Carmen Corazzini sobre Ana Obregón : "haga lo que haga, a mí me va a parecer bien"

Carmen Corazzini sobre Ana Obregón : "haga lo que haga, a mí me va a parecer bien y supongo que a todo el mundo también. Cualquier acto siempre nace del corazón así que expectantes de verla". Guarda muy buen recuerdo de la que fue su suegra: "no se la puede criticar por nada, es un ser de luz, es una persona bellísima. Solo merece buenas palabras". Carmen Corazzini desvela el incidente con el que casi acaba con la vida de uno de sus vecinos: "era una bola de cañón y yo estaba jugando con esa bola, que eran cien kilos de bola. La lancé y cayó al suelo, por la ventana, y le dio casi a mi vecino en la cabeza. Le llego a matar al vecino, pero no, a un centímetro". También recuerda a un vecino poco amigable que tuvo en Italia: "estaba loquísimo. Fue en Italia. Nos lanzaba basura a la terraza y luego se descubrió que tenía problemas mentales realmente, pobrecito". Total Carmen Corazzini: - Bueno, Carmen, 'El peor vecino del mundo'. ¿qué tal? - Pues hemos tenido todos alguno. - ¿Hemos tenido? - Si. Ostras, si. - Lo dices con fuerza. - Estaba loquísimo. Fue en Italia. Nos lanzaba basura a la terraza y luego se descubrió que tenía problemas mentales realmente, pobrecito. - ¿Se lo devolvíais a huevazos? - No descarto que a mi padre algún día se le cruzara el cable. - ¿Cómo se lleva eso? Porque nos reímos pero claro. - Un día yo casi mato a un señor, también, un vecino. - ¿De matar, matar? - Sí, pero era muy pequeña. No sé por qué te cuento mi vida. - Porque es Europa Press. - Era una bola de cañón y yo estaba jugando con esa bola, que eran cien kilos de bola. La lancé y cayó al suelo, por la ventana, y le dio casi a mi vecino en la cabeza. Le llego a matar al vecino, pero no, a un centímetro., - Nos reímos pero - Me río porque no le pasó nada pero he tenido historias con vecinos peculiares. - ¿Cómo llevas tú eso? - Yo era muy pequeña, inocente de mi no pasó nada. Luego mis padres me contaron que casi mato al vecino del quinto, concretamente. - Pobrecito. ¿Le has vuelto a ver? - No quiero. No quiero, ¿para qué? ¿Revivir esos momentos? - Como vecina, ¿cómo eres? Aparte de intentar matar sin querer. - Yo, fantástica vecina, muy buena vecina. - ¿Y de sal? - No he pedido sal, me han pedido huevos, sal y leche. Yo nunca buscaba nada. - Terminamos el año. ¿Qué balance hacemos? Llegan las navidades. - Las navidades me quedo aquí trabajando así que bien. Todo lo que sea trabajo, fundamental. - ¿Eres tú muy navideña? - No, no es que despotrique de la navidad pero tampoco me vuelvo loca. Me gusta reunirme con gente que llevo tiempo sin ver y con familia pero tampoco soy una fanática. - Imagino que te has enterado de que Ana Obregón va a dar las campanadas. - Sí, qué bien. Me alegro mucho por ella. Siempre es una bonita distracción y han querido apostar con ella y con Los Morancos. - Un gran trío. - Sí, muy de toda la vida. - ¿La verás? - Sí, no, por supuesto. Siempre estamos en la familia seguidores y asiduos de la familia, siempre. - Ella, deslumbrará como siempre porque saca mucha fuerza. - Claro. A ver si le manda algún mensaje, que no lo sabemos, a Aless, que hizo ya en una ocasión. - ¿Te gustaría que lo hiciese? - Sí, claro. No sé si es lo correcto o no, no tengo ni idea. - Eso es otro debate que mucha gente piensa. - Haga lo que haga, a mí me va a parecer bien y supongo que a todo el mundo también. Cualquier acto siempre nace del corazón así que expectantes de verla. - Es muy de agradecer las bonitas palabras que tienes siempre para ella. Dice mucho de ti como persona. - A ver, pero porque ella se las merece todas. No se la puede criticar por nada, es un ser de luz, es una persona bellísima. Solo merece buenas palabras. - Tienes un bonito recuerdo en el corazón de ella. - Sí, por supuesto. Es un cielo. - Prevalecerá por siempre y para siempre. - Eso es. - Muchas gracias, me has dejado calva con lo del vecino. - Ya, hijo, ya. Y tengo más que no te he contado pero es muy larga. - Chao.