Primeras palabras de Lydia Lozano tras el alta hospitalaria de Charly

Primeras palabras de Lydia Lozano tras recibir el alta médica su marido, Charlie: "sí, sobre todo que vuelva a andar. Qué vuelva a coger su coche, que este no es el mío. ¿este es el suyo? Sí, que vaya a comprar el periódico y que haga la vida que le apetece y pase ahora al perro" explica: que su marido no quería visitas en el hospital ".entonces decía que no venga nadie, que no venga nadie, que no me encuentro., pues le agotaba, le ha agotado mucho hablar por teléfono. Y ya está. Y ahora todo el mundo me dice, abre el bar. Jajajaaja" asevera que lo va a celebrar por todo lo alto: "ya, ya, todo el mundo se queda a apuntar. Si voy a hacer un fiestón... Un fiestón, claro que sí. Y ya está." Pero eso será un poco más adelante, ahora quieren pasar las navidades tranquilos en su casa: "de momento le he dicho a mi familia que no le apetece tomar las uvas en la cama. Y además será bien porque los echaré pronto., que Charlie quiere dormir" Total a Lydia: - Buenos dáis - ¿Qué hacéis aquí? - Hola, corazón. - A ver, bueno, sois muchos. Espérate, que cierre el garaje. Espérate. ¿Pero qué hacéis aquí? - Pues nada, como hemos visto, la gran noticia ya Charlie en casa - ... - ¿Lo pediste para Navidad y ha llegado? Ha llegado, ha llegado. - Ya pagué en de viernes y, bueno, toda España sabía que estaba... Sí, estoy feliz, pero súper agobiada, claro. - Bueno, me imagino que ahora es una alegría, Lydia. Al final, en casa, como en casa ningún sitio, tú también estás agotada, agotada. Y ya llega la emoción. Llega la emoción, te emocionas. - ... (llora) - Mucha lucha, Lydia, mucha lucha. Pero está aquí. - ... (llora) - Esta mañana le has recibido con aplausos. Muy bien, Charllie , le estabas animando. ¿Cómo ha sido ya en casa? - Pues claro, a ver. Lo tenía todo montado. - Ay, pobre. Ha sido muy emocionante. Claro. - Es que llevamos tres meses. - Muy duros, muy duros, Lydia. - Tres meses fuera de casa y es agotador. - ¿Cuál ha sido tu mayor apoyo durante estos meses? - Toda mi familia, todos mis amigos, o sea, mis amigos, o sea, todos, o sea, he estado súper rodeada. Ayer, el otro día, me mandaron un ramo que te mueres de bonito, que son mis amigos de la pandilla basura. Y el mejor regalo es que Charlie vuelva por la vida. - Lydia, me está preguntando Joaquín que te quiere saludar. Te pongo mi casco. Espera, que le voy a poner mi casco, compañeros, a ver si puedo, porque lo tengo enredado con la bufanda. A ver. - Me van a matar. - Cógete ahí un poquillo el casco. A ver. Tú tira de ahí. - Dime, Joaquín. Hola a todos. Sí que tú le caes muy bien. Sí. Sí, porque, bueno, pues todo el mundo sabe que... Todo el mundo sabe que cuando...Cuando estás tiempo en la cama, pues pierdes musculatura y ahora empieza la segunda etapa, como la Vuelta Ciclista. Ahora empieza la segunda etapa. Y que yo me... Y que yo no le parto las piernas con la grúa. Porque, cada vez que veo la grúa, las piernas se van por un lado. Parece un muñeco. Y entonces, bueno, pues ya sabéis cómo soy yo. No, sí, sí, le he puesto, además, toda naranja, la cama, las sábanas. Todo, está como puesta... Todo, todo, todo, todo está ideal, el salón y nada, ahora abrir las puertas para que empiecen a venir los amigos y mi familia. Ahora que venga todo Dios a verle. Sí. Pues nada, ya sabéis que, ya sabéis que os adoro y que, bueno, pues nada. A ver si nos vemos pronto, muy prontito. ¡Por Navidad! Vale. Un beso a todo el mundo y a los espectadores, eh, que me mandan muchos mensajes. ¿Vale? Un besito. - Muchísimas gracias, Lidia. - ... - ¿Ya has terminado, cielo? - Sí. - Que de verdad, qué alegría más grande, qué mejor regalo. Y ahora toca que él disfrute también de esa compañía en casa. Con los amigos, con los familiares y que vengan a verles. - Sí, porque en el hospital estaba tan chungo, tan chungo. Esto han sido muchas operaciones en un mes y medio. - Eso es. - Entonces decía que no venga nadie, que no venga nadie, que no me encuentro. La del corazón, pues le agotaba, le ha agotado mucho hablar por teléfono. Y ya está. Y ahora todo el mundo me dice, abre el bar. Jajajaaja - Y ahora toca rehabilitación, ¿no? Necesitamos mediciones poquito a poco, ¿no? Y a rehabilitarse, ¿no? - Sí, sobre todo que vuelva a andar. Qué vuelva a coger su coche, que este no es el mío. ¿Este es el suyo? Sí, que vaya a comprar el periódico y que haga la vida que le apetece y pase ahora al perro. - ¿Él cómo está? - Él está... - ¿Anímicamente? - Anímicamente... - ¿Habrá cambiado?¿Ha cambiado? - Está muy cansado. - ¿Sigue cansado? - Sí. - Pobre. Pero nada. Pero poquito a poco... Sí, con mi fuerza... - ¿Con tu color naranja? - Con mi color naranja, las sábanas naranjas, como he dicho. - Y ahora celebrar el cumpleaños pendiente también, que se quedó la celebración. Bueno, cuando acabe esto... Vas a dar la fiesta. - Oye, allá, que vamos, ¿eh? - Ya, ya, todo el mundo se queda a apuntar. Si voy a hacer un fiestón... Un fiestón, claro que sí. Y ya está. - Ahora tú ha retomado ya tu trabajo, cien por cien, tranquila, ¿no? - Lo he retomado, pero... a las operaciones y tal - Exacto. - Pero claro, y nada. - Y poquito a poco. Y lo que se vaya a celebrar estas fiestas navideñas van a ser en este hogar. ¿Vendrá tu familia aquí? - No. No. - De momento los dos solitos. - De momento le he dicho a mi familia que no le apetece tomar las uvas en la cama - Exacto, lógico. - ¿Entiendes? - Vais a estar solitos y ya está. Sí, y ya está. Que vengan de visita un poquito. - Por eso. - Navidades distintas, pero como en casa, en ningún sitio, Lydia. - Y además será bien porque los echaré pronto., que Charlie quiere dormir - Hombre, hombre, claro que sí, que se recupere pronto. - Gracias siempre. Nada, feliz Navidad a todos. Felices fiestas y enhorabuena por tenerle aquí en casa. Como en casa, de verdad, yo insisto. - Muchísimas gracias. Feliz Navidad. - Igualmente. - Gracias, Lidia, por tu amabilidad. - Gracias, cielo. Imágenes de Lydia que sale del coche para atender a la prensa