Isabel Gemio cuenta su divertida anécdota con la Reina Letizia

Ficha técnica


Fecha 06/11/2023
Parte 1
Duración 00:08:10
Sonido Totales
Edición Editado
Localización Madrid
Firma Europa Press

Isabel Gemio revela una anécdota que vivió con la Reina Letizia: "no, yo no soy mucho de palacios. Yo he estado poco en palacio, la verdad. Alguna vez sí, precisamente cuando recibieron a la discapacidad y luego sí, hemos estado en alguna comida con pocas personas con ellos, de cerca, seis o siete personas y son muy afables. Yo tengo más complicidad con Letizia, pero porque somos compañeras, yo que sé, yo la veo como una compañera. Un día le dije cómo te llamo y me dijo, pues Letizia" Isabel reconoce que no le sale llamarla alteza: "no me sale llamarla alteza, pero no porque ella no merezca que se llame así, se lo ha ganado sin duda y además con muchos méritos sin haber nacido de cuna, tiene mucha más dificultad. Es más difícil". En cuanto a la cercanía de la reina Letizia en la actualidad, Isabel comenta: "ella es así, pero ha estado con una lupa muy potente durante muchos años y creo que no estaba relajada. Ahora la veo más relajada y disfrutando más, cosa que me alegra mucho". Por otra parte, a periodista asegura que ella, como mujer, también ha vivido situaciones complicadas: "por supuesto, a todas las mujeres nos ha costado muchísimo más" y añade: "hemos tenido que poner límites, claro. Cuando pones límites te ponen etiquetas. Pero yo he puesto límites siempre, no me ha gustado que, como dice Cher, que me manden". Sobre la polémica entre la familia Campos y Edmundo Arrocet, se muestra clara: "no, de verdad, no quiero entrar ahí no soy quién. Quién soy yo para opinar, de verdad, entenderlo, por favor, quién soy yo para opinar de nada eso, no me parece que yo tenga que opinar, de verdad os lo digo". Sobre si tenía una relación de amistad con Nuria González y Fernando Fernández, sentencia: "no, amiga no. Yo la palabra amistad por su puesto que la conozco y le he mandado un mensaje, como hay que hacer en estas cosas". Aunque vive alejada del foco mediático, Isabel no descartaría hacer una serie sobre su vida: "a lo mejor, quien sabe secretos no tengo, pero algunas cosas que contar sí". Sobre si se arrepiente de algo de su pasado, añade: "no, jamás, todo lo contrario, agradecida, yo miro hacia atrás con mucho agradecimiento a esta profesión que me ha dado tanto". En estos momentos de su vida, Isabel no echa de menos la televisión, aunque sí la radio: "la tele no tanto, es muy difícil, veo a mis compañeros comenzando la temporada y me da vértigo, no me apetece estar en ese lugar de competencia todos los días, del segundo a segundo por el share, no, a esta edad lo que quieres es más calidad que cantidad. La radio sí, a veces la echo de menos". Total Isabel Gemio: - Una noche importante de talentos. - Pues sí, mucho talento, yo sobre todo vengo por Coquete Gera, la quiero mucho de toda la vida en Antena 3 y bueno, me ha pedido que diga unas palabras - ¿Qué es para ti el talento? - Es difícil, tener ciertas capacidades para desarrollar con excelencia aquello para lo que tienes un don. Bueno, no sé lo que he dicho, pero ha sido improvisado. - ¿Echas de menos la comunicación? - Sí, tenemos ese veneno dentro. Acostumbrada a trabajar tantos años todos los días de mi vida, ahora sí, mentalmente necesitas esa creatividad, no tanto el foco y la fama, vivo muy a gusto y muy bien. - ¿Por qué? - Por la creatividad, por las posibilidades de comunicar y hacer cosas, estoy ahí, estoy volviendo otra vez con mis entrevistas en el canal de YouTube y lo voy a cuidar, lo voy a potenciar, no dejan de subir suscriptores, aunque hace dos años que no pongo nada. - ¿Echas de menos la tele? - La tele no tanto, es muy difícil, veo a mis compañeros comenzando la temporada y me da vértigo, no me apetece estar en ese lugar de competencia todos los días, del segundo a segundo por el share, no, a esta edad lo que quieres es más calidad que cantidad. La radio sí, a veces la echo de menos. - Hoy es un día muy importante para los reyes, es el aniversario de su pedida de menos, ¿tienes anécdotas con ellos? - No, yo no soy mucho de palacios. Yo he estado poco en Palacio, la verdad. Alguna vez sí, precisamente cuando recibieron a la discapacidad y luego sí, hemos estado en alguna comida con pocas personas con ellos, de cerca, seis o siete personas y son muy afables. Yo tengo más complicidad con Letizia, pero porque somos compañeras, yo que sé, yo la veo como una compañera. Un día le dije cómo te llamo y me dijo, pues Letizia. - ¿Ya era reina? - Claro. No me sale llamarla alteza, pero no porque ella no merezca que se llame así, se lo ha ganado sin duda y además con muchos méritos sin haber nacido de cuna, tiene mucha más dificultad. Es más difícil. - ¿Cómo viste la jura de la Constitución de Leonor? - Prefiero no opinar. Yo ahora estoy en la quinta fila, en la última y no quiero estar en ningún titular. No. - Pero a mí me llama la atención eso de que te dijo, llámame Letizia. - Ella es así, pero ha estado con una lupa muy potente durante muchos años y creo que no estaba relajada. Ahora la veo más relajada y disfrutando más, cosa que me alegra mucho. - La que no está relajada - Me metéis en unos berenjenales yo no quiero estar en esos titulares del click. - La que no está tranquila es la familia Campos, no sé qué te parece el revuelo con Edmundo. - Es que no estoy, de verdad, no estoy, ni me interesa, ni estoy, ni quiero estar que cada uno elija donde quiere estar, tengo tan poco tiempo y tantas prioridades en mi vida que prefiero, aparte de todas mis cosas que son muchas en el día a día, prefiero estar leyendo un libro o viendo una serie o yendo por el campo con mis perras, quedando con amigos no quiero perder el tiempo, a partir de una edad el tiempo vuela y el tiempo no se recupera, es un recurso no renovable. - Pero entiendes que te preguntemos. - Yo lo entiendo, pero es que este mundo ya de verdad me parece no sé, dedicarle mucho tiempo con lo que está pasando en el mundo, que le dediquen los medios tantos minutos, tanto tiempo a cosas que realmente no merecen la pena, incluso a veces protagonizadas por personas que no quieren ser protagonistas. Yo es que no lo entiendo muy bien, sé que existe, que funciona, pero lo único que yo puedo hacer es estar alejándome de eso, no me interesa, no quiero perder el tiempo con eso. Hay muchas cosas para vivir, para aprender, para disfrutar de verdad. - ¿No te da pena que después de un año se siga hablando de María Teresa? - No, de verdad, no quiero entrar ahí no soy quién. Quién soy yo para opinar, de verdad, entenderlo, por favor, quién soy yo para opinar de nada eso, no me parece que yo tenga que opinar, de verdad os lo digo. - Pero tú eras amigas de Nuria González y Fernando. - No, amiga no. Yo la palabra amistad por su puesto que la conozco y le he mandado un mensaje, como hay que hacer en estas cosas. - ¿Cómo la ves en estos momentos con la guerra entre los hijos? - Lo siento mucho, siento no ayudaros. No daros un poquito no lo sé, perdonadme, pero no quiero entrar ahí. - Te veo muy pacífica. - No, es que yo siempre he sido así, lo que no me interesa, no me interesa y la polémica no te quiero ni contar. No me interesa ni las mías - ¿Un documental de tu vida, Isabel? - A lo mejor, quien sabe - ¿Te gustaría? - Por qué no. - ¿Tienes muchos secretos? - Secretos no, pero algunas cosas que contar sí. - ¿Sorprendería? - Sí, sorprendería, sí. - ¿Hablarías de todo? - Si hay que hablar se habla, yo no sé hacer las cosas a medias, o lo hago o no lo hago. - ¿Pero te arrepientes de tu pasado? - No, jamás, todo lo contrario, agradecida, yo miro hacia atrás con mucho agradecimiento a esta profesión que me ha dado tanto. - En una época difícil de las mujeres, ¿has tenido que pasar situaciones embarazosas como mujeres? - Por supuesto, a todas las mujeres nos ha costado muchísimo más. - ¿Has puesto un alto? - Sí, luego hemos tenido que poner límites, claro. Cuando pones límites te ponen etiquetas. Pero yo he puesto límites siempre, no me ha gustado que, como dice Cher, que me manden. - ¿Te han intentado mandar, sobrepasarse? - De todo hay en la viña del señor, pero yo no he dejado. - ¿Supiste parar los pies? - Sí, pero es que son cosas que antes eran muy normales. - No podías decir nada. - Sí, siempre puedes pero pagas un precio. Claro.

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