PARTE 2- Isabel Preysler aclara el motivo por el que ha hecho públicas las cartas de Mario

Isabel Preysler aclara el motivo por el que ha hecho públicas las cartas de Mario Vargas Llosa: "Las cartas son mías y yo puedo publicarlas, y solamente he expresado lo que su entorno ha dicho de queél no era feliz y entonces yo quería demostrar que eso no era verdad. Él era feliz y yo también lo era y entonces publiqué las cartas para demostrar que era feliz, y simplemente eso. Y el resto de lo que yo escribo son nada más que correcciones de cosas falsas que se han dicho y no hago más. Así es que no creo que pueda molestar absolutamente a nadie". La socialité deja claro que no ha esperado a publicar sus memorias una vez fallecido el premio Nobel: "No, no, no he esperado. Estaba escribiendo el libro y él se murió mientras yo terminaba el libro. Y yo creo que lo terminé antes de que se muriese, pero no hay nada absolutamente". Acompañada de su hija, Tamara Falcó, que ha querido opinar sobre qué le ha parecido la biografía de su madre: "Ha sido muy valiente, muy valiente. Y por eso estoy muy orgullosa de ella. He descubierto ya no solamente una madre, sino a una mujer...y esa vez ha sido la primera vez que leía su versión de las cosas y me lo contaba". Isabel ha querido aclarar por qué ha sacado sus memorias: "Se ha escrito mucho sobre mí y durante muchos años. Y he pensado que era el momento, porque ahora estoy llevando una vida tranquila y con serenidad que necesitaba para escribir el libro". Sobre Julio Iglesias: "De Julio lo que destacaría es su fuerza de voluntad y su capacidad de trabajo", aunque no ha querido desvelar el episodio que hizo tanto daño a su hijo Enrique: "Pues a mí me dolió lo que le dolió a mi hijo, claro, cuando me lo contó, pero eso es una cosa entre Enrique y yo. Enrique me lo contó y yo no voy a entrar en detalles en eso, ¿sabes? Es, simplemente, digo que Enrique estaba dolido y lo mismo que yo lo tomé un poquito mejor, Julio lo tomó peor que yo y nada más que eso. Y no voy a entrar en más detalles". La socialité también ha hecho referencia a su yerno, Iñigo Onieva: "Tamara cree en el perdón y me ha hecho a mí creer en el perdón también. Y además, Tamara, me vi a Tamara, he llegado a querer a Íñigo. A Íñigo le quiero ya como un hijo más". Isabel revela que mentira de las que se han dicho le ha hecho más daño: "Hombre yo diría las cosas de mis hermanos". Parte 2 - Tamara es una de las protagonistas de este libro. Que habla muy bien de su hija, como no puede ser de otra manera y con todo motivo en este caso. Hay un párrafo que a mí me gusta mucho, muy cortito, lo voy a leer, en el que Isabel dice que «Estoy muy orgullosa de la mujer en la que se ha convertido Tamara, de su serenidad, de su sentido del humor y de su capacidad para transformar las adversidades en algo positivo». Tamara, muchísimas gracias por estar hoy aquí. Tu turno, cuando quieras. - Gracias, David. Gracias a todos los que estáis aquí, especialmente a los amigos de mi madre, que no sabía que iban a venir tantos. Gracias. A la prensa, que es verdad que siempre te ha perseguido mucho, y en esta ocasión está aquí para apoyarte. Y a todos los que habéis formado parte de este libro, porque Pirucha sé que han sido muchas horas. Bueno, primero he de decir que no pensaba jamás que mi madre fuera a escribir un libro sobre sus memorias, ella es muy cerrada, ¿no? Tiene ese lado un poco asiático, ¿no? Donde todo parece que va bien y todos sus sentimientos los guarda hacia adentro. Entonces, creo que ponerse a escribir su verdad ha sido muy valiente, muy valiente. Y por eso estoy muy orgullosa de ella. Después, evidentemente, en nuestra familia...No todo son cosas bonitas. Creo que ha tratado unos temas muy complicados, con esa elegancia que la caracteriza. Y le agradezco su honestidad, porque son cosas que en muchos casos yo ni siquiera sabía. Y eso me lleva al tercer punto, que es que he descubierto ya no solamente una madre, sino a una mujer...Y esa vez ha sido la primera vez que leía su versión de las cosas y me lo contaba, porque el libro, ya veréis, es como si te estuviera hablando de mujer a mujer. Así que muchas gracias por este legado, mami, y enhorabuena. - La primera pregunta, Isabel, es ¿por qué ahora? - Pues porque creo que he llegado a porque se ha escrito mucho sobre mí y durante muchos años. Y he pensado que era el momento, porque ahora estoy llevando una vida tranquila y con serenidad que necesitaba para escribir el libro y era el mejor momento y la edad adecuada. Y pensé, pues, es el momento para escribir mi historia. - El libro comienza en uno de los capítulos favoritos de todos los que hemos leído el libro. Es el primer capítulo en el que cuentas tu infancia y juventud en Filipinas. - Mi verdadera historia está en mis orígenes, mi infancia, en Filipinas, mis padres, mis hermanos. Fui una niña privilegiada, muy feliz siempre. Hay algo que tengo claro y es que la niñez es una parte fundamental de los adultos en lo que nos convertimos. Y yo he tenido una niñez, yo soy como soy por la niñez que he tenido. Y eso tengo que dar gracias a mis padres por ello. Y ya la adolescencia ya es más complicada, ¿no? La niñez, tengo que reconocer que ha sido una niñez muy feliz. Filipinas es un sitio, es un paraíso para crecer los niños. Y entonces yo he tenido ese privilegio de poder crecer allí, ir a la escuela, jugar con mis primos y hacer todo al máximo, estar mucho al aire libre de verdad. - En el libro, eres especialmente dulce con tus nietos. Vamos, si os parece, con el primer scoop. ¿Nos puedes contar, Isabel, aquí en público, cómo te llaman tus nietos? - Me llaman Lala porque mi nieto mayor, Alejandro, no podía decir abuela cuando le decían la abuela, la abuela. Y entonces se quedaba con la última cintura. Y entonces se repetía Lala. Y entonces me quedé con Lala. Y Julio se quedó con Lolo. Y entonces da la casualidad que Lolo es, en filipino, en tagalog, es abuelo. Así es que para él era perfecto. Entonces somos Lala y Lolo.