muchísimo, el protocolo no lo conocía muy bien y a veces se me olvidaba tratarlos de usted. Pero yo creo que también agradecieron esa dosis de naturalidad de alguien que estaba recién llegado a la tele y que bueno, pues que iba a un poco a lo suyo. - ¿Todavía te retumba ese Adriana de la Reina Letizia? - No, no. Ya es que han pasado tantos años que sí, que ahora recordándolo todo, como si lo estuviera viviendo en el presente, es cierto que parece que no hayan transcurrido tantos meses desde entonces, pero cierto es que, jo es que ha llovido mucho. Ha llovido, mucho, mucho, mucho. - Le quieres. - Bueno, le tengo cariño. Querer quiero a mi marido. Sí, pero por supuesto que me acercaré a saludarla el próximo día, el día veintiuno y nada. - Te atenderá seguro. - Me atenderá seguro, porque ella es super educada. Es una grandísima relaciones públicas, que creo que es algo que tenemos muy bueno aquí en este país y nada, a ver qué me cuenta. - Gracias. Un placer escucharte, como siempre, te queremos. Gracias.
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