Ficha técnica
Manuel Benítez le corta la coleta a su hijo, Manuel Díaz 'El Cordobés', en la plaza de toros de Jaén, tras 30 años de alternativa. Padre e hijo protagonizan una muy emotiva escena, donde están acompañados por los tres hijos de Díaz: Alba, Manuel y Triana. Asimismo, muy pendiente de cada detalle, la mujer del torero, quien indica a sus hijos en todo momento dónde deben situarse. Muy emocionada, la primogénita de Manuel, Alba Díaz, quien rompe a llorar cuando su abuelo corta la coleta a su padre. La hija de Vicky Martín Berrocal, muy expresiva, también ríe a carcajadas en varias ocasiones al contemplar con ternura los peculiares gestos que realiza su abuelo. Padre e hijo, compenetrados y felices comparten un momento único, y caminan por el albero abrazados. Llamó la atención que en una ocasión, Díaz deja caer su cabeza sobre el hombro de su progenitor, después de haberle contado confidencias al oído y mirarle encandilado con una enorme sonrisa. Benítez, radiante de felicidad, agradece al público todas las muestras de cariño con ambos. Díaz deja que su padre acapare el protagonismo en varias ocasiones, e incluso llega a detenerse a aplaudir a Benítez. Pero el califa rápidamente le da un toque en la mano a su hijo para que deje de aplaudirle. Manuel Díaz da la vuelta al ruedo con una rosa en la mano, levanta el brazo saludando al público como gesto de agradecimiento, miembros de su cuadrilla portan ramos de Flores que le han lanzado el público. Manuel se acerca al burladero. Manuel Benítez abandona las gradas donde estaba sentado seguido de sus nietos: Alba Díaz, Manuel y Triana, además de su nuera Virginia Troconis. La gente del público le saluda y le detienen para darle ánimos por el momento tan especial que va a protagonizar junto a su hijo, además, se detiene par fotografiarse junto a un joven que requiere su atención. El chico se muestra feliz mirando la fotografía en su móvil. Manuel Benítez sale del burladero hasta el albero junto a sus nietos. El joven Manuel se queda tras el burladero. Por el contrario siguen a su abuelo: Alba Díaz y Triana, quienes caminan cogidas de la mano. Benítez recibe el aplauso del público. Manuel Benítez camina por el coso y lanza un beso al público que no deja de aplaudirle, levanta las manos y saluda muy sonriente. De pronto sorprende con un gesto que parece algo parecido a un remate por bulerías, una de sus particulares posturas. Esto provoca que Alba Díaz ría con dulzura, mientras no suelta de la mano a su hermana pequeña Triana. Tras de su abuelo y las chicas, el hijo de Díaz, Manuel. Todos llegan hasta donde está Manuel Díaz. Manuel abraza a su padre Benítez con mucho sentimiento. Virginia Troconis les sigue e indica a sus hijos que se acerquen con su progenitor. El torero besa a sus tres hijos. Está acompañado por su cuadrilla y los toreros que le acompañan en el cartel esa tarde: Curro Díaz y El Fandi. Benítez posa feliz junto en el centro de los tres toreros. Después se dirige al centro del coso, lugar al que le intenta guiar un poco su nieto Manuel, quien toca el hombro de su abuelo, para llamar su atención.. Finalmente, Benítez, cogido fuertemente de la mano de Manuel Díaz, padre e hijo se encuentran juntos en el centro del albero. Muy sonrientes, una lluvia de fotógrafos le sigue y abren paso para preparar el escenario. Una vez que llegan al centro de la plaza, padre e hijo saludan al público, Benítez porta unas tijeras y la muestra al público. Manuel se arrodilla para que su padre le corte la coleta. Los hijos de Díaz y Virginia Troconis se acercan para arroparle en ese momento. Alba se emociona la ver cómo su abuelo le corta la coleta a su padre. Sin embargo, también ríe al observar la peculiaridad que tiene Benítez a la hora de cortar la coleta, y se echa a reír comentando lo que ha sucedido con sus hermanos pequeños, quienes también ríen. Alba sujeta del brazo a su hermano. Manuel se levanta y le da besos a su padre, se abrazan, Benítez empuja un par de veces, no muy fuerte en el pecho a Díaz. Los hijos de Manuel Díaz aplauden entre risas y Triana coge un poco de cabello de la coleta de su padre que ha quedado en la espalda del torero. Padre e hijo se cogen de la mano y levantan los brazos para saludar al público que aplaude, ahora llevando el compás. Benítez se abraza a sí mismo como gesto de agradecimiento al público, como si les abrazara a ellos, se percata de que Díaz se ha quedado en un segundo plano y le pide que vuelva a su sitio de protagonista. Padre e hijo se cogen por la cintura y en ese momento se acerca Javier Conde y Víctor Puerto. Mientras Benítez y Díaz siguen saludando a conocidos que han saltado al albero para abrazarles y darles ánimos, los toreros Curro Díaz y El Fandi dan la vuelta al ruedo a hombros, mientras se escucha un paso doble. Manuel Benítez se seca el sudor con un pañuelo blanco. Mientras conversa gesticulando con su hijo y otros presentes. Mientras, los hijos de Manuel Díaz y Virginia Troconis se han alejado un poco, dejándoles espacio y aplaudiendo. Díaz y Benítez caminan por el albero con los brazos levantados agradeciendo los aplausos del público. Manuel Díaz aplaude a su padre, mirándole encandilado y sonriente, pero Benítez rápidamente le da un toque en la mano para que deje de aplaudirle. Manuel coge por el hombro a su padre y camina junto a él mirándole sonriente y contándole confidencias al oído, Díaz echa su cabeza sobre el hombro de su padre con gesto de ternura. Tras ellos, Virginia, quien no deja de indicar a sus hijos en qué lugar deben estar en cada momento. Además, la venezolana con la mano le indica a Benítez que se acerque a sus nietos, pero este responde acercándose a ella con cariño incluyéndola ella en el grupo familiar. Ella recibe este gesto con una enorme sonrisa. Benítez y Díaz se marchan, en todo momento, Díaz abraza al público cerrando sus brazos, alza las manos y lanza besos. Víctor Puerto también les sigue y aplaude.
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