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Lolita Flores, emocionada, dedica una función de ‘Fedra’ a Manuel Veiga

Ficha técnica


Fecha 10/01/2019
Parte 3
Duración 00:34:26
Sonido Totales y Ambiente
Edición Editado
Localización Barcelona

Lolita Flores, emocionada, dedica una función de ‘Fedra’ a Manuel Veiga, actor y dramaturgo que falleció recientemente: “Yo esta noche le voy a dedicar la función a un compañero, a un amigo, que se me ha ido, se fue ayer. Se llama Manuel Veiga, un actor catalán, dramaturgo, escritor”. Con lágrimas en los ojos narra lo buen compañero que fue siempre Manuel Veiga con ella y cómo no se perdía ninguna de sus obras: “Sé que estaría en primera fila como siempre que ha estado, cada vez que he llegado, sin pedirme entradas, sino comprando la entrada. Eso también es de agradecer”. Manuel Veiga había dedicado una de sus obras más recientes a Lola Flores; “Últimamente hizo una obra que se llama ‘A tu vera, siempre a la verita tuya’ dedicada a mi madre”. Confiesa, contaba con verle entre el público y siente que últimamente está perdiendo a muchos conocidos: “Hoy esperaba verlo aquí como siempre, lo conocí hace muchísimos años. Lo he puesto en las redes, cada día se me va alguien y es una putada”. Recuerda con mucho cariño a Moncho, cantante de boleros que falleció en diciembre: “Moncho nos dejó hace poco, mi tío, mi confidente, mi amigo. De hecho se le hace un homenaje el 14 de enero en el Auditori”. Recuerda una lección que le dio su madre, Lola Flores, que hablaba de cómo la edad es algo que se lleva en el corazón y que no está determinado por el año en el que uno venga a la vida: “La edad, como decía una señora que vivía conmigo y se llama lola flores, la edad no es algo biológico, la edad se lleva en el corazón. Esa es la edad, la que tú sientes, no la que te pongan porque hayas nacido en un año”. Lolita vuelve a Barcelona para representar ‘Fedra’ y confiesa, fue su padre le que le enseñó a amar a la ciudad condal: “Para mí, Barcelona y Cataluña, siempre lo he dicho, soy 50-50. Mi padre es del Barrio de Gracia, digo es porque para mí seguirá siendo del Barrio de Gracia aunque no viva. Todo el amor tan grande que le tengo a Barcelona porque mi padre me enseñó a amar a esta tierra”. Para ella, lo más difícil ha sido cambiar de comedia a tragedia pero meterse en el papel de Fedra no ha sido complejo: “Entrar en una tragedia que no había hecho en mi vida, si me ha resultado difícil. Meterme en los sentimientos de Fedra no, porque a quién no le han dicho un ‘no’ en su vida”. Fedra es una mujer que desea amar pero que tiene miedo a ser no correspondida, algo que lolita también ha vivido en sus propias carnes: “Como yo en mi vida a veces no he sido correspondida en el amor, no me ha surgido mucha dificultad. Es simplemente meterse la mano dentro, rebuscarse”. Entre risas, Lolita reconoce uno de los fallos que más comete durante la representación de ‘Fedra’: “En una de las frases digo: en el momento en el que le vi, ya supe que iba a ser… muchas veces me equivoco y digo ‘martillo’ en vez de ‘Martirio’ pero viene a ser lo mismo”. Durante la rueda de prensa, Lolita llama la atención a los periodistas por tener los teléfonos móviles en sonido y les avisa, entre risas, para que lo apaguen antes de entrar al teatro: “Apagar los móviles que luego os pasa lo mismo en el teatro”. Habla de Fedra y de cómo es una mujer que necesita el amor de un hombre joven para sentir que ella misma rejuvenece y dice, es algo común cuando se llega a una cierta edad: “A veces las mujeres, cuando llegamos a una edad, nos convertimos en vampiros. Nos gusta la sangre fresca porque de la sangre fresca estamos nosotras más frescas. Ya para mayores estamos nosotros”. La versión de Fedra de Paco Bezerra narra la historia clásica a través de un lenguaje más cercano: “Paco Bezerra ha sacado la esencia de la historia, ese amor prohibido, pero lo ha puesto con las palabras de hoy en día pero sin pasarse porque no deja de ser un clásico. Se entiende todo, y todo lo que se dice llega.”. Confiesa, la magia del teatro reside en el directo y en la necesidad de improvisación si algo sale mal: “En el teatro, cuando sales ahí, tienes que tirar para adelante caiga lo que caiga, y eso creo que es la magia del teatro, que no hay moviola ni se puede decir ‘corten’. Te equivocas, mala suerte, hay que tirar adelante”. Rueda de prensa: Lolita: buenos días. Yo creo que se ha dicho todo. ‘Fedra’ es una mujer que podía ser de este siglo, podía ser súper actual. El amor no está prohibido nunca, amar no debería estar prohibido, sea de la clase que sea, sea hombre, gato, perro, mujer o caballo. Yo creo que el amor es libre, tendría que ser libre y no tendría que ponerse cortapisas a alguien que ama de verdad. Fedra es una mujer que mete la cabeza por la pared setenta y siete veces porque ella no quiere amar, sabe que lo que está haciendo se lo van a prohibir y a criticar pero su amor es mucho más fuerte. Quizá por esa soledad que tiene, por esas ganas de vivir, porque todavía se encuentra una mujer joven. La edad, como decía una señora que vivía conmigo y se llama Lola Flores, la edad no es algo biológico, la edad se lleva en el corazón. Esa es la edad, la que tú sientes, no la que te pongan porque hayas nacido en un año. Fedra se siente joven, por eso se enamora de un hombre joven aunque sepa que es prohibido y que es su hijastro. Ella ama, quizá de una manera enfermiza porque está encerrada y es reina tiene una serie de obligaciones con su marido, con el rey, que no puede tener su vida. Su marido sale y entra y ella se queda con su ama de cría. La única ilusión que tiene es poder amar de una manera libre y amar a alguien que le da juventud. A veces las mujeres, cuando llegamos a una edad, nos convertimos en vampiros. Nos gusta la sangre fresca porque de la sangre fresca estamos nosotras más frescas. Ya para mayores estamos nosotros. Es la libertad de amar a quien se quiera de verdad, sin pensar en lo que te puede deparar el destino o lo que puede suceder. Yo quiero deciros algo, para mí, Barcelona y Cataluña, siempre lo he dicho, soy 50-50. Mi padre es del Barrio de Gracia, digo es porque para mí seguirá siendo del Barrio de Gracia aunque no viva. Yo he venido muchísimas veces a trabajar y cantar a Barcelona, a toda Cataluña con ‘La plaza del diamante’, que para mí fue un antes y un después en mi carrera artística como actriz. Esta carrera corta que tengo como actriz. La hice con todo el cariño del mundo, con toda la admiración que se le puede tener a esta tierra y con todo el amor tan grande que le tengo a Barcelona porque mi padre me enseñó a amar a esta tierra. Que crean en mí mis compañeros y pueda venir a Barcelona, que me haya recorrido la Cataluña profunda y no profunda es un honor muy grande. Nunca había estado en el Teatro Romea, es mi primera vez, es un teatro que veo que tiene esa antigüedad que tienen los clásicos y que tiene ‘Fedra’ y tiene esa modernidad que tenemos los hombres y mujeres de hoy en día. Hay que tener una mente abierta y una mente para poder vivir de la manera que uno quiera sin hacer daño a segundas o terceras personas. Yo esta noche le voy a dedicar la función a un compañero, a un amigo, que se me ha ido, se fue ayer. Se llama Manuel Veiga, un actor catalán, dramaturgo, escritor. Últimamente hizo una obra que se llama ‘A tu vera, siempre a la verita tuya’ dedicada a mi madre. Hoy esperaba verlo aquí como siempre, lo conocí hace muchísimos años. Lo he puesto en las redes, cada día se me va alguien y es una putada. Moncho nos dejó hace poco, mi tío, mi confidente, mi amigo. De hecho se le hace un homenaje el 14 de enero en el Auditori. Yo esta noche, con el permiso de todos ustedes y de todos mis compañeros, se la quiero dedicar a él. Sé que estaría en primera fila como siempre que ha estado, cada vez que he llegado, sin pedirme entradas, sino comprando la entrada. Eso también es de agradecer cuando los compañeros compran la entrada para ir a ver a otros compañeros. Bienvenidos, señores. Ojalá les guste esta ‘Fedra’, ojalá la disfruten, la lloren, la sientan como nosotros las sentimos. La escenografía es muy minimalista porque no hace falta, con la palabra de Paco Bezerra y la dirección de Luis Luque hemos tenido más que de sobra. Y el talento que tenemos los 5 señores que estamos encima del escenario. Muchas gracias, bienvenidos, no me quiero emocionar. No es un texto, es la historia de Fedra pero Paco Bezerra ha hecho un texto lleno de poesía, de cotidianeidad. No es el clásico al uso de esa voz engolada y las palabras… no. Cuando lo escribieron hace dos mil años sí, ahora Paco Bezerra ha sacado la esencia de la historia, ese amor prohibido, pero lo ha puesto con las palabras de hoy en día pero sin pasarse porque no deja de ser un clásico. Se entiende todo, y todo lo que se dice llega. Aquí no se hablan de dioses, se habla de lo que es un amor prohibido y de una verdad que nos puede ocurrir a cualquiera en nuestras casas. Apagar los móviles que luego os pasa lo mismo en el teatro. Eso también hay que decírselo a la gente joven, no van a ver un peñazo de n texto relamido. Además de ser un clásico maravilloso y una poesía estupenda, la manera en que se habla de ese amor entre todos, se llega al corazón. La dirección es igual, no hay engolamientos, no hay manos en la frente. Se ha hecho como las coas se tienen que hacer hoy en día. Yo escuché a Luis Luque una vez en una entrevista que decía que el teatro se estaba haciendo cada vez más como se hace el cine. Hablando más de verdad, con el corazón, sin gritos y sin aspavientos. Con la diferencia de que en el cien se corta y se repite y en el teatro no. En el teatro, cuando sales ahí, tienes que tirar para adelante caiga lo que caiga, y eso creo que es la magia del teatro, que no hay moviola ni se puede decir ‘corten’. Te equivocas, mala suerte, hay que tirar adelante. - ¿Te ha sido difícil meterte en el personaje de Fedra? Es una mujer que no ha sido correspondida ni comprendida. Como yo en mi vida a veces no he sido correspondida en el amor, no me ha surgido mucha dificultad. Es simplemente meterse la mano dentro, rebuscarse lo que tienes dentro. Quién no ha estado alguna vez no correspondido en el amor. Quién no ha estado con esa soledad y esa a obsesión de querer a alguien y que ese alguien te quiera de otra manera. No es difícil, ha sido difícil aguantarme, es una Fedra muy contenida, con mucho temperamento pero contenida. Las manos quietas, que yo con las manos hablo. Entre Luis que ha sido mi coach personas y este señor, que me ha dejado libre pero me ha ido diciendo, ha sido un tándem muy bueno. Yo venía de hacer una comedia al uso para que la gente se riera y entrar en una tragedia que no había hecho en mi vida, si me ha resultado difícil. Meterme en los sentimientos de fedra no, porque a quién no le han dicho un ‘no’ en su vida. - Ella pasa de estar en un estado depresivo a ser una reina. - La depresión es porque ella misma se come el coco diciendo que no se puede permitir el lujo de enamorarse de su hijastro, porque es la reina. Cuando yo llego a la isla parece que este muchacho tiene 12 o 13 años. En una de las frases digo: en el momento en el que le vi, ya supe que iba a ser… muchas veces me equivoco y digo ‘martillo’ en vez de ‘Martirio’ pero viene a ser lo mismo. Ella no quiere, cae en una depresión porque no quiere sentir lo que siente hasta que se da cuenta que si no explota de una manera bien por otra. Viene de la muerte, ha estado en coma, va a estarlo de las dos maneras. El no ya lo tiene, ¿y si le dicen que si? Igual que en la vida real.

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