Ficha técnica
Florentino Fernández, chófer de Carmen Sevilla, asegura que la actriz se merecía otra despedida: "no puedo decirlo porque la respeto mucho, la quiero mucho y no merece la pena, pero creo que Carmen se merecía una despedida como señora que era y por la figura que ella era y, sobre todo, algo que me ha parecido tristísimo es que Carmen adoraba las flores, le gustaban mucho los ramos de flores y no hay ni un ramo de flores para Carmen, pero bueno su hijo decidió que fuese así y vamos a respetarlo, y ya está". El que un día fue una de las personas de confianza de la artista asegura que no ha podido hablar con Augusto Algueró: "no, no hay información ninguna. Toda la información la tiene augusto y augusto está cerrado, no coge el teléfono a nadie". En cuanto a cómo era Carmen Sevilla: "pues era como tu madre. Si te tenía que regañar, te regañaba y su forma de pedir perdón era dándote un cachete en la cabeza y un beso en la frente". Total Florentino Fernández: - Llevo 38 años trabajando como conductor de producción, veinte de los cuales estuve al servicio de Carmen Sevilla y mi nombre es Tino, para ella era Tinico, pero para el resto de compañeros, mi nombre es Tino. - ¿Cómo fue trabajar con Carmen? ¿Qué recuerdas? - Pues anécdotas tengo un millón, sería imposible enuméralas todas porque veinte años dan para mucho. Deciros que hemos reído y hemos llorado cuando ha tocado, lo hemos pasado muy bien, hemos ido a un programa de Los Morancos una semana antes - ¿Qué le parece la despedida que se le está haciendo a Carmen? - No puedo decirlo porque la respeto mucho, la quiero mucho y no merece la pena, pero creo que Carmen se merecía una despedida como señora que era y por la figura que ella era y, sobre todo, algo que me ha parecido tristísimo es que Carmen adoraba las flores, le gustaban mucho los ramos de flores y no hay ni un ramo de flores para Carmen, pero bueno Su hijo decidió que fuese así y vamos a respetarlo, y ya está. - Dices que la recodabas como una madre casi en esos veinte años en los que le has llevado y traído en un coche los dos. Tendrás muchos recuerdos. - Sí, ¿pero sabes qué pasa? Los recuerdos se quedan para uno. Un coche es como el confesionario de una iglesia y lo que pasa en el coche, se queda en el coche y por eso os he dicho que hemos reído cuando ha tocado, hemos llorado cuando ha tocado, he disfrutado mucho de esos veinte años. Creo que de la etapa televisiva de Carmen tengo lo mejor que son esos veinte años con ella y, bueno, fue una vuelta del campo donde estuvo muchos años sin hacer nada y supo ganarse el cariño y el respeto del público, de los medios y de todo el mundo. - ¿A ti te hubiese gustado que hubiese tenido un homenaje mayor? - () - ¿Recuerdas alguna anécdota graciosa? - Hombre, pues el de las zapatillas en el Telecupón. Ella antes de salir se ponía sus zapatos y aquel día salió en zapatillas. - ¿Crees que se hubiese merecido una despedida mayor? - No, no una despedida mayor sino una despedida digna de quién era María del Carmen García Galisteo. Carmen Sevilla se merecía una despedida como Dios manda. - ¿Cómo era de tú a tú? - Pues era como tu madre. Si te tenía que regañar, te regañaba y su forma de pedir perdón era dándote un cachete en la cabeza y un beso en la frente. - ¿Ha podido hablar con su hijo en los últimos días? - No - ¿En los últimos años? - (Niega con la cabeza). - ¿Le han informado si la van a incinerar? - No, no hay información ninguna. Toda la información la tiene Augusto y Augusto está cerrado, no coge el teléfono a nadie. - ¿Y ella está aquí? ¿Está confirmado? - Tampoco. - O sea que usted se ha acercado aquí. - Sí, vivo aquí al lado y en vista de la falta de información creo que merecía la pena venir y si estaba aquí, pues poder verla.
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