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Sara Baras llega al escenario del Teatro Nuevo Aapolo con su espectáculo 'Sombras'

Ficha técnica


Fecha 24/01/2020
Parte 2
Duración 00:33:10
Sonido Totales y Ambiente
Edición Editado
Localización Madrid
Firma Europa Press

Sara Baras llega al escenario del Teatro Nuevo Aapolo con casi 20.000 entradas vendidas. La artista llega a la capital con su espectáculo ‘Sombras’ que tendrá una duración de algo más de 6 meses en las se realizarán unas 100 actuaciones aproximadamente. Sara Baras hace un repaso a su carrera profesional tras veinte años encima de los escenarios: “Hemos tenido la suerte de poder crecer y de poder empezar y terminar los veinte años con la misma ilusión, con las mismas ganas y con la misma entrega. Hemos tenido la suerte de tener un público entregado desde el principio con una respuesta maravillosa y es lo que ha hecho posible que nosotros podamos seguir soñando y haciendo soñar”. La bailaora agradece a su madre su éxito: “Nace de concha, de mi madre, que es mi maestra de la vida, y no solo de baile, y a la que debo todo. Es la que me enseñó a amar el mundo del arte y partir de ahí es la que me puso en el camino acertado para poder disfrutar y recorrer toda esta vida que tengo la suerte de estar viviendo”. Sobre que encontrarán los espectadores en ‘Sombras’, Sara Baras explica: “Evolución. No hemos parado de seguir en esta búsqueda, de ir limando cada cosita, cada detalle de esta obra y yo creo que si algo puede sorprender, es eso. La unión, el estar todos a una, y la evolución sobretodo buscando los momentos que están como llenos de riesgo y de verdad. Lo que decía antes, sombras es aquí y ahora. Tiene muchísimas horas de trabajo pero realmente depende de aquí y ahora”. Entrevista Sara Baras: - ¿Veinte años no es nada o es demasiado? - Veinte años no es nada. - ¿Qué ha pasado en estos últimos veinte años? - Pero estos veinte años han sido mucho. Hemos tenido la suerte de poder crecer y de poder empezar y terminar los veinte años con la misma ilusión, con las mismas ganas y con la misma entrega. Hemos tenido la suerte de tener un público entregado desde el principio con una respuesta maravillosa y es lo que ha hecho posible que nosotros podamos seguir soñando y haciendo soñar. Hemos tenido años de maestros, de momento, de consejos. De situaciones que, aunque en el momento no parecían tan positivas, son situaciones que nos han enseñado y que nos han hecho valorar lo bonito de esta profesión y lo importante de no bajar la guardia nunca. - En esos veinte años, ese viaje por autovías y autopistas, tierra, mar y aire, ¿ha habido algún momento en el que Sara Baras ha dicho dejo de mover el mantón? - Realmente cumplir el sueño de ser mamá es lo único que me dijo, no dejar de moverlo, pero sí guardarlo un poquito para poder vivir la sensación más bonita que puede pasarte sin interferir en nada. Ese es el único momento de la vida que conozco sin bailar. Los nuevos meses de embarazo y cuando ya tenía cuatro meses el peque volví a bailar. Ósea que realmente por todo lo demás nunca he tenido ni las ganas ni la sensación de soltar el mantón. Siempre lo llevo conmigo y creo que tengo esa suerte de poder seguir soñando con mi mantón. Es parte de mí ya. - Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte. ¿Qué es lo que más te ha matado y que es lo que más te ha hecho más fuerte como artista, como mujer, como bailarina y como bailaora? - Creo que tener una compañía privada es algo difícil porque son muchas cosas y porque la empiezas con mucha valentía pero también con mucha más ignorancia. Las ganas, la ilusión y la entrega hace que cojas ese camino y que vayas a por todas. Por eso digo que no tengo palabras suficientes para agradecer al público porque siendo una compañía privada solo se mantiene del público. Gracias al público seguimos ahí y hemos podido tener pues una carrera en evolución constante que ahora se encuentra en el momento más bonito de todos. Realmente no me ha matado la crisis, por ejemplo. No me ha asustado nunca el trabajo y realmente creo que lo mejor que me ha podido pasar es rodearme de un equipo maravilloso y valorar el trabajo y la ayuda de toda la gente que he tenido alrededor desde el principio. - ¿Cuántos kilovatios te da como mujer, como bailaora y como artista ver o estar acostumbrada a ver prácticamente todos los teatros que pisas llenos de público? ¿Qué sensación es la que sientes al ver que se levanta el telón y ver un sold out te está esperando en cada una de tus funciones? - La responsabilidad es mucha pero la satisfacción es más. La entrega es más todavía. El poder valorar eso no te crear que se olvida, lo valoras a diario. El calentamiento, el ensayo, la prueba de sonido… Esas tres o cuatro horas que estamos encima del escenario ya tenemos presento eso. Es como un nervio, es como algo que te hace crecerte y que te hace disfrutar de una manera bestial. Si ya te gusta bailar más te gusta entregarte y más te gusta mostrar el agradecimiento por esa respuesta tan grande que tiene el público con nosotros. Y es verdad que llevamos muchos años sin parar y muchos años sin bajar la guardia porque no puedes permitirte ni el más mínimo desliz porque te debes a un público que ya de antemano te ha respondido de una manera tan fuerte. - ¿Dónde nace y dónde reside la esencia de Sara Baras? - Yo creo que nace en Cádiz. Yo creo que la tierra la llevo por bandera porque es mi forma de bailar lleva la brisa de este rincón maravilloso. Nace de Concha, de mi madre, que es mi maestra de la vida, y no solo de baile, y a la que debo todo. Es la que me enseñó a amar el mundo del arte y partir de ahí es la que me puso en el camino acertado para poder disfrutar y recorrer toda esta vida que tengo la suerte de estar viviendo. - En ese mapa de flamenco, en esa geografía tan grande que tienes, ¿quiénes Y el por qué en este siglo XXI, curiosamente, sois las mujeres las que estáis en la primera línea del flamenco y de la danza y los hombres han quedado relegados a un segundo o tercer lugar. - Yo creo que mis maestros desde mi madre, Cirio, Dania, Manolete… Carmen Cortés, que cuando era más pequeña he tenido la suerte de tener sus clases y sus consejos los tengo muy cerca. Paco de Lucía, Camarón, Antonio Gades, Carmen Amaya… Yo creo que esa generación, Farruco y Manolito, esa generación que me ha marcado tanto mezclada con esa suerte que he podido trabajar con mi madre, con Ciro… Con Ciro he aprendido una barbaridad. Todo eso me ha marcado siempre un antes y un después. Me ha enseñado a valorar a las personas por lo que son independientemente de hombre o de mujer. Yo vengo de un arte que por circunstancias de la vida los hombres cogen un lugar que las mujeres acaban en casa haciendo la cena, pero yo vengo de una generación que no. Vengo de una generación que se valoran las cosas por lo que eres independientemente de lo que tú eres, creo yo. - Pero ahora mismo, en los últimos años, los grandes ejemplos a seguir y los que llenáis los grandes teatros o los grandes coliseos sois las mujeres. Ahí está el caso de Yerbabuena o Sara Baras. Y sin embargo han quedado relegados en un segundo término aquellos grandes bailaores o bailarines que hace veinte años eran figuras y ahora prácticamente ni nos acordamos. ¿Quizás es la esencia de la madurez, la esencia de la constancia, la esencia del día a día y la esencia de respeta tu propia profesión lo que hace que las mujeres estéis en la primera línea y los hombres no hayamos olvidado un poquito de ellos? - No lo sé. La verdad es que yo pienso que tengo compañeros igual de maravillosos que compañeras, ¿sabes? No te digo que no a lo que me estás diciendo pero por otro lado yo siento que, por ejemplo, en el flamenco yo creo que estamos más igualados. Creo que hay si piensas en Miguel Poveda, en Pitingo, en Israel Fernández y en un montón de hombres que están también súper arriba, ¿no? - Pero yo me refiero a la danza, al flamenco. Miguel Poveda es la voz y tú eres el arte de los pies, de los brazos. Eres la silueta, eres el movimiento. - Bueno pero también hay hombres, ¿no? Ahora mismo. También hay compañeros muy buenos, ¿no? - ¿Dónde están las sombras de Sara Baras? - Las sombras de Sara Baras están en el escenario llenas de una intensidad bestial de agradecimiento, de movimiento, de giras, de trabajo, de público, de sensaciones… De todo. Yo creo que es un poco como la sombra de Peter Pan que no para. Que no se para aunque yo me pare. Mi sombra tiene tanta intensidad que sigue llena, ¿no? - Casi un millón de espectadores, que se dice muy pronto, son los que han visto ‘Sombras’ y muchos repiten constantemente a verlo de nuevo. Aquellos que ya te han visto con este espectáculo y van a verlo de nuevo, ¿con qué se van a sorprender? - Con la evolución. Desde que se estrenó hasta ahora han pasado unas doscientas funciones. Hemos estado desde New York, Miami, México, Suiza… Hay una variedad de lugares y de culturas, de espacios que han hecho que la obra crezca muchísimo. No hemos parado de seguir en esta búsqueda, de ir limando cada cosita, cada detalle de esta obra y yo creo que si algo puede sorprender, es eso. La unión, el estar todos a una, y la evolución sobretodo buscando los momentos que están como llenos de riesgo y de verdad. Lo que decía antes, Sombras es aquí y ahora. Tiene muchísimas horas de trabajo pero realmente depende de aquí y ahora. Hace que esa improvisación dentro de un esqueleto, perfectamente estructurado, esa improvisación hace que lo convierta en un espectáculo con un alma que se disfruta en el momento. Por lo tanto, si lo viste hace cien funciones yo creo que vas a sentir otra cosa. Vas a descubrir otra cosa. Sinceramente creo que te va a sorprender por eso porque tiene una energía todavía más bonita de la que tenía. - Veinte años dando la vuelta al mundo. Veinte años siendo patrimonio nacional de la cultura española, de la cultura europea. ¿Crees que el flamenco es patrimonio nacional o Sara Baras es el patrimonio nacional? - Creo que tengo la suerte de ser o de tener una carrera donde la gente joven que venga puede mirarse. Creo que tengo la suerte y la responsabilidad de poder seguir soñando y de poder seguir entregando mi alma entera aparte de la cultura de este país a la que adoro. Represento y representa mi compañía por medio mundo parte de nuestra cultura y eso lo llevo con muchísimo orgullo. Con muchísima responsabilidad pero con muchísimo orgullo. - ¿Qué es lo que más echas de menos cuando no estás en España y que es lo que menos echas de menos cuando estás en ella? - Yo soy muy de mi tierra, muy de mi familia. A mí me gusta España, a mí me gusta mi tierra y la echo de menos pero me parece importante también el poder viajar y el poder alimentarme de otros lugares y otras tierras que también adoro. Cuando estoy aquí echo de menos viajar y cuando estoy viajando echo de menos estar aquí. Soy una persona bastante conformista e intento sacar lo positivo de cada cosa. Sobretodo hoy día que voy de una manera muy bonita, ¿no? Me siento una privilegiada por la situación que vivo. ¿Qué echo de menos? Te podría decir que echo de menos a la ayuda que lo necesita. Echo de menos el apoyo a lo que más necesitan no por nada superficial sino por supervivencia y eso es lo que echo de menos aquí y fuera. - ¿El levante, el aire del mantón, o el sol del martinete? - Todo. Todo lo que tenga aire me gusta. Yo la verdad es que soy de ritmos y me encanta la brisa. Creo que como le pasa a mi tierra que tiene una brisa mágica, que te hace disfrutar de las cosas, pero también entregarte y luchas por lo que crees. Por lo que sueño y siempre creo que hay sueños que cumplir y me parece importante luchar por eso. Europa Press dispone de imágenes del espectáculo, un photocall y la entrevista de Sara Baras.

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